La apropiación social como estrategia para la gestión ambiental en las IES

Sección
Libro Completo
Maria Cristina Gamboa Mora
Yenny Garcia Sandoval
Francia Liliana Villegas Ríos
Yesid Alexander Sánchez Acosta
Juan Carlos Padilla Osorio

Las organizaciones –sin importar cuál sea el objeto de su misión– están en un continuo mejoramiento de
su gestión, situación que se ha convertido en un imperativo, si quieren mantenerse activas y actualizadas en un mundo que exige de manera constante, la evolución de los actores que en él interactúan. En el marco de esa evolución continua, las organizaciones desarrollan ejercicios
que buscan atender nuevas necesidades y aportar de manera significativa a superar las expectativas de quienes reciben sus productos o servicios. Se habla entonces de los usuarios, clientes, beneficiarios y
demás partes interesadas. Pero para que estos ejercicios logren su objetivo, no basta con efectuar una planificación de dichos cambios, con generar un análisis de los beneficios que traerán los ajustes,
con definir un plan de acción que considere los recursos necesarios y los tiempos requeridos para que las actualizaciones se desarrollen a satisfacción, sino que es fundamental, que esas modificaciones
sean entendidas por parte de los actores de la organización que las van a utilizar y a aplicar en su gestión diaria, para evitar el efecto contrario y que los resultados no sean los adecuados, perdiendo así el esfuerzo invertido por la organización.

Dentro de esta continua evolución de las organizaciones, uno de los elementos que pasó a convertirse en un factor diferenciador tiene que ver con la postura que toma la organización frente a los impactos ambientales que generan las actividades en su interior, convirtiendo la gestión ambiental de una novedad en el ámbito de las organizaciones, en un compromiso transversal que transciende los roles y cargos de los actores que dinamiza la gestión organizacional. Pensar de manera responsable en el ambiente, invita a que los colaboradores valoren el uso de los recursos que tienen a su disposición en el desarrollo de sus actividades y sean conscientes del impacto que estas pueden llegar a generar en su entorno. Es importante que se cree conciencia sobre el rol de los miembros de la organización, ya que sin importar el nivel jerárquico en el que se desempeñe, hay un aporte positivo o negativo para que esos impactos se materialicen.

El uso de papelería, las impresiones de documentos de trabajo, el uso continuo de equipos de cómputo, el uso del lavamanos, son solo algunos ejemplos de los muchos elementos que día a día son utilizados por el personal que labora en las organizaciones y que, sin darles un uso adecuado, aportan de manera significativa a los impactos ambientales que genera la organización. Es por ello que crear conciencia en los actores sobre el buen uso de estos recursos, aporta a que la gestión ambiental sea la indicada. La mejor forma de hacer conciencia es con un mensaje claro, directo e impactante que logre captar la atención del receptor.

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