Mediante este proyecto se pudo determinar que es necesario fortalecer la comunidad indígena de Chiles, para que se reivindiquen con la naturaleza, mediante la priorización de proyectos que puedan generar ingresos a habitantes de escasos recursos económicos los cuales permitan disminuir el impacto negativo sobre el páramo. El páramo de Chiles está habitado por 3.637 personas de las cuales el 100% pertenecen al cabildo indígena con grado uno de Sisben, las veredas que hacen parte son Calera, Chiles, Cristo Rey, Nazate y Marpi, El páramo de Chiles posee 5.626 hectáreas, suelos formados en su totalidad por material piroclástico de los volcanes: Chiles, Cumbal y Azufral, su uso está destinado en un 3,8% a la agricultura, 8,2% a pastos dedicados a la ganadería de leche y el 78% es considerada área de protección sin ningún uso. Las actividades antrópicas que amenazan la integridad de este ecosistema, son la deforestación (8 ha/año) y quemas (10 ha/año); el 70% de la población del Resguardo Indígena de Chiles percibe un promedio de ingresos mensuales inferiores a los $50.000 (USD$20) de actividades como agricultores, jornaleros, albañiles, carpinteros, entre otras. Anualmente la frontera agrícola se está ampliando en 10 ha/ año, se talan de 120 a 150 árboles/ha al año de especies como amarillo, encino, cuasa, colla, capulicillo y alrededor de 30 familias que residen en Marpi y Nazate se dedican a la producción de carbón, aprovechando alrededor de 80 árboles/año.