Editorial

El arte contemporáneo pretende establecer vínculos participativos con el público, sin embargo, urge la necesidad de abordar reflexiones sobre el cómo y para qué entablar relación con “los otros” durante el proceso de creación. Desde hace ya varios años se ha transformado el público pasivo y contemplativo de la obra de arte silenciosa que reposa en gloriosas galerías, a acciones performáticas que vinculan comunidades activas y participativas, muchas veces conflictivas, no solo en el proceso de exhibición, sino además en todo el proceso de creación. No es solo un llamado de lista a los otros, es la invitación a romper esquemas y cambiar los propósitos que fundamentan el arte.