Experiencias en la cosecha de agua y restauración de suelos

Gloria María Cifuentes Molano

Ingeniera Agrónoma. Especialista en Ecología. Magister en Administración y Planificación Educativa. Docente Ocasional.

Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente –ECAPMA. Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Bogotá. Colombia.

gloria.cifuentes@unad.edu.co

Introducción

Las cosechas de agua son muy importantes en estos tiempos de cambio climático, en donde prevalecen periodos de gran sequía; consisten en procesos de almacenamiento de agua en el suelo producto de la escorrentía en laderas especialmente.   Algunos ejemplos pueden ser: las microcuencas Negarim, los contornos Ridges -para diversidad de cultivos- y diques semicirculares -para forrajes-. Los sistemas de captación tienen de 30 a 200 m de longitud y una relación de captación de 02:01 a 10:01 (Cifuentes, 2016). La gestión del agua hace parte de las estrategias de desarrollo sustentable y el uso del agua en tierras secas es limitado y por lo tanto es necesario generar estrategias que permitan almacenar el recurso hídrico para diferentes aplicaciones sobre todo en la agricultura. Sin embargo, la humanidad sobrevivirá en la medida en que se use racionalmente el suelo (Bernal, 2014).   

Los conocimientos y tecnologías apropiadas son de gran importancia sobre todo cuando se está ante condiciones restrictivas de escasez de agua en zonas secas, señala Abraham (2008). La cosecha de agua es una forma de almacenamiento y está representada en bordos, terrazas, pequeños y grandes surcos, microcuencas de diferente forma (Cuadradas, semicirculares o media luna).   Las cosechas de agua se pueden realizar a través de diferentes sistemas, clasificados por Hudson (1997) de acuerdo a su uso en: conservación de agua por medio de terrazas, bordos y surcos, en donde se almacena agua de escorrentía mediante estructuras físicas y captación de aguas lluvias que requieren alta capacidad de escurrimiento de agua, se almacena el recurso para ser utilizado en otro lugar.  Las microcuencas semicirculares, medias lunas y microcuencas son estructuras en donde el agua se recoge y se sostiene por tiempos realmente cortos mientras la planta la aprovecha. Fox (2001) en su estudio de viabilidad técnica y económica para el desarrollo de opciones de cosecha de agua, clasifica los sistemas de captación de agua de acuerdo con el tiempo de almacenamiento y la fuente de agua y además considera la pendiente del terreno, las propiedades físicas del suelo, la frecuencia y cantidad de lluvias, lo mismo que los costos del sistema de captura de agua y la cobertura vegetal existente. 

Desarrollo

En todo sistema de cosecha de agua se considera el área de captura del agua, el área en donde se almacena y el uso del recurso hídrico. Anaya & Martínez (2007) describen la microcaptación de agua como los sistemas de microcuencas que se utilizan para ser usados en cultivos de frutales, arbustos, árboles nativos y pastizales de manera que suplan las necesidades de agua a las plantas y mencionan las microcuencas Negarim, los surcos en contorno para árboles y arbustos y los bordes semicirculares para pastos y forrajes, de acuerdo con Morales (2009). 

Las zanjas de arena fueron consideradas como una metodología eficiente para aumentar el nivel de infiltración en el perfil del suelo al evaluar la cantidad de humedad del suelo y la profundidad de infiltración del agua en el suelo, la cual se comparó con el volumen de precipitación caída en un intervalo de tiempo. La profundidad de infiltración fue de 1 m y el contenido de agua en el canal de arena fue de 28% comparado con el área testigo o control en donde la infiltración en el perfil del suelo fue de 68cm y 19% de agua en el canal, señala Prinz (1996). Adicionalmente, Prinz (1996) indica la existencia de unos parámetros que se deben consideran en la selección de sistemas de captación de agua como la intensidad de la distribución de la escorrentía, la condición topográfica, las características de la infiltración en el área de estudio y la capacidad del suelo para almacenar el agua de escorrentía, lo mismo que la clase de plantación, dependiendo si es un árbol frutal, o un forestal, sin olvidar las condiciones socioecómicas y preferencias de los cultivadores. 

Los principales sistemas de aprovechamiento de agua o técnicas para almacenamiento de agua, son los sistemas de microcuencas como los contornos de borde usadas en áreas en donde la precipitación es de 300 a 600 mm/ año con pendientes de 1 - 25% de inclinación; dichos sistemas se encuentran con mayor frecuencia en áreas de cultivos forestales en regiones de Kenia. Las microcuencas semicirculares y triangulares usadas para el establecimiento de árboles usados en terrenos de 0,5 a 5% y en áreas con 300 mm anuales de precipitación, son estructuras de 1 a 7 m de perímetro, señalan Ojasvi et al. (1999).

En tanto que, las terrazas son micro estructuras llamadas terrazas o plataformas trazadas de acuerdo con las curvas de nivel de 5 a 50 m² y áreas de crecimiento de 1 a 5 m² en suelos con pendiente entre 1 a 50 m², la técnica de terrazas se ajusta a áreas con 200 a 600 mm/año de precipitación, indican Ojasvi et al. (1999). 

Las microcuencas Negarim, para siembra de árboles, se recomiendan en pendientes de 1 a 5% y en áreas cuya precipitación oscile entre 100 a 250 mm anuales, afirman Printz & Singh (1998), ejemplos de éste tipo de microcuencas se hallan en Israel y en India. Las técnicas de recolección de agua se aprovechan mejor en zonas áridas y semiáridas y de acuerdo con Mongil (2007) todo sistema de recolección de agua está compuesto por el área de impluvio que produce el agua necesaria para ser almacenada, y el área de recepción o lugar en donde se recolecta el recurso hídrico y en donde permanece almacenado generalmente por corto tiempo dependiendo de la capacidad y velocidad de infiltración del terreno. 

Altieri & Nicholls (2002) describen los sistemas de cosecha de agua en ambientes secos, como estructuras que permiten almacenar el agua en épocas en que el déficit de lluvias es constante, en zonas áridas y semiáridas, dado que el agua de escorrentía que se pierde por escorrentía superficial, infiltración o evaporación es capturada a través de estructuras. Algunos de los tipos de sistemas de cosecha de agua más importantes son:

Es importante observar que la cosecha de agua permite recolectar, almacenar y conservar la humedad especialmente en tiempos de sequía en áreas en donde el riego es ausente por falta del recurso hídrico. Martínez de Azagra & Mongil (2009) se refieren a la oasificación que permite mejorar condiciones de humedad en zonas desérticas creando las condiciones ideales para retener escorrentía, sedimentos y humedad, que brindan a la planta los nutrientes para su desarrollo y posibilidad de regenerar suelos y reforestar con especies vegetales apropiadas, alrededor de las cuales se crea una comunidad vegetal asociada, principio fundamental para la restauración de laderas y zonas áridas y semiáridas.   

Sin embargo, Anaya (1999) hace referencia a experiencias en México y a la importancia de los sistemas de captación de agua para mejorar los rendimientos, sobre todo en condiciones de secano, en donde la frecuencia y cantidad de lluvias es importante para determinar la capacidad del microembalse frente a las necesidades hídricas de la planta.     

Otro estudio importante referido a los antiguos y contemporáneos sistemas de captación de agua en México realizados por Anaya (1977) analiza las tecnologías milenarias de aztecas y mayas en cuanto al manejo del agua y las compara con la gestión de recursos naturales de la era actual. 

Afirma Anaya (1977) que los sistemas de captación de agua lluvia en ecosistemas de zonas áridas semiáridas, son fundamentales para el desarrollo de la agricultura, sin embargo, desde tiempos antiguos, los indígenas tenían sus propios sistemas para recolectar agua, muchos de ellos desarrollados de manera empírica. El 70% de los suelos de México de un total de 24 millones de ha, sufren problemas de sequía, erosión y comprenden zonas áridas y semiáridas que influye en la producción agrícola y ganadera. Tal situación se agrava máxime que México que cuenta con 20 millones de agricultores, los cuales se ven enfrentados a una disminución en la productividad de la tierra. Se muestra en el estudio la construcción de terrazas en sitios que hoy son riqueza arqueológica, igualmente la existencia de diques de contención en la zona del altiplano central de México. 

Conclusiones

Las cosechas de agua son técnicas que evitan la erosión del suelo y detienen su degradación ya que este proceso afecta el ciclo hidrológico y genera alteraciones en el balance hidrológico de acuerdo con Leal (2012).  Es por ello que dentro de la regulación de los servicios ecosistémicos se debe considerar el control de la calidad del agua pues son fundamentales para el bienestar humano (Corredor, 2012). Una adecuada producción agrícola requiere de una conciencia de sostenibilidad en la economía de los recursos para preservar la seguridad alimentaria del planeta, de acuerdo con Zúñiga (2012).  La FAO reconoce que en 2009 el número de personas que sufren desnutrición y hambre en el mundo superaba los 1000 millones y sigue en aumento en la época actual. Por ello la responsabilidad de gestionar la calidad y uso racional del agua en los sistemas productivos debe   priorizarse en estos tiempos de cambio climático.   

Literatura citada

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