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in Revista Estrategia Organizacional
La economía creativa, una alternativa emprendedora para una paz sostenible
Resumen
Introducción: Este artículo presenta los resultados de una de las líneas de acción del proyecto Por una Paz Sostenible, desde el cual se quiere entender el concepto de paz como una posibilidad de avance económico y de convivencia en Colombia no dependiente de las acciones gubernamentales. Metodología: Se recopiló la información a partir de fuentes secundarias, bases de datos institucionales y otras fuentes que analizan políticas de gobierno relacionadas con la economía creativa, esto con el objetivo de poder establecer las diferentes posibilidades disponibles para el desarrollo de emprendimientos que contribuyan a una paz sostenible. Resultados: Los principales resultados muestran que esta propuesta económica no requiere de una infraestructura robusta para su desarrollo, actualmente se vienen implementando políticas públicas que fortalecen el desarrollo de la economía naranja, y existe legislación que fomenta la economía naranja otorgando beneficios tributarios.
Main Text
Introducción
En el contexto actual colombiano desde las posturas gubernamentales de turno y de aquellos declarados en oposición, están en boga la discusión acerca de temas sensibles como la paz, así mismo dentro de los ejes de trabajo y reactivación económica del gobierno de turno, se tomó como bandera el concepto de economía naranja, la cual ha sido muy poco explorada en Colombia hasta el momento. En este entorno, es fácil caer en la popularización de estos términos que sin ser estudiados a fondo se convierten en una bandera más que política, de influencia ideológica.
Desde el proyecto Por una paz sostenible, desarrollado en la Facultad de ciencias económicas administrativas y contables de la Universidad Libre, Bogotá, se parte de la premisa que "Sí se educa para el trabajo se educa para la paz"​, al respecto, se vienen haciendo revisiones juiciosas, las cuales se quiere, resulten en propuestas que a través de la educación, el emprendimiento, y la dignificación del ser humano desde la ocupación laboral, se aporte al concepto título del proyecto de investigación —Por una paz sostenible—. En este sentido, como se expone en (Avilés-Ochoa, 2015) citando a (Scott 2010), finalizando el siglo XX se presenta el fenómeno del resurgimiento de la llamada nueva economía del capitalismo contemporáneo, fundamentada en la economía cultural caracterizado entre otras por flexibilidad tecnológica y producto de diseño especializado. Al respecto, en este artículo se presenta un avance de revisión acerca de la pertinencia del desarrollo de emprendimientos desde la economía creativa como un factor generador de oportunidades y sostenibilidad laboral.
Marco teórico
El presente documento es un producto del proyecto macro que lleva por nombre “Por una Paz Sostenible” en el cual se desarrolla como concepto Paz Sostenible como un conjunto de estrategias, recursos y normas que permiten coadyuvar en la construcción de una paz para la generación actual y su garantía para generaciones futuras. Este concepto se trabajó a partir de la definición dada por el Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo como: “el fortalecimiento de capacidades locales para promover comunidades pacíficas e inclusivas” (Programa de las Naciones Unidas para El Desarrollo –PNUD-, 2017) ; y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO (2019) (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura - UNESCO-, 2019) - en la cultura de paz y no violencia.
Como concepto la economía creativa es presentada formalmente por John Howkins en el año 2011, quien tuvo la intención de dar relevancia a la creatividad en la actividad empresarial, dentro de las que incluye la propiedad intelectual, la propiedad industrial, las marcas y el diseño (Casani, 2012). En (Alonso G. , 2009), se hace una seguimiento el cual presenta los siguientes momentos del concepto:
Así mismo, el este sigue su curso evolutivo, por lo que en diferentes espacios ya empieza a observarse publicaciones sobre Economía Naranja, concepto liderado por BID —Banco Interamericano de Desarrollo— en el año 2013, el cual se esboza como un conjunto de actividades basadas en las industrias: culturales, creativas, ocio, entretenimiento, de contenidos, y de protección de derechos de autor (BIND - Banco Interamericano de Desarrrollo, 2013); también es importante entender la relación existente entre este término —Economía naranja— e innovación que para (Grazzi & Benvente, 2018), presenta tres puntos de encuentro en: la Innovación dentro las industrias culturales y creativas; Innovación como producto de las actividades de apoyo creativo, y tecnologías desarrolladas por la industria creativa que se difunden en otros sectores, de esta manera según los autores, se puede dar inicio a la potencialización de capacidades creativas e innovadoras en diferentes contextos.
La Revista P y M, la que en agosto de 2015 publicó un Artículo de Ignacio Ardila, titulado “Economía Naranja: ¿En qué consiste?”; desdelas instituciones de Gobierno, se encuentra el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 en el cual, la Economía Naranja se presenta como uno de los pactos del Gobierno para fomentar el Desarrollo del país e incluye un rubro en el presupuesto financiero para apoyar este pacto; El libro Economía Naranja: Una Oportunidad Infinita, autores Buitrago Restrepo Felipe y Duque Márquez Iván (2013). Editorial Banco Interamericano de Desarrollo; Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio Gobierno de Chile. 2017. El autor de la Economía Naranja Visita Chile –Primer Encuentro Latinoamericano de Articulares de industrias creativas, organizado gracias al apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA); y otras fuentes que serán consultadas. El tema de la economía naranja se origina a partir de la “economía creativa: transformar una idea en beneficios”, propuesta por John Howkins, Entrevista pro Donna Ghelphi 2001.
Desde la visión empresarial, toda idea que signifique negocio es bienvenida. Desde la idea general de la Economía, debe abordarse toda iniciativa que signifique desarrollo sostenible para el país. Desde la Contabilidad, toda idea que sea capaz de generar redistribución de la prosperidad patrimonial, debe ser atendida. Para realizar la reflexión se realizaron consultas de fuentes secundarias; se cotejaron las ideas con la praxis de los autores en materia empresarial, y se reflexionó sobre los conceptos de formalidad e informalidad del emprendimiento, todo ello con el fin de fortalecer competencias emprendedoras para el trabajo.
Ahora bien, ya abordado el concepto de Economía Creativa o Economía Naranja —según el BID—, se hace necesario interpretar como esta se encuentra relacionada con una de las agendas más importantes en el contexto colombiano: la paz; en ese sentido es importante mencionar que con solo la firma de los acuerdos se pactó un acuerdo de voluntades, que pueden verse afectadas desde diferentes corrientes políticas y gubernamentales. Tales afectaciones pueden denotarse de manera positiva o negativa, en cuento a esta última, las afectaciones negativas que se han venido presentando, es la incapacidad de poner en marcha los puntos acordados, bien sea por disponibilidad de recursos o por la evidente falta de voluntad política. De acuerdo con lo anterior (Tiusabá Gómez, 2019), exponen:
Ante esta situación, se deben tener en cuenta dos aspectos: el primero, que la Economía Naranja, fue uno de los pilares más importantes desde la propuesta de reactivación económica del entonces candidato presidencial y hoy presidente Iván Duque Márquez, y el segundo que es menester de este gobierno, dar continuidad a lo acordado en la Habana, y la propuesta está en la potencialización de las capacidades creativas, el aprovechamiento sostenible y sustentable de los recursos y la generación de bienestar en la población colombiana, a través de la dignificación de sus condiciones emprendedoras y laborales, es por ello que estas dos apuestas no pueden estar trabajando de manera aislada. La interacción entre los emprendimientos naranja y la paz sostenible radica fundamentalmente en la posibilidad de resiliencia desde la participación, la confianza, el respeto y el desarrollo local (Saldarriaga, 2019).
El problema
¿Cuál sería una estructura práctica para emprender el desarrollo de negocios de la economía naranja en el contexto de una paz sostenible?
El problema, se aborda inicialmente desde la perspectiva de las condiciones de la situación del mercado laboral y el mercado de talento humano presentes en el país. Es muy importante reconocer que Colombia presenta a la fecha (marzo de 2019) una de las tasas de desempleo más altas de los últimos nueve años representado en un 11.8% (DANE, Departamento administrativo Nacional de Estadístida, 2019).
La situación de la población desempleada por género, representa una tendencia al establecimiento de una brecha entre los géneros femenino y masculino en Latinoamérica, pues en un seguimiento hecho a lo largo de once años se evidencia un crecimiento precario de la participación de la mujer en escenarios laborales con una tasa del 5%: 49% en el 2001 al 54% en el 2018. (FEDESARROLLO - ACRIP, MARZO 2019).
Pero este no es el panorama más crítico, en todo caso son los jóvenes en edades comprendidas entre los 14 y los 28 años con la situación más crítica en temas de desempleo, puesto que casi duplica porcentualmente la tasa a nivel país; por sectores los jóvenes tienen mayores oportunidades de trabajo en comercio, hoteles y restaurantes, y el sector en el que menos participación tienen es el categorizado como otras ramas —Explotación de minas y canteras, suministro de electricidad, gas y agua e intermediación financiera— (DANE, Departamento administrativo Nacional de Estadístida, 2019).
Desde el nivel internacional, a estas problemáticas se suman también las altas tasas de informalidad laboral reportadas por la OIT —Organización Internacional del Trabajo— a nivel mundial, el 61,2% de la población empleada en el mundo se encuentra bajo esta modalidad, en América Latina y el Caribe se reporta un 53% en estas condiciones que, aunque se encuentra por debajo de los reportes mundiales no es un panorama alentador puesto que esta situación empeora si se suman a los trabajadores independientes para lo cual se tendría un total del 76,6% para américa latina y el caribe (Organización Internacional del Trabajo , 2018). Tales porcentajes revelan que la problemática es generalizada, sin embargo, como es ampliamente conocido, la situación colombiana también es impactada por la migración originada en el conflicto venezolano.
Por otra parte se suma, una economía nacional concentrada en actividades extractivas no renovables relacionadas con la extracción petrolera, carbonífera y de minerales preciosos (59,1% de las exportaciones nacionales) (Departamento Administrativo Nacional de Estadística , diciembre 2018); lo cual en efecto es una problemática si se analiza desde el punto de vista de la dependencia, al ser una economía poco diversa, pero al mismo tiempo representa la oportunidad de profundizar en posibilidades que desde la innovación y el emprendimiento generen alternativas a las nuevas generaciones que, además de que no se reportan mayores índices de educación, al mismo tiempo reportan ingresos más bajos.
Así mismo es importante tener en cuenta que la economía colombiana ya no está en posición de visualizarse como un país industrializado de primera generación, pues el sector servicios es el 68% del valor agregado en el Producto Interno Bruto (Portafolio, 2017), sino que debe adaptarse rápidamente a las posibilidades comparativas de su región y su población; es decir, aunque es prioritario mejorar la infraestructura en todos sus renglones, este no corresponde una respuesta de desarrollo económico sino de bienestar civil. Colombia debe estar en miras a la generación de estrategias de apoyo a emprendimientos de base creativa que de alguna manera pondera económicamente las iniciativas culturales y artísticas.
No se trata de deshumanizar o industrializar la creatividad, por el contrario, se trata de reconocer el potencial emprendedor que surge a través de la misma. A nivel mundial, los servicios basados en la creatividad, los cuales rompen con la estructura tradicional de cadena de producción, generaron 29,5 millones de empleos en el 2012 — los mismos que los empleos generados en el Reino Unido— (Banco Interamericano de Desarrollo BID, 2017); el caso colombiano reporta para el año 2017, que la industria creativa movió $20,8 billones, es decir, el 2,3% del PIB nacional, con una alta esperanza de crecimiento (Editorial La república, septiembre 12 de 2018) .
Y ¿cuáles son las oportunidades desde la economía de la creatividad? Según un estudio del BID, las categorías de los reglones de la economía naranja, corresponden a un conjunto de actividades relacionadas con: arte y patrimonio, industrias culturales convencionales y de creaciones funcionales, nuevos medios y software (Banco Interamericano de Desarrollo BID, 2017); estás categorías también dan ideas acerca de las posibles condiciones de emprendimientos naranjas los cuales se pueden fundamentar en: Arquitectura, artesanía, diseño, medios, moda, música, servicios creativos, software y plataformas digitales, patrimonio cultural, desarrollo urbano y vivienda, educación e impacto social entre otras.
Ahora bien, las capacidades adquiridas desde las ciencias económicas administrativas y contables, son un factor de ventaja competitiva y comparativa que nos permite gestionar de manera eficiente diversos emprendimientos relacionados con una gama amplia de posibilidades que permiten el descubrimiento y la potencialización de talentos y competencias existentes como parte integral del desarrollo del ser.
En cuanto a las Instituciones de apoyo técnico y financiero, se debe mencionar que las posibilidades de desarrollo de la economía naranja se encuentran en las agendas políticas latinoamericanas; por ejemplo, los observatorios de políticas culturales, de industrias creativas, y el observatorio de cultura y economía en Chile, Argentina y Colombia respectivamente, además de la Cámara de comercio de Bogotá en alianza con Bancoldex demuestran interés por el fomento de la economía naranja por medio de una línea de crédito denominada “exprimiendo Naranja” . Estos factores indican una vía positiva en medio de un panorama que pudiera considerarse desalentador en cuanto a las estadísticas del mercado de trabajo mundial y nacional, pues proyecta un mercado de talento humano integrador y motivador de ideas, innovaciones y creatividad, en donde cuenta principalmente el talento en conjunto con un carácter emprendedor.
Y en relación con la Paz Sostenible, se hace necesario precisar que de acuerdo a (Gutiérrez Sanín, 2018) esta se puede mantener por medio de políticas públicas concretas contra la desigualdad y la pobreza, especialmente en el campo, las cuales tengan un enfoque en acceso, redistribución y formalización de las tierras; en donde eventualmente se puedan gestar emprendimientos creativos con enfoque territorial.
Metodología
El proyecto marco “Por una Paz Sostenible”, se fundamenta metodológicamente en un enfoque mixto, apoyado en el método IAP —Investigación Acción y Participación—. Puntualmente, para el desarrollo de este estudio —El Emprendimiento en la Economía Naranja, Factor para una Paz Sostenible—, se toma como base la técnica de revisión documental que en (Rojas Crotte, 2011) se define como:
Desde esta revisión documental, se espera gestar contribuciones que condesciendan en un aporte al proceso de recolección de información para el proyecto marco, y fundamenten el diagnóstico de las variables de empleo, educación y pobreza, mediante un análisis de tendencias el cual aporte a la pertinencia de las economías creativas o economía naranja como un factor clave en el desarrollo de “Una Paz Sostenible”.
Atendiendo tal planteamiento, se establecen los parámetros que dan guía al posible aporte de soluciones a un problema, el marco conceptual en el que ocurre el fenómeno a estudiar, y es esto lo primero que se aborda en esta revisión. En este caso, los términos rectores son: Emprender, Economía Naranja y Paz sostenible.
Se postula que la pobreza se puede combatir mediante el trabajo creativo, con el cual se logra desarrollo sostenible como base de la prosperidad, y ésta da como resultado una paz sostenible.
Teniendo en cuenta que el emprendimiento es generador del desarrollo sostenible, es necesario en este punto, insertar este concepto. En la Red se encontró la publicación de IMF Business School, en su blog, referenciando a UNESCO y dice que desarrollo sostenible “se refiere al desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades” (IMF Business School, 2018). En este mismo sentido, entendemos que una paz sostenible es aquella que se construye por la generación presente mediante el trabajo, para que sus condiciones y efectos permanezcan y aumenten con las generaciones futuras.
El concepto emprender se comprende intuitivamente como iniciar una acción que conduzca a unos objetivos. Incluimos aquí la definición de diccionario: “Emprender. Dar principio a una obra o empresa. Emprender un negocio” (Ediciones Larousse, S.A., 2001, p. 380). Justo esta definición coincide con el núcleo de la pregunta de investigación y con el principal propósito de este trabajo. Con emprendimiento se crea empresa y con ella se genera desarrollo para el emprendedor, su familia, su comunidad y su país.
El estudio de las autoras Marulanda y Morales (2016) presenta en sus resultados que la principal motivación del emprendedor es la independencia (67% de las personas encuestadas) y en segundo lugar lo relacionado con el dinero (61% de las personas encuestadas); igualmente los resultados del estudio muestran que, en la encuesta, la mayor población emprendedora está en edades entre los 25 y 35 años (56%). Que pertenecen principalmente al género femenino (56%), que el 61 % de los encuestados alcanzó estudios universitarios completos, y que el 82% de la población encuestada son solteros (Marulanda Valencia y Morales Gualdrón, 2016). El estudio es de alta seriedad científica pues las dos autoras son PhD y la Revista en la que publican su paper es indexada. Podemos concluir que son principalmente las mujeres quienes hace emprendimiento y que el emprendedor busca su independencia antes que la sumisión a un empleo; que quienes se atreven a asumir el reto del emprendimiento, son principalmente los solteros, puesto que no temen a los riesgos de sacrificar el patrimonio de la familia; y que, efectivamente, la generación actual es la que tiene la responsabilidad de generar desarrollo sostenible para la construcción de una paz también sostenible.
A continuación, se presentan los argumentos que sustentan la importancia del emprendimiento para combatir el desempleo y la pobreza.
Resultados
Aunque la economía Naranja posee como ventaja que no requiere de una infraestructura robusta para su desarrollo, se hace necesario que se generen a la par de su fomento, políticas públicas orientadas a la protección de la propiedad intelectual, que en Colombia se encuentra en un estado incipiente.
Sin embargo, se sabe que, en Colombia, desde finales del Siglo XX los gobiernos vienen incentivando mediante tímidas políticas públicas el desarrollo del emprendimiento, siendo la principal de ellas la Ley 1014 de 2006 o Ley del emprendimiento, que brinda oportunidades a los jóvenes, con financiación, asesoría, facilitando la obtención de tecnologías.
Se espera que el actual Gobierno cumpla lo planeado para desarrollar de manera sostenible el emprendimiento, especialmente de la denominada Economía Naranja.
De acuerdo a las condiciones de empleabilidad actuales, que no solo compromete el entono interno, sino a nivel mundial en donde el empleo tradicional tal y como los conocemos en América Latina y el Caribe corresponde a un 23%; lo cual, visto desde una oportunidad de mejora, nos invoca a la incursión en la economía creativa como una oportunidad sostenible en el tiempo y con altas posibilidades de inclusión.
La economía creativa puede generar sinergias disciplinares entre las ciencias empresariales y las artes. Cabe tener en cuenta que la sabiduría ancestral colombiana y de América Latina fundamenta la industria familiar en la artesanía de mimbre (Boyacá y sur del país), en la orfebrería (Región caribe y parte de Antioquia), alfarería (Boyacá y Cundinamarca), confitería (Santander, Boyacá y Cundinamarca), Los tejidos (Como los Wayuu y las ruanas boyacenses). Entre otros muchos renglones, que se pueden mejorar en su eficiencia y eficacia.
Entre los servicios que Colombia no está explotando para su provecho están el turismo (gastronómico, Geográfico, Ecológico, de aventura), el Folclore (Fiestas religiosas, patronales, carnavales, otros).
Son innumerables las posibilidades de trabajo que existen en Colombia para quienes quieren emprender Trabajo. Hay pocas oportunidades para conseguir empleo porque la población desempleada supera significativamente las posibilidades de puestos de trabajo en las empresas actuales. Pero, si extranjeros que llegan al país buscando prosperidad la obtiene en corto tiempo, es porque estamos en una Tierra pródiga en recursos y oportunidades. Mercados de bienes y servicios son abundantes y se pueden diseñar a la medida; en cuanto a mercados de factores de producción, cada persona es una posibilidad de emprender un mercado. Solamente se deben fortalecer tres condiciones para la prosperidad con paz sostenible: Voluntad, Decisión y Acción.
Por último, es pertinente mencionar que el emprendimiento y el trabajo creativo, asociado a la dignificación de los seres humanos son un insumo importante hacia el camino de una paz sostenible.
Conclusiones
Más allá de una tendencia con tinte político, la economía naranja o economía creativa, es un sector que ha venido en crecimiento desde inicios del milenio, la cual, con una infraestructura básica, puede generar diversas posibilidades de emprendimientos fundamentados en las ideas. Al respecto se plantea que la respuesta a la pregunta de investigación bajo la cual se desarrolló este trabajo: ¿Cuál será una estructura práctica para emprender el desarrollo de negocios de la economía naranja en el contexto de una paz sostenible?, se da una estructura práctica para el emprendimiento de la siguiente manera:
Se entiende entonces que la Estructura práctica del emprendimiento es un resultado en el cual la Paz Sostenible es una variable que a su vez, está en función de la Economía naranja y esta, como factor de desarrollo sostenible; es decir que:
En consecuencia, la estructura práctica de emprendimiento Epe, por ser la variable dependiente, se comportará con la lógica con la que funcionen las variables componentes (Muñoz Rodríguez y Avellaneda Bautista, sin publicar)
Tal y como lo plantea (Howkins, 2005), la base de la industria de la creatividad son las ideas, razón por la cual es importante reconocer las múltiples posibilidades existentes atendiendo a las ventajas comparativas de la geografía y diversidad colombiana, en cuanto a la exploración de posibilidades en servicios gastronómicos ecológicos y de aventura, desde la cual también se presenta la oportunidad de dar un enfoque más profesional a la prestación de los servicios conexos con actividades relacionadas con el Folklore, fiestas patronales y religiosas, y carnavales entre otras.
Así mismo es necesario dar importancia a lo planteado por (Copaja Alegre y Esponda Alva, 2017) quienes exponen que:
La llamada economía naranja está llena de oportunidades para negocios si se aprende a valorar de manera cualitativa y cuantitativa el conocimiento ancestral, a cuidar, explotar y proteger los recursos tangibles e intangibles que el suelo patrio ofrece, y a ver al otro como asociado en el contexto humano y concederle el respeto que se merece, especialmente si se trata de los derechos de la propiedad intelectual.
En Colombia existen y se pueden mejorar, políticas públicas para el desarrollo, organización y regulación del emprendimiento en temas creativos, existen también instituciones y organizaciones financieras para brindar apoyo a la inversión en estos renglones de emprendimiento.
Son factores de emprendimiento disponibles para que mentes creativas los aprovechen como recursos disponibles en la construcción de un país próspero y en paz, entre otros, las artes, el deporte, la geografía, la historia y el folclor. Especialmente este último que, al ser el conjunto de expresiones de la identidad de los pueblos, se transmiten de generación en generación, por lo cual se constituye en el poderoso vehículo para lograr una paz sostenible.
Resumen
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Introducción
Marco teórico
El problema
Metodología
Resultados
Conclusiones