Utilización de residuos de pescados como alternativa para el mejoramiento de la alimentación humana y disminución del desperdicio de alimentos.
En el 2022, según datos del sistema estadístico pesquero colombiano la pesca y la acuicultura alcanzaron una producción de 300.163 toneladas, por otra parte, en el 2022 Bogotá comercializo 3171 toneladas de pescado (Rangel et al., 2022). Por lo expuesto la industria pesquera representa grandes cantidades de residuos anualmente, lo que resulta en pérdidas económicas e impactos negativos en el medio ambiente.
Estudios realizados por estudiantes del semillero de investigación Agroalimentaria SIA de la UNAD, determinaron que en un servicio hotelero se puede llegar a desperdiciar entre 43 y 53% en variedades de pescados como corvina, mero variedad cherna y Berrugate, robalo nacional del pacífico, bagre variedad Cajaro considerando cabeza, aleta, espinazo piel y cola. Otros estudios han demostrado que dichos residuos se pueden usar de manera eficiente para múltiples propósitos: mejorar las propiedades funcionales de los alimentos, proporcionar nutrientes esenciales, obtención de gelatina, uso cosmético y en la industria de la bisutería, permitiendo el procesamiento integral de este producto. La investigación de SIA, caracterizo estos residuos, los sometió a un tratamiento de deshidratación bajo condiciones de proceso contraladas y mediante análisis fisicoquímicos incluyendo cromatografía de gases de residuos y deshidratado, se determinó que estos poseen características nutricionales incluso mejores que el filete que consumimos con presencia de ácidos grasos esenciales y sus eicosanoides, resultando ser una alternativa que disminuye el desperdicio de alimentos y aporta nutrientes esenciales que solo pueden ser sintetizados a través de la alimentación. Los ácidos grasos esenciales y sus eicosanoides se relacionan con funciones neurológicas y antiinflamatorias, asimismo en la prevención de múltiples enfermedades