ANÁLISIS DE LOS FACTORES DE COMPETITIVIDAD:  EL CASO COLOMBIANO*

ANALYSIS OF COMPETITIVENESS FACTORS:  THE COLOMBIAN CASE

Claudia Rocío Niño-Rodríguez**
Carlos Oswaldo Alonso Contreras***
Carlos Alberto Figueredo****
Clara Sofía Caviedes-Villegas*****
Leidy Viviana Valbuena-Torres******

Recibido: 20 de octubre de 2017
Evaluado: 18 de noviembre de 2017
Aprobado: 01 de diciembre de 2017

RESUMEN
La competitividad en Colombia es un asunto dinámico, de permanente cambio y estudio, desafortunadamente se avanza en unos aspectos y el resultado no es el mismo en otros. Por ejemplo, a nivel de gobierno se vienen presentando problemas de corrupción que no paran de asombrar a propios y extraños y son un riesgo para la inversión. Respecto al mercado laboral, tres de cada cinco trabajadores se encuentran en la informalidad; en cuanto a la introducción del país en el mercado mundial, aún es baja a pesar de lo intentado por más de dos décadas; en investigación y desarrollo hay debilidades acentuadas a causa de la calidad de las instituciones y la incidencia del Estado en aspectos como educación y salud. Los problemas de competitividad se acentúan a causa de la trasparencia y eficiencia de las instituciones, sin embargo, no todo parece estar mal: el pilar que encierran los indicadores macroeconómicos es fuerte y da una buena posición a la economía nacional
Palabras clave: competitividad, índice de medición, institucionalidad, gestión pública, desarrollo económico, infraestructura, gestión de las entidades.

ABSTRACT
Competitiveness in Colombia is a matter of permanent study and analysis where, unfortunately, progress is being made in some aspects, but at the same time, the same is not achieved in others. For example, at the level of the government corruption problems have been presented that amaze everyone and that are a risk to investment, in the labor market 3 out of 5 workers do so in informality, the insertion of the country in the world market it is still low despite more than two decades of trying, we have marked weaknesses in research and development because of the quality of institutions and the state in aspects such as education and health. This general problem of competitiveness is particularly focused on the transparency and efficiency of institutions, however, not everything seems to be wrong: the pillar that holds macroeconomic indicators is strong and gives a good position to the national economy.
Key words: Competitiveness, measurement index, institutionality, public management, economic development, infrastructure, entity management.

INTRODUCCIÓN
El crecimiento económico en Colombia no ha sido el mejor, a pesar de los procesos de paz logrados con el paramilitarismo y con una de las guerrillas más antiguas de Latinoamérica. Es importante mencionar que estos procesos son necesarios para estructurar cualquier política de desarrollo y brindar cambios en el bienestar común, la economía y el desarrollo del país. En este artículo se abordan aspectos necesarios para analizar, medir o establecer los rasgos de competitividad que tiene Colombia a nivel regional y de Latinoamérica, antes de intentarlo con otras latitudes.

Para que los esfuerzos de la nación alcancen el objetivo de convertir a Colombia en un país competitivo y por ende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, se deben formular y ejecutar políticas públicas internas alineadas con este cometido, donde se fortalezca a las instituciones, al comercio, las relaciones bilaterales entre países y en donde las políticas financieras estén acordes con los planes a ejecutar. Se tienen en cuenta indicadores y pilares del International Institute for Managment (IMD) y el World Economic Forum (WEF), entre otros.

LA COMPETITIVIDAD COLOMBIANA DESDE LOS ÍNDICES DE MEDICIÓN
En 1980, Michel Porter acuñó el término de competitividad, al hablar de la ventaja competitiva, la cual se manifiesta cuando una organización consigue un elemento diferenciador frente a otras y desarrolla así sus estrategias. En cambio, David Ricardo lo llamó ventaja comparativa. Su uso inicial se dio en los contextos industriales, pero el término comenzó a cambiar en la medida que empezaron a ser comparados los países como si fueran empresas que compiten en el contexto mundial.

 Se estableció que un país tiene ventaja competitiva cuando ésta perdura en el tiempo. Sin embargo, Porter reconoció que ninguna nación logra la ventaja competitiva en todas sus industrias y que sólo aquellas que se desarrollan en un ambiente dinámico serán exitosas. Actualmente se define la competitividad desde diversas perspectivas que se encuentran establecidas por organismos internacionales y escuelas dedicadas a estudiar el nivel de viabilidad de los países respecto de este ítem. El foro Económico Mundial en la publicación anual The Global Competitiveness Report, el índice World Competitiveness Yearbook del International Institute for Managment (IMD), y The Global Innovation Index —indicador de innovación global— de la Universidad de Cornell.

 Para el IMD, la competitividad se entiende como la destreza de una nación para mantener un ambiente adecuado que permita el crecimiento de sus empresas y el aumento del nivel adquisitivo de sus habitantes. Esta destreza o habilidad se constituye en un indicador que tiene cuatro factores, a saber: el primero, es el nivel de desarrollo de su economía; el segundo, mide qué tan eficiente es el gobierno; la eficacia de los negocios de la nación es el tercer factor; y el último es la calidad de la infraestructura. Según el periódico El Espectador, en un informe publicado en mayo de 2017, los indicadores económicos en Colombia para ese momento no fueron muy buenos, ejemplo de ello fue el PIB que en el 2016 alcanzó a crecer en un 2 % mientras que en el primer trimestre de 2017 apenas logro el 1.1 %. Curiosa, simple y determinante fragilidad en la aparente solidez de los datos. La economía colombiana es pequeña en el ámbito mundial y tiene una estructura productiva concentrada en materias primas —commodities—

 Estos rasgos la exponen a choques de comercio internacional que determinan los vaivenes del desempeño macroeconómico. Es por ello que el país ha presentado un retroceso en su ambiente macroeconómico, a pesar de las reformas económicas introducidas —la Ley 1530/2011 que creó el Sistema General de Regalías, y la regla fiscal de 2012— que le dieron una solidez macroeconómica en momentos difíciles y le han permitido tener las tasas de interés de deuda pública más bajas y de inversión más altas en la historia reciente.

 Este retroceso supone la necesidad de disminuir en el 2018 el déficit presupuestal, mantener el control de la inflación y buscar mayor recaudo tributario. Además, debe aumentar la eficiencia estatal, reducir el costo regulatorio, resolver los problemas de infraestructura vial y buscar estrategias para mejorar la eficiencia del mercado laboral. En ese orden ideas y a la luz de los reportes de entidades internacionales, se va a proceder a hacer un análisis de los factores de competitividad en el país.

ANÁLISIS DE LOS FACTORES DE COMPETITIVIDAD
De acuerdo con Porter (1991) la competitividad de una nación depende de la capacidad de sus industrias para innovar y mejorar. Determinadas empresas son capaces de hacerlo con coherencia, esfuerzo y procurando mejorar sus procesos y actividades para lograr una ventaja competitiva perfeccionada (Cepal, 2010). Para medir los índices de competitividad a nivel global y regional se cuenta con dos importantes estudios a escala mundial, los cuales miden los determinantes de la competitividad de las naciones y que son identificados con el nombre de “Informe de competitividad mundial” y el “Anuario de competitividad mundial”, estos son publicados cada año con base en información procedente de datos estadísticos y encuestas realizadas en cada país partícipe de la publicación. En estos estudios se utilizan factores de competitividad afines, obtenidos de la literatura y de análisis empíricos (Cepal, 2010).

 Es importante aclarar que cuando se realiza un análisis de la competitividad regional, la palabra regional hace referencia a la división geográfica de un país, siendo este estudio determinado por factores de diversa índole como los demográficos, los históricos, los culturales, los económicos y los climáticos, entre otros. La competitividad puede analizarse desde dos perspectivas: la primera, como un conjunto de factores que determinan el nivel de productividad; y la segunda, como un determinante del incremento sostenido del bienestar de las personas. A partir de estas perspectivas, la competitividad regional puede ser definida como la administración de recursos y capacidades para incrementar sostenidamente la productividad empresarial y el bienestar de la población de la región (Cepal, 2010).

 En este caso, los determinantes de la competitividad regional se denominan pilares y se explican de acuerdo a los determinantes de la competitividad nacional y regional.

LOS PILARES DE LA COMPETITIVIDAD
Los pilares o factores de la competitividad se relacionan con los distintos insumos, procesos y logros de los departamentos: la fortaleza económica está relacionada con la productividad, el tamaño y el funcionamiento de los mercados; la infraestructura y logística con la conectividad física y digital a otros mercados y la movilidad de los factores; el bienestar social y capital humano con las condiciones de vida y el desarrollo humano; la ciencia, tecnología e innovación con la generación y el aprovechamiento del conocimiento y la institucionalidad y gestión pública con la transparencia, justicia y el imperio de la ley (CEPAL, 2017).

Figura 1. Marco conceptual de la competitividad.

Figura 1. Marco conceptual de la competitividad.
Fuente:
tomado de la oficina de la CEPAL. En línea: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/43156/1/S1800010_es.pdf

INSTITUCIONALIDAD Y GESTIÓN PÚBLICA
Este factor examina la gestión de las entidades territoriales y las condiciones de justicia, seguridad local. Los temas son: 1) gestión pública, 2) finanzas públicas, 3) transparencia y 4) seguridad (CEPAL, 2017). Según el IDC de 2017 (Índice Departamental de Competitividad), en el pilar de instituciones, se recalcularon las variables gestión de regalías y transparencia en el uso de regalías de conformidad con los ajustes metodológicos realizados por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) en el Índice de Gestión de Regalías. Adicionalmente, se ajustó la variable autonomía fiscal, eliminando las transferencias de la nación a los entes territoriales, con el fin de reflejar con mayor precisión las acciones de los departamentos y municipios en pro de gestionar recursos propios (Consejo Privado de Competitividad , 2017).

GOBIERNO E INSTITUCIONES (P1):
El primer pilar de la competitividad regional es el que corresponde al gobierno y sus instituciones, que surge del frente microeconómico del papel del Estado. Es decir —según la teoría microeconómica— en competencia perfecta el libre mercado permite alcanzar el equilibrio (CEPAL, 2010). En este caso se presentan los siguientes factores:

DESARROLLO ECONÓMICO (P2):
Este pilar se relaciona en primer lugar con el desempeño de la economía de la región, y en segundo lugar con el proceso de internacionalización y la capacidad de generación de empleo. Así mismo, se vincula a la teoría del crecimiento económico, cuyo modelo más representativo en la economía moderna de crecimiento es el de Solow (1956), quien atribuye el crecimiento a la acumulación de capital, el incremento de la fuerza de trabajo y el cambio tecnológico; sin embargo, el propósito de este pilar es medir el efecto del crecimiento económico, además debe responder a criterios de sostenibilidad, responsabilidad social y cuidado medioambiental (CEPAL, 2010). Se analizan los siguientes factores:

INFRAESTRUCTURA PRODUCTIVA (P3):
Al hacer referencia a este pilar se debe mencionar cómo el nivel de avance de la infraestructura de una región influye en su desarrollo. Este puede constituir un factor de retraso, que genera una importante restricción a la posibilidad de aumentar en gran medida el bienestar de su población. Así mismo, se puede afirmar que los efectos de la infraestructura se aprecian en la creación de empleo, en el mejoramiento de la competitividad de la región y en la calidad de vida de sus ciudadanos (CEPAL, 2010). Dentro de este pilar se hace análisis de los siguientes factores:

CAPITAL HUMANO (P4):
En el análisis de este pilar inicialmente se tiene en cuenta el aporte de la CEPAL en su documento “Un índice regional de competitividad para un país”; el capital humano es el valor del potencial de obtención de ingreso que poseen los individuos. A pesar de tener un componente de recurso natural, la robustez de este pilar procede en su mayor parte de la inversión en educación, del adiestramiento y de la salud. Estas inversiones permiten que el capital humano tenga mayor productividad (Larroulet y Mochon, 1995 y .Cepal , 2010) Dentro de este pilar se hace análisis de los siguientes factores:

EFICIENCIA DE LAS EMPRESAS (P5):
Para el análisis de este pilar se tiene en cuenta el aporte de la CEPAL en su documento Un índice regional de competitividad para un país, donde se explica que la competitividad es sinónimo de productividad, la cual se logra fomentando la innovación, que debe ser impulsada por los cuatro atributos de una nación y a su vez depende de la capacidad de sus empresas para innovar y mejorar (Cepal, 2010). Dentro de este pilar se hace análisis de los siguientes factores:

En este mismo sentido se analizan los factores de sofisticación e innovación y sostenibilidad ambiental; el primero se encuentra integrado por la sofisticación, diversificación, innovación y la dinámica empresarial.

LA COMPETITIVIDAD COLOMBIANA
En el indicador de nivel de desarrollo de la economía, Colombia completó el cuarto año consecutivo de desaceleración, según lo referencia la revista Dinero en su publicación de diciembre de 2017. Por otro lado, el ministro Mauricio Cárdenas indicó que para el año 2018 es posible el cambio en este resultado; pero no hay certeza desde qué sector o sectores de la economía llegará el impulso sostenido y requerido para llevar a la economía por encima del 4 %.

 Además, las cifras en relación a las exportaciones, la construcción y la industria no muestran mejoría a pesar del énfasis en la construcción vial, en la baja de las tasas de interés del Banco de la República y en el aumento del volumen de ventas de los exportadores; por lo cual, se observa desde esta perspectiva un panorama no muy alentador. En lo referente a la eficiencia del gobierno, que corresponde al segundo indicador, Colombia tiene uno de los menos eficientes de América Latina y sólo Brasil y Perú están por debajo del país. La multiplicidad de trámites, seguimiento y ejecución de normas y, sobre todo, la falta de transparencia son algunos de los factores importantes que no permite el crecimiento del nivel de competitividad. De acuerdo con el informe del Consejo Privado de Competitividad (CPC), Colombia ha diseñado múltiples agendas, pero “a la fecha, no se ha logrado implementar buena parte de estas, de manera que se traduzcan en un avance sólido del país en los indicadores internacionales” (Consejo Privado de Competitividad, 2014). Lo anterior define que se han hecho muchos planes, pero pocos se han puesto en marcha, lo cual evidencia una deficiencia en la ejecución.

 En cuanto al factor de eficacia de los negocios colombianos y a pesar de todas las dificultades, Colombia es catalogada como uno de los países más atractivos para hacer negocio de la región. Colombia se ha esforzado en mejorar su clima de inversión, en la última década. Como resultado, la Inversión Extranjera Directa (IED) se ha disparado. Es visto por los inversionistas como un lugar fiable y estable en el cual operar. De acuerdo con el informe Doing Business 2018 del Banco Mundial, Colombia se posiciona en el cuarto lugar entre los mejores países para hacer negocios en América Latina, después de Perú (Camara de Comercio de Bogotá, 2018).

Figura 2. Facilidad para hacer negocios.

Figura 2. Facilidad para hacer negocios.
Fuente:
Camara de Comercio de Bogotá (2018)

Por último, en el análisis de los factores de IMD se encuentra la calidad de la infraestructura, donde se establece que, si un país desea llegar a niveles sostenibles de crecimiento económico, requiere invertir en políticas que generen producción de bienes y servicios. Es en este aspecto donde se necesita el fortalecimiento de la infraestructura física. Al trabajar en este pilar se genera empleo, se fortalecen diversos sectores, en particular el agropecuario, que en el sistema económico colombiano es de vital importancia.

GOBIERNO
Según las mediciones del Índice de Autoridad Regional, Colombia tiene una puntuación relativamente baja, por debajo incluso de Perú y Bolivia (Marks y Hooghe, 2016), en cuanto a poder regional. A pesar del importante papel que tienen los departamentos para el desarrollo regional y la inversión pública y aún cuando son actores claves para la coordinación vertical, en la interacción entre los municipios y el gobierno central, en el presente tienen recursos limitados para cumplir con sus responsabilidades y responder a las demandas de los municipios.

 El portal de Valoración describe la estabilidad macroeconómica, e indica que no se puede incrementar la productividad de una nación por sí sola. La macroeconomía puede causar daños a la economía de un país, como se ha visto recientemente en muchos países de Europa y otras latitudes. El gobierno no puede prestar servicios de manera eficiente si se maneja con altos niveles de déficit fiscal y le resta poder de maniobra ante los efectos futuros de los ciclos económicos (Valoración , 2016).

 De acuerdo con el análisis, las firmas a su vez no pueden operar eficientemente cuando hay altas tasas de inflación. En definitiva, la economía no puede crecer de una manera sostenible a menos que exista un ambiente macroeconómico estable (Valoracción, 2016). Por tal motivo, esta no incide positivamente en la productividad, los agentes económicos no operan de la forma esperada, y menos si se presentan índices elevados de inflación. La economía no crece de forma sostenida porque no hay una macroeconomía dinámica (Valoracción, 2016).

ECONOMÍA
La edición correspondiente a 2017 del Estudio Económico de América Latina y el Caribe consta de tres partes. En la primera se resume el desempeño de la economía regional durante 2016 y se analiza la evolución durante los primeros meses de 2017, así como las perspectivas para el año en su conjunto. Se examinan los factores externos e internos que han incidido en el desempeño económico de la región y se destacan algunos de los desafíos para las políticas macroeconómicas en un contexto externo caracterizado por una modesta aceleración del crecimiento económico y del comercio global, y una persistente incertidumbre, resultado donde han incidido de manera importante los factores políticos. En la sección temática del estudio se analizan las características del ciclo que vivió la región (2009-2016) y se contrasta con las características de los dos ciclos anteriores (1990-2001 y 2002-2008). Por otro lado, se procura identificar y explicar algunos de los determinantes del ciclo y delinear posibles estrategias para retomar el crecimiento.

INFRAESTRUCTURA
Para América Latina y el Caribe, infraestructura es sinónimo de competitividad, desarrollo, impulso económico, integración, mejoramiento de la calidad de vida, democracia, equidad e inclusión social. Al analizar la posición del país en relación con el resto de américa latina, es necesario reconocer que existen serios problemas en este aspecto; la infraestructura colombiana requiere de una reingeniería, de un mantenimiento preventivo, predictivo y correctivo de todo lo construido, además de la construcción de nuevas vías de comunicación, y el mejoramiento de puertos y aeropuertos.

 Infortunadamente, Colombia presenta uno de los mayores retrasos en esta variable, ocupando el puesto 13 entre 17 países de América Latina y el 109 entre 137 países, según el Índice Global de Competitividad (IGC) del Foro Económico Mundial, con una calificación de 3.11 sobre 7. Resultado que se da en parte por la precaria presencia del transporte multimodal. El país depende en un 73 % del transporte de carga por carretera, el 25,5 % lo hace por vía aérea y el restante por otros medios.

 Desde 2008 países como Ecuador y Bolivia han invertido hasta el 6 % del PIB, a diferencia de Colombia que ha invertido el 3 %. Un ejemplo de esta desventaja se evidencia cuando se afirma que traer una unidad de carga por mar desde Ucrania hasta Buenaventura, cuesta casi lo mismo que transportarla desde Buenaventura a Bogotá. La política de infraestructura nacional ha generado gravísimos problemas para la competitividad del país y lamentablemente se comparan con los que presentan países como Venezuela, Argentina y Brasil.

 Para Adam Smith, la ventaja absoluta está basada en la especialización para minimizar costos absolutos. El nuevo enfoque de la gestión pública, con el nuevo orden globalizado de la economía, está encaminado a diseñar políticas atractivas para la inversión extranjera,

 Durante el 2017 la IED en el país sumó US$ 14.518 millones, lo que representa un incremento de US$ 669 millones frente al 2016, cuyo resultado fue de US$ 13.849 millones.

Figura 3. Inversión extranjera directa USD millones.

Figura 3. Inversión extranjera directa USD millones.
Fuente:
Ministerio de Hacienda (2017)

Este incremento se dio en el sector de transportes, almacenamiento y comunicaciones donde hubo una inversión total de US$ 3.465 millones, seguido por el sector petrolero con una inversión de US$ 3.458 millones y el de servicios financieros y empresariales con una inversión de US$ 1.662 millones (Revista Dinero, 2018). Es importante anotar que el IED mundial ha aumentado en el sector primario, y en servicios —especialmente en agua, electricidad, gas, telecomunicaciones y transporte—, después de haber estado dos años en descenso.

SALUD Y EDUCACIÓN
Al hablar de salud, es de vital importancia para un país que pretende ser productivo y competitivo en el mundo, poseer condiciones de vida con calidad. Para alcanzar este objetivo debe tener una fuerza de trabajo sana con un óptimo sistema de salud. Por esto se hace importante establecer estrategias y acciones que contribuyan a mejorar las condiciones de la salud. En Colombia y en otros países de la región se ha avanzado con la integración del sistema de salud, dando alternativas a la población para escoger su aseguramiento en salud en el sector público o en el privado.

 Los indicadores sobre la salud han ido aumentando desde los años noventa, resultante del incremento exponencial en la cobertura del servicio —hace 20 años era del 51 % y al 2016 fue del 96 %, gracias al Fosyga— pero es importante acotar que este comportamiento no es uniforme en todas las regiones que conforman el país, siendo el Vaupés el departamento que tiene el índice más alto. Sin embargo, el sistema no ha crecido en paralelo en lo referente a la calidad y acceso; los servicios médicos están restringidos dadas las barreras que presentan, por falta de programas de salud de calidad y por los ingresos insuficientes para algunos sectores de la población. Como resultado de esta situación el 27 % de las personas enfermas durante el año 2016 no recibieron atención médica.

 Los empresarios la consideran insuficiente y de baja calidad en relación a su objetivo de satisfacer las necesidades de la sociedad en salud; esto además trae costos significativos a las empresas, aumentando el ausentismo laboral y operando en niveles bajos de eficiencia. Su calificación se encuentra por debajo del promedio de la región y es superado ampliamente por países vecinos como Chile o Argentina.

 En relación con la educación, el país se ha propuesto para el año 2025 ser el más educado de América Latina y por ello la educación fue incorporada en el 2014 como uno de los pilares prioritarios en el Plan Nacional de Desarrollo. Considerando que la educación básica permite el desarrollo del potencial de los trabajadores, facilitando su incorporación a procesos de producción más especializados, y de mayor eficiencia, pero desafortunadamente en el país los niños estudian en promedio 7,3 años, siendo el período esperado de escolaridad de 13,6.

 Por esta razón, el gobierno aumentó en un 27 % las apropiaciones presupuestales para este rublo y, a través del Ministerio de Educación, estableció líneas estratégicas —respecto a la política docente, a la calidad educativa, a la modernización de la educación media, a la financiación de la educación superior, entre otras—. A pesar de lo anterior, los resultados obtenidos en el año 2016 sobre la cobertura educativa a nivel de la primaria, secundaria y media alcanzaron unos porcentajes del 83,6 %, 71,1 % y 42,8 % respectivamente, que aún están por debajo de los obtenidos por otros países de América Latina.

 Respecto a la cobertura en la educación superior, ésta ha crecido de manera acelerada, pasando de un 37 % en el año 2010 a un 51,5 % para el año 2016, gracias a los programas ofertados por entidades como el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Sin embargo, la mitad del sector empresarial habla de la dificultad de incorporar nuevo personal por la ausencia de experiencia y la falta de competencias genéricas de los aspirantes.

 Asimismo, se menciona que el país tiene un problema bastante álgido en la calidad de la educación superior, si se tiene en cuenta que tan solo el 14,5 % de las instituciones y 14,9 % de los programas ofertados cuentan con acreditación de alta calidad. Para que el sector productivo aumente sus niveles de productividad y competitividad debe incorporar talento de calidad y con criterios de pertinencia. Por ello es de vital importancia incorporar los currículos identificados por el Marco Nacional de Cualificaciones del Ministerio de Educación y trabajar de la mano con el Sena, el DNP y el sector empresarial.

LOS MERCADOS NACIONALES
El mercado colombiano no es eficiente, esto causa que los productos ofrecidos no sean lo suficientemente atractivos y de calidad para los consumidores locales e internacionales. Situación que se agudiza debido a factores externos al producto, como los medios de transporte dado los sobre costos, la demora en la entrega y los trámites ante las entidades regulatorias del país. Para cubrir la venta de la producción nacional, en momentos en que la economía mundial no garantiza las exportaciones, algunos países toman como medida de protección incrementar su demanda interna. Un ejemplo es China, exportador por excelencia, que para la crisis mundial de 2008 y 2009 buscó incrementar el consumo interno invirtiendo sus recursos públicos.

 Los agentes económicos son los que toman las decisiones en un mercado, generando acciones diversas que afectan al sistema económico en general; los más importantes son: las familias —consumidores—, las empresas —productores y comercializadores—, y el Estado —que, a través de diversos mecanismos, regula el funcionamiento del mercado— (Gardey, 2016). En otras palabras, se puede decir que los agentes económicos son los principales actores de las actividades económicas, es decir, de todos los procesos que tengan alguna relación con la producción, la distribución y el consumo de productos y servicios. Todos los habitantes de una población que base su desarrollo en dichas actividades, por lo tanto, son agentes económicos, ya que participan de la vida económica (Gardey, 2016).

 Los agentes económicos se inclinan más hacia esa cohesión social, que lleva entre sí los riegos individuales, es decir, el mismo sistema económico es el que lleva a que los factores de producción influyan en pro o en contra de las unidades productivas afectándolos de manera individual, sin embargo, ésta reacción se da en cadena y afectaría a su entorno social. Se debe analizar históricamente la oferta regional que siempre es mayor que la demanda, como lo refiere Lombana (2006). Los clústeres domésticos al ámbito internacional deberán estar ligados a clústeres que los apoyen hacia delante de su cadena de valor. Lombana también reúne los determinantes tanto de Porter como de sus críticos en un modelo que diferencia aquellos que afectan de manera doméstica a la empresa, y aquellos que la afectan fuera de las fronteras del país.

MERCADO LABORAL
Colombia ha procurado generar mercado laboral, a través de la construcción de viviendas de interés social y ha manejado una política de comercio exterior con carácter proteccionista, la cual no ha sido una solución suficiente para aumentar la oferta de trabajo, debido a que los productos ofrecidos no han sustituido las importaciones. El mercado laboral, a nivel mundial, sigue experimentando grandes cambios y Colombia no se queda atrás; los nuevos retos que plantean la economía y las transformaciones que han empezado a realizar las empresas en el país aumentaron la presión del entorno laboral en Colombia.

 De acuerdo con el Índice Global de Habilidades —estudio adelantado por Hays y la Universidad de Oxford, publicado en Portafolio—, y el informe que evalúa la presión laboral para cada país en una escala de 0 a 10, donde una puntuación total por encima de 5,0 indica que el mercado laboral está más presionado de lo normal y por debajo de 5,0 menos presionado, el panorama laboral actual en Colombia es difícil (Portafolio, 2017).

 Según este estudio, la brecha entre habilidades y demandas profesionales aumenta incluso en continentes como el europeo, pero muestra que el mercado laboral colombiano ya no se encuentra en la situación más crítica de América Latina. Colombia obtuvo una puntuación de 7, superando por primera vez a Brasil quien obtuvo 9 puntos; sin embargo, no se puede desconocer que continúa existiendo un abismo entre las habilidades requeridas y la capacitación de los profesionales colombianos. Ante esta situación se ha manifestado que los mercados laborales deben ser flexibles en relación al traslado de los trabajadores de una actividad económica a otra rápidamente y a bajo costo, en cuanto a la fluctuación de los sueldos y de los incentivos de recompensa del esfuerzo laboral, de meritocracia, y en la incorporación de mecanismos que garanticen la igualdad de oportunidades tanto para hombres como mujeres (Portafolio, 2017).

 El resultado de flexibilidad y eficiencia del mercado laboral colombiano es muy bajo para tolerar y adaptarse a cambios en las actividades económicas prioritarias. Se ha caracterizado en los últimos años con un descenso constante en la tasa de desempleo y una menor informalidad, pero esto no ha estado acompañado de una mayor productividad laboral, —representa uno de los desempeños más bajos de la región superando solamente a Perú, Guatemala y Bolivia—. Para aumentar la competitividad y productividad de las empresas y el bienestar de los ciudadanos de un país es fundamental el desempeño del mercado laboral y para lograr su eficiencia son prerrequisitos la formalidad laboral y empresarial.

CONCLUSIONES
El análisis de la competitividad en Colombia es de gran importancia, teniendo en cuenta que ésta puede analizarse desde dos perspectivas: como un conjunto de factores que determinan el nivel de productividad y como un determinante del incremento sostenido del bienestar de las personas. Es así como revisando el análisis realizado entre 2016 y 2017 se muestra cómo han venido ganando peso la fortaleza económica, la ciencia, la tecnología y la innovación como factores de competitividad, lo que señala las crecientes ventajas de la diversificación productiva en las regiones de Colombia.

Para atraer al inversionista extranjero e incrementar significativamente su PIB, Colombia debe realizar una mayor inversión en infraestructura, sobre todo para mejorar los medios de transportes, la logística del manejo de la carga y las comunicaciones; demostrando de esta forma que es un país atractivo para la inversión. Actualmente existen problemas graves para la competitividad del país que deben ser atacados de manera inmediata con políticas adecuadas debido a las deficiencias existentes en infraestructura aeroportuaria, en la malla vial y en los sobrecostos de los productos que generan desventajas respecto a los inmediatos competidores. Además, el país debe buscar el aumento en los niveles de confianza institucional.

 Así mismo, es importante para un país realizar el análisis de los agentes económicos como parte de los actores relevantes de las actividades económicas, es decir, de todos los procesos que tengan alguna relación con la producción, la distribución y el consumo de productos y servicios en las regiones involucrados con el proceso de competitividad.

REFERENCIAS

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* Artículo de revisión en el marco de la generación de un análisis general de los factores de competitividad en Colombia.

** Maestrante en Administración de Organizaciones. Correo electrónico: cafetos2012@hotmail.com

*** Administrador de Empresas, Especialista en Gerencia de Proyectos, Especialista en Educación, Maestrante en Administración de organizaciones. Directivo Docente Secretaria de Educación de Facatativá. Correo electrónico: alconcarlos@gmail.com

**** Administradora de Empresas, UNAB, Especialista en Gerencia Estratégica de Mercadeo, Maestrante en Administración de Empresas UNAB Florida y estudiante de Maestría en Administración de Organizaciones, UNAD.

***** Docente en la Escuela de Ciencias Administrativas, Contables, Económicas y de Negocios de la UNAD. Correo electrónico: clara.caviedes@unad.edu.co

****** Economista, Especialista en Gerencia estrategia de Mercadeo, estudiante de Maestría en Administración de   Organizaciones    de           la             UNAD,    Directora               de           la             oficina    de           programación       de   la             secretaria              de           obras      públicas de la Alcaldía de Chía. Correo electrónico: lvivianavalbuenat@gmail.com