Capitulo 8. Tratamiento de aguas residuales

DOI: https://doi.org/10.22490/9789586516358.08
Sección
Capitulos del Libro
Diana Marcela Fúquene Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Andrea Yate-Segura Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Diego Alejandro Pérez Giraldo Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Carlos Mario Duque Chaves Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Juan Sebastián Chiriví Salomón Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Christian Felipe Valderrama López Universidad Nacional Abierta y a Distancia
Víctor Fabián Forero Ausique Universidad Nacional Abierta y a Distancia

La calidad del aire, el estado del suelo, el control de las inundaciones y la polinización de cultivos, son algunos de los servicios ecosistémicos de regulación que a menudo son desapercibidos, pero cuando se ven deteriorados; ya sea por motivos naturales o infringidos por el ser humano, las pérdidas que ocasionan llegan a ser devastadoras y resultan difíciles de recuperar. La agricultura, silvicultura y pesca son las actividades principalmente afectadas por la regulación de los flujos de agua, considerando tanto su cantidad como su calidad, ya que el agua es un servicio clave, que depende directamente de la cobertura y la configuración del suelo. Sin embargo, su dinámica no ha sido puesta en escena sobre la formulación de políticas de gestión, ni sobre el ordenamiento del territorio nacional; dejando de lado el tratamiento de las aguas residuales como factor preponderante en la reducción del daño sobre los recursos hídricos que ocasiona el vertimiento de aguas contaminadas, y/o la implementación de sistemas de tratamiento inadecuados (FAO, 2018).

El recurso hídrico tiene múltiples usos, desde la preservación de especies hasta el riego y la recreación; pasando por el enfriamiento de plantas industriales y el aprovechamiento de las corrientes generadas en ríos para proporcionar electricidad. Si bien, a menudo los lagos y llanuras aluviales no son contemplados como depósitos de agua dulce, amortiguadores de inundaciones y/o purificadores de agua, su contaminación reduce significativamente la contención de especies acuáticas y limita la disponibilidad de agua potable, de ahí la importancia de contar con bases teóricas que permitan establecer los tratamientos a los que debe ser sometido un efluente para no alterar negativamente la calidad de las fuentes hídricas receptoras de aguas residuales (Kosmus et al., 2012).

En este sentido, es necesario planificar y gestionar integralmente las fuentes hídricas, así como los efluentes industriales y domésticos a nivel nacional y municipal. Logrando que las aguas residuales se conviertan en parte integral de la planificación urbana y de la gestión integrada de las cuencas y costas, vinculando a la población que hace uso de este preciado líquido en actividades antropogénicas e industriales, y son quienes deben tener bases conceptuales que les permitan hacer un uso racional y eficiente del agua (ONU, 2015).

El presente capítulo pretende integrar los servicios ecosistémicos con el desarrollo de una población, reconociendo los vínculos entre naturaleza y progreso, prevaleciendo la conservación de los recursos hídricos.

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