Recibido: 30-10-2020
Aprobado: 23-03-2021
DOI: https://doi.org/10.22490/27452115.4702
Resumen
La escasa participación de las familias en los centros escolares evidencia la necesidad de integrarlos mediante uso de herramientas para la educación presencial o virtual. Ya que cuando el hijo/a tiene necesidades educativas especiales, debido al tiempo extra que exige una atención específica, no es suficiente el apoyo académico del docente, sino que se requiere el apoyo familiar para el aprendizaje. Las nuevas tecnologías podrían aumentar dicha participación, pues está libre de horarios y desplazamientos. Se presenta un primer estudio sobre las preferencias de uso de soportes tradicionales (papel y lápiz), frente a tecnológicos (correo electrónico, internet, WhatsApp), para cumplimentar cuestionarios sobre la calidad de vida familiar. Se trabaja con 124 familias, 61 de ellas de colegios de educación especial y 63 de educación general. Los resultados apuntan a que las familias prefieren los medios según los usos del centro educativo. El porcentaje de participación es significativamente mayor cuando la alternativa elegida es la digital. Este resultado, abre nuevas formas de relación con las familias desde los centros escolares para una mejor inclusión social y aprendizaje.
Palabras clave Educación Especial; Educación General; Familia y participación en educación; Tecnología digital; Preferencias educación.
Abstract
The low participation of families in schools shows the need to integrate them using tools for face-to-face or virtual education. When the child has special educational needs, due to the extra time required for specific attention, the teacher’s academic support is not enough, and family support is also required for learning. New technologies could increase this participation since it is free of schedules and travel distances. An initial study is presented regarding the preferences for using traditional media (paper and pencil), versus technological ones (email, internet, WhatsApp), to fill in questionnaires about family life quality. It works with 124 families, 61 of them from special education schools and 63 from general education schools. The results suggest that families prefer to choose the media according to uses of the educational institution. The participation percentage is significantly higher when digital alternatives are chosen. This result opens new relationships between families and schools by having a better learning experience and more social inclusion.
Keywords: Special education, general education, family and participation in education, digital technology, education preferences.
Resumo
A baixa participação das famílias nos centros escolares evidencia a necessidade de integrá-los por meio do uso de ferramentas de educação presencial ou virtual. Desde quando a criança tem necessidades educacionais especiais, devido ao tempo extra que requer atenção específica, não é suficiente o apoio acadêmico do professor, em vez disso, o apoio da família é necessário para a aprendizagem. As novas tecnologias podem aumentar essa participação, já que é livre de horários e deslocamentos. É apresentado um primeiro estudo sobre as preferências pelo uso de suportes tradicionais (papel e lápis), versus tecnológicas (e-mail, internet, WhatsApp), para o preenchimento de questionários de qualidade de vida familiar. Trabalha-se com 124 famílias, 61 delas de escolas de educação especial e 63 de educação geral. Os resultados apontam que as famílias preferem a mídia de acordo com os usos do centro educacional. O percentual de participação é significativamente maior quando a alternativa escolhida é o digital. Esse resultado abre novas formas de relacionamento com as famílias desde os centros escolares para melhor inclusão social e aprendizagem.
Palavras chave: Educação Especial; Educação Geral; Família e participação na educação; Tecnologia digital; Preferências de educação.
Introducción
Formas de participación de la familia en la escuela
La responsabilidad natural de educar recae en los padres, por lo que la escuela supone un complemento normal para esta misión educativa en nuestra sociedad. La participación es un mecanismo necesario e imprescindible para que progenitores y escuela puedan unir esfuerzos e ir al unísono en la formación integral y en la educación del menor. Es un medio de canalización de la colaboración y de la ayuda entre el entorno escolar y familiar. Según la teoría de Bronfenbrenner (2002),la educación y la formación del niño, se desarrolla a partir de las relaciones e influencias entre los ambientes en los que se desenvuelve.
El derecho a la participación de los padres en la escuela viene recogido en las distintas leyes españolas, las cuales han ido cambiando adaptándose a los cambios en la actualidad. Uno de los principales cambios en nuestra sociedad, es la incorporación de la mujer al trabajo, requiriendo adaptación de las normativas vigentes. La Ley de educación actual, la LOMCE, Ley orgánica 8/2013, para la mejora de la calidad educativa, la cual modifica parcialmente la Ley orgánica 2/2006 de 3 mayo de educación, LOE, recoge en su preámbulo la necesidad de la implicación familiar, escolar y social para el desarrollo y formación de los menores. Así como hace mención a la corresponsabilidad que existe entre las familias y el centro educativo a la hora de educar.
Debemos de tener en cuenta que la forma de definir la participación de las familias en la escuela varía en función de los autores. Cada familia es distinta, por lo que su participación dependerá de distintos factores, algunos de ellos son: variables culturales, nivel económico, grupo étnico, experiencia previa en la participación en el ámbito escolar y atribuciones como padres. Un factor muy importante es la necesidad percibida de cada familia a la hora de participar, la cual varía entre familias y marca la participación activa o pasiva de los progenitores en el ámbito educativo.
Una forma de participación que está en auge es a través de las nuevas tecnologías, con el objetivo de favorecer la comunicación familia – escuela. Entre los canales de comunicación que se utilizan en los centros educativos, encontramos: las webs y blogs y las plataformas y correos. En lo que respecta las webs y blogs en España, son dos canales de comunicación muy utilizados, pero solo informan, ya que los datos van en una sola dirección, es decir, del centro a las familias, dándose en pocas ocasiones feedback por parte de las familias. Por otra parte, las plataformas y correos, dentro de la comunidad educativa, son los canales de comunicación online más conocidos, permitiendo la bidireccionalidad. Pero las funciones de estas son variadas, ya que través de las plataformas, las familias reciben información del grupo clase de su hijo/a e información individual de este. En cuanto a los correos, presentan dos funciones: para informar de cuestiones generales del centro, y para establecer comunicación padres-tutor/a. Encontramos que a pesar de que algunas familias rechazan la eficacia de estos canales de comunicación, en general, se valoran de forma positiva estos recursos y muestran una actitud positiva (Macià, 2016)
En cuanto a la valoración que hace la familia sobre las TIC, se llevó a cabo un estudio en la región de Murcia con familias de alumnos/as de educación infantil y primaria (Lozano, Ballesta, Alcaraz, et.al., 2013) donde los resultados apuntan a una tendencia positiva en el uso y la incorporación de TIC en el aula, así como a recibir formación sobre los medios digitales utilizados en los centros educativos. En esta misma línea encontramos, el estudio de Vázquez, López y Colmenares (2014) sobre la participación de las familias, a través de una plataforma virtual institucional “Papas” como medio de comunicación entre familia – escuela. Dicho estudio se realizó en Toledo (Castilla La Mancha) con una muestra de 1000 personas entre profesorado, alumnado y familias. Concluyeron que este tipo de herramientas basadas en TIC, favorece la participación más activa por parte de las familias, dándose una tendencia en el interés de estas por ampliar sus relaciones con el centro escolar. Además la participación activa, trae consigo la mejora del rendimiento académico, dato significativo que motiva continuar investigando en esta línea para mejorar la participación de las familias en los asuntos escolares.
En esta misma línea, Domínguez (2010) nos habla de la importancia que tiene la relación familia – escuela en el desarrollo óptimo del alumnado, siendo necesario que para que ésta mejore y aumente; se debe proporcionar una formación adecuada de los docentes para afrontar dicha situación y facilitarla.
Formas de recogida de información desde el centro escolar
Nos encontramos diferentes formas en investigación para recoger información de las familias proveniente del entorno escolar. Estas han ido evolucionando y adaptándose a las nuevas tecnologías, pudiendo ser más flexibles para llegar a las familias y adaptarlas a ellas. Se ha pasado de las encuestas presenciales en formato papel, a la recogida de información a través de las encuestas en línea o envío por correo electrónico, para poder llegar a más personas y en varios idiomas. Aun así, nos encontramos con dificultades en la obtención de datos, debido a que la familia es la encargada de facilitarlos y hacerlos llegar a través del centro. Como se comentaba anteriormente, en función de la necesidad percibida por cada familia, así será su participación en las investigaciones que se lleven a cabo en los centros educativos.
A nivel científico, encontramos dos líneas de investigación: una que se ha centrado en la identificación del nivel de participación de los padres en el ámbito educativo, que busca diferentes ámbitos de colaboración y, otra, que busca los beneficios que conlleva la cooperación entre familias y escuela.
Según el análisis de los resultados obtenidos en tres décadas
(Colás y Contreras, 2013) se encuentra
una tendencia positiva en la participación de las familias. Aun así, no se alcanzan niveles óptimos deseables si tenemos en cuenta
los beneficios que aporta la participación de las familias en integración cohesión social y rendimiento escolar. Colás y Contreras (2013)
realizaron un estudio con padres/madres de alumnos/as matriculados en la Educación Primaria
en Sevilla. Entre sus principales resultados hallaron que la participación de las familias es un indicador de la calidad del Sistema Educativo. En este sentido, concluyen que hay una diferencia en la participación de las familias, siendo
baja en determinadas formas de participación, y positiva y/o activa, en otras. Por ejemplo, la respuesta más baja es en la colaboración de actividades escolares o la pertenencia al Consejo Escolar. En esta misma línea, obtienen resultados
similares
Lozano, Alcaraz y Colás, (2014) en la comunidad murciana. En cambio, las modalidades de colaboración en tareas escolares y comunicación, reciben mejor aceptación por parte de los padres.
Entre los motivos prioritarios para recoger la información que proviene de
las familias, se encuentran: la toma
de datos sobre el desarrollo de los alumnos, sus hábitos en el hogar, sus relaciones en el seno familiar, así como todo
lo relacionado con el rendimiento académico. Concretamente sobre la forma de estudio y el tiempo de dedicación. Con menor frecuencia, lo que interesa es conocer el entorno familiar, saber de sus relaciones, de sus dificultades, de los
cambios y adaptaciones que deben realizar como sistema nuclear de la sociedad. Cobra cada vez más interés, explorar la calidad de vida familiar, lo que da lugar a este primer estudio sobre las preferencias de uso de las nuevas tecnologías
en la relación con el colegio.
La calidad de vida familiar como punto de interés inclusivo
El punto de mira sobre cómo están las familias, se aborda desde el enfoque y los estudios de calidad de vida. La Organización Mundial de la Salud define calidad de vida “como la percepción que tienen los individuos de su posición en la vida en el contexto de su cultura y de su sistema de valores, y en relación a sus objetivos, expectativas, normas y preocupaciones”. Según Schalock (1996), es un concepto multidimensional que refleja las condiciones de vida deseadas por una persona en relación a ocho necesidades: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos.
La calidad de vida representa un agente de cambio donde se tienen en cuenta cuatro elementos básicos (Schalock y Verdugo, 2007):
Siguiendo las definiciones de calidad de vida familiar, podemos apreciar que para que haya una percepción de calidad de vida satisfactoria, la familia debe sentirse integrada dentro de su comunidad, y que esta le sirva los apoyos y servicios
necesarios para conseguirla. Siguiendo el estudio de Benito y Carpio (2013) hallaron que las familias mostraban insatisfacción en las dimensiones de recursos generales de la familia (ReF) y apoyo a la persona con discapacidad (AD), dándole
mayor importancia a esta dimensión
e interacción familiar.
En dicho estudio, se halló que a mayor importancia y satisfacción en las distintas dimensiones de la escala de calidad de vida mayor valor de calidad de vida percibida en las familias. Similares resultados se obtuvieron en el estudio realizado
por Verdugo, Gómez y Córdoba (2008), con 385 familias de
niños/as y adolescentes de la ciudad
de Cali (Colombia). Las dimensiones que expresan insatisfacción fueron ReF y AD y las que le dan importancia fueron igualmente la Interacción
familiar y AD. Datos similares, encontramos en el estudio realizado con hermanos/as de niños/as con autismo, por Pérez y Verdugo (2008) donde las dimensiones más importantes fueron salud y seguridad y AD.
Por tanto, es necesario que las familias, perciban que están incluidas dentro de su comunidad, porque de esta manera su calidad de vida familiar será percibida favorablemente y sientan que tienen recursos y apoyos para conseguirlo.
Metodología
Se plantea un primer estudio sobre la participación de las familias en asuntos educativos del colegio. Dicha exploración estará inserta en un estudio posterior sobre la calidad de vida en diferentes tipos de familia y de entornos. Como tarea, se presenta una recogida de información sobre un tema de interés intrínseco que pudiera captar la atención de las familias. Se elige el tópico de la calidad de vida familiar, pues suele estar bastante olvidado al priorizar siempre la educación de los hijos. Se supone que cualquier familia va a estar interesada en conocer cómo aparece su propio sistema familiar respecto a los factores más importantes que miden la calidad de sus relaciones. Por consiguiente, se planifica entregar un cuestionario al respecto, para que los padres lo cumplimenten de una manera confidencial y voluntaria. Se les ofrece la posibilidad de entregar los resultados particulares a los que lo soliciten para asegurar un beneficio de esta práctica.
Para explorar un primer aspecto de la participación familiar, se parte de una tarea sencilla como es rellenar información con un cuestionario. Sería solicitado desde el colegio y tendría un interés educativo intrínseco. Se les ofrece la posibilidad de contestarlo por escrito (con papel y lápiz), o bien mediante tecnología digital (internet, correo electrónico o WhatsApp). Así se podría explorar las preferencias de las familias en el uso de tecnología digital, frente a la tradicional, con idea de utilizar los métodos favoritos en la relación con las familias.
En estudios ulteriores se podría seguir analizando la participación de otras tareas de intervención sobre aquellos aspectos de la calidad de vida que se podrían mejorar.
Muestra
La muestra se compone de 124 familias voluntarias procedentes de cuatro colegios, tanto de colegios de educación general ubicados en Toledo (N= 63), como de educación especial ubicados en Toledo y Ciudad Real (N=61). Interesa conocer si hay diferencias en las preferencias del uso digital o tradicional, cuando se contestan cuestionarios o se realiza otro tipo de recogida de información, si hay algún hijo/a con necesidades educativas especiales, pues se supone que estas familias tienes más riesgos de alterar la calidad de vida, al haber más factores influyentes, como más elementos de trabajo, de mayor duración, y con menos recursos externos.
Se informó a través de charlas informativas en los centros, mediante el equipo docente y cartas informativas, sobre los objetivos de este primer estudio y de los siguientes, con el fin de favorecer y fomentar la participación de las familias en los asuntos de educación escolar, y de mejorar la calidad de vida de las familias. Se aseguró la confidencialidad de los participantes a través de la identificación de los cuestionarios con un código de cifras y letras elegido por los padres/madres. La única condición que se les puso fue que señalaran si su hijo/a estaba escolarizado en un centro de educación general o especial, asegurando así no desvelar datos procedentes de colegios concretos.
Se ofreció a los 13 colegios de educación especial de Castilla-La Mancha y accedieron a este primer estudio 2 de ellos. Se buscaron después colegios de educación general, que pudieran asemejar en número de familias potenciales, siendo uno de ellos público y el otro concertado. De aquí salieron las 61 familias voluntarias de educación especial y las 63 de educación ordinaria.
Características de los centros
Los alumnos/as matriculados en uno de los centros están entorno a los 185 alumnos/as. La mayoría residentes en las zonas limítrofes al centro y un bajo porcentaje en pueblos cercanos u otras zonas de la ciudad. Dándose un incremento en los últimos años, de alumnado inmigrante de diversas nacionalidades, entorno a un 20 – 25% tanto en infantil como en primaria.
En cuanto a las características del alumnado, destacamos:
Para mejorar el rendimiento escolar, la comunidad educativa adquiere unos compromisos. Por una parte el centro:
Por otra parte, las familias:
Otro de os colegios de educación General es una escuela concertada de ideario cristiano. Sus valores se basan en la integración del alumnado, la importancia del saber como medio para servir mejor y la sensibilidad por los necesitados. Su objetivo es ofrecer un servicio cada vez mejor a las clases sociales más desfavorecidas, actualmente cuentan con más de 600 alumnos.
Enmarca su oferta educativa en tres niveles, abarca las edades de 3 – 16 años:
Respecto a los centros de Educación Especial, en uno de ellos hay matriculados 80 niños. Las edades oscilan entre los 4 y los 21 años. El objetivo del centro es la consecución y adquisición de la autonomía personal y hábitos sociales. El centro tiene un carácter ambientalista y busca la inserción y colaboración entre medio físico y social donde se desenvuelve el alumnado.
La principal característica del alumnado es que presenta deficiencias psíquicas y en algunos casos asociada a otro tipo de deficiencias. Encontramos un 90% de alumnos que son plurideficientes, que varía entre grados severos y profundo, como: deficiencia mental severa y profunda; problemas y trastornos graves de la personalidad síndrome Down; autismo; psicosis; parálisis cerebral; alumnos con cegueras de distintos grados, sordos y sordo ciegos. Los ciclos se distribuyen en:
Una de las características de este centro, es que cuenta con residencia de lunes a viernes para un promedio de 25 niños/as, mientras que el resto acude al centro a diario.
En otro de los centros de Educación Especial, los alumnos/as matriculados en el centro está en torno a 117. Las edades del alumnado oscilan entre los 3 años y los 21, con necesidades educativas especiales. Las discapacidades se pueden englobar en: trastornos generalizados del desarrollo, discapacidad psíquica, alteraciones graves del comportamiento, asociadas a discapacidad psíquica y pluridiscapacidades. Atendiendo a la edad encontramos:
Encontramos dos modalidades de escolarización por un lado alumnos escolarizados a tiempo total en el centro de educación especial y alumnos con escolaridad combinada entre el CEE/ y Centro ordinario (2/3 días).
Una vez seleccionados colegios de educación general y ordinaria de entornos similares, para que las familias pertenecieran a contextos sociales parecidos, se procedió a medir la primera participación de las familias en un primer estudio que se describe a continuación.
Instrumentos
Se diseñó un cuestionario basado en el Cuestionario de calidad de Vida Familiar (CdVF) de Climent. Mide el nivel de calidad de vida percibido por las familias globalmente y se subdivide en 7 dimensiones (bienestar emocional, interacción familiar,
salud, bienestar económico, organización y habilidades parentales, acomodación familiar e inclusión y participación). Las escalas son de autoaplicación y deben ser respondidas por la familia, en 25 a 30 minutos aproximadamente. Las escalas
son de tipo Likert con puntuaciones del 1 al 5 y contienen dos apartados. En el primero se solicita información sobre la persona que contesta la escala y sobre el alumno/a con necesidades educativas especiales. En el segundo, se presentan
aleatoriamente los ítems de las siete dimensiones de calidad de vida familiar, donde 1= nunca, 2= raramente,
3= a veces, 4= a menudo y, 5= siempre.
Hay una opción de “no es mi caso” para aquellas situaciones que no reflejen la
realidad concreta de la familia. Las dimensiones son : Bienestar emocional (“En general, todos los miembros de mi familia gozan de buena estabilidad emocional”), Interacción familiar (“Disponemos de tiempo para la vida en pareja”) , Salud
( “Mi familia recibe la atención psiquiátrica y/o psicológica que necesita”), Bienestar Económico (“Mi familia goza de un equilibrio económico suficiente para encarar el futuro con tranquilidad”) , Organización y habilidades parentales
(“En mi familia se comparten las tareas del hogar”), Acomodación de la familia (“Mi familia se adapta a las necesidades del familiar con discapacidad”) , Inclusión y participación social (“Mi familia puede hacer lo que hacen el resto de
familias”). Los distintos contenidos de las dimensiones pueden orientar sobre posibles objetivos de intervención.
Aunque es una prueba de calidad de vida familiar elaborada para familias que tienen un miembro con discapacidad en español, se adaptó la redacción de la prueba para las familias de alumnos sin discapacidad y en otros idiomas.
Las familias
extranjeras no se incluyeron en la muestra, al no pertenecer a la misma cultura, aunque se les ofreció participar como una actividad del colegio. De esta manera nos sometemos a las ideas del “Diseño para todos”, de la Declaración de Estocolmo”,
al utilizar las misma prueba de manera inclusiva.
Los formatos utilizados fueron de dos maneras:
Se ofrecieron ambos formatos, tradicional y digital, a todas las familias voluntarias que participaron en el estudio, para que pudieran elegir libremente el formato que preferían. Se les aseguró la confidencialidad en la identificación y protección de datos, para ello se hizo a través de cifras y letras elegidas por las familias. Tampoco debían señalar el colegio de procedencia, sino sólo el tipo de escolarización. Además se les brindó recibir una devolución de la información obtenida en los cuestionarios de forma individualizada y personal, así comentar con psicólogos estos resultados obtenidos, con el objetivo la de mejorar de la calidad de vida familiar y detectar posible déficit en alguna de las dimensiones.
Resultados
Entre los resultados obtenidos (Tabla 1) cabe destacar, que las familias con hijos/as con discapacidad (61) eligieron el formato tradicional para contestar los cuestionarios, mientras que las familias con hijos/as sin discapacidad (54) eligieron el formato digital. Hay que señalar que solo dos de las familias cuyos hijos estaban escolarizados en Educación especial, optaron por el formato digital.
Tabla 1. Frecuencia de familias según los tipos de centro y de uso de formato de respuesta de la encuesta
TIPO DE COLEGIO |
NÚMERO DE FAMILIAS |
FAMILIAS PARTICIPANTES |
FORMATO PAPEL |
FORMATO DIGITAL |
CEIP PÚBLICO |
92 |
37 |
3 |
34 |
CEIP CONCERTADO |
210 |
26 |
6 |
20 |
Colegios de Educación General |
302 |
63 |
9 |
54 |
CEE PÚBLICO |
63 |
41 |
39 |
2 |
CEE PÚBLICO |
77 |
20 |
20 |
0 |
Colegios de Educación Especial |
140 |
61 |
59 |
2 |
Se observa una tendencia contraria en el uso de las nuevas tecnologías, dependiendo de si se procede entre un Colegio de Educación Ordinaria o un colegio de Educación Especial (Figura 1).
Se planteó entonces explorar las costumbres de las familias de Educación Especial sobre el uso del ordenador, de la conexión a internet, de dispositivos móviles, a través de un cuestionario de recogida de información. También se incluyeron preguntas sobre el tiempo disponible para acudir o responder a la participación con el colegio. A continuación, se detallan los resultados obtenidos en la Figura 1.
Figura 1. Frecuencia del uso de formatos para completar encuesta, comparando familias procedentes de colegios ordinarios y especiales
En la tabla 2, obtenemos dos datos significativos, por un lado un 31,1% de las familias no tienen disponibilidad de usar ordenador con internet y por otro lado un 39,3 realiza un uso diario del mismo de entres 1 – 2 horas. La tabla 2 hace referencia al uso de internet, observamos que un 37,7% conoce algún servicio de acceso a internet, mientras que un bajo porcentaje que no tiene conexión particular 4,9%.
Tabla 2. Uso de ordenador de las familias de colegios de Educación Especial
Frecuencia |
Porcentaje |
|
No tengo disponibilidad de usar ordenador |
19 |
31,1 |
Lo uso a diario, entre 1-2 horas |
24 |
39,3 |
Lo uso a diario, entre 3-5 horas |
4 |
6,6 |
Lo uso a diario, más de 6 horas. |
5 |
8,2 |
No sabe/no contesta |
9 |
14,8 |
Total |
61 |
100,0 |
Tabla 3. Uso de Internet de las familias de colegios de Educación Especial
Frecuencia |
Porcentaje |
|
No tengo conexión en mi casa |
12 |
19,7 |
No tengo conexión particular |
3 |
4,9 |
Conozco algún servicio de acceso a internet |
23 |
37,7 |
No sabe/no contesta |
23 |
37,7 |
Total |
61 |
100,0 |
Gráfico 1. Uso del ordenador
Gráfico 2. Uso de internet
En cuanto al uso del teléfono móvil (Tabla 4), podemos ver que un 47,5% tiene acceso desde el terminal móvil a internet y hace uso a menudo del mismo. En lo que se refiere a la formación en línea, un 37,7% no le importaría recibir formación a través de internet si se trata de algo de su interés. Encontramos bajos porcentajes en los ítems nunca he recibido formación en línea o por internet (cursos, carrera, etc.) y he buscado información que me interesaba en internet, 16%, 4% y 13,1% respectivamente.
Tabla 4. Uso de teléfono móvil de las familias de colegios de Educación Especial
Frecuencia |
Porcentaje |
|
Sólo tengo línea de teléfono |
9 |
14,8 |
Tengo acceso a internet desde el terminal móvil, pero no lo uso. |
6 |
9,8 |
Tengo acceso a internet desde el terminal móvil y lo uso a menudo |
29 |
47,5 |
Tengo acceso a internet desde el terminal móvil y lo uso mucho |
10 |
16,4 |
No sabe/no contesta |
7 |
11,5 |
Total |
61 |
100,0 |
Tabla 5. Formación Online de las familias de colegios de Educación Especial
Frecuencia |
Porcentaje |
|
Nunca he recibido formación on-line o por internet (curso, carrera, etc.) |
10 |
16,4 |
He buscado información que necesitaba en internet |
8 |
13,1 |
No me importaría recibir formación en algo que me interese, a través de internet. |
23 |
37,7 |
No me gusta la formación on-line. Es mejor la presencial. |
14 |
23,0 |
No sabe/no contesta |
6 |
9,8 |
Total |
61 |
100,0 |
Gráfico 3. Uso del teléfono móvil
Gráfico 4. Formación Online
Gráfico 5. Tiempo disponible de participación con el colegio.
En el Gráfico 5, se recoge información sobre el tiempo de participación con el colegio, y obtenemos un dato muy significativo, más de 50% de las familias contestan que no les importaría recibir apoyo y formación sobre asuntos familiares a través de internet.
Conclusiones
A través del estudio realizado observamos diferencias entre las familias con hijos/as con menor discapacidad y las familias ordinarias, en cuanto al uso de las nuevas tecnologías, sobretodo en el uso de internet cuando se requiere su participación, para obtener información de las mismas. Como se ha comentado en los resultados, las familias de los centros generales en su mayoría prefieren el formato digital al de papel, mientras que en el caso de las familias de centros de educación especial prefieren el formato tradicional al digital. Sería necesario seguir investigando en este sentido para conocer qué variables y /o factores condicionan estas preferencias. Porque según muestran los resultados, un 37,7% de las familias de centros con necesidades de educación especial no le importaría recibir formación a través de internet en un tema que les interese. Pero, por otro lado, un 31,1% de las familias no tiene disponibilidad de usar el ordenador, mientras que un 39,3% realiza un uso diario del mismo de entres 1 – 2 horas. Sería necesario conocer si estas familias no tienen los recursos suficientes para el acceso a las nuevas tecnologías o formas de comunicación, o bien, pudiera ser que el cuidado de menores con discapacidad requiere una mayor dedicación y trabajo por parte de los progenitores.
En lo referente a la participación por parte de las familias en los asuntos escolares, obtenemos datos optimistas en cuanto a las familias de educación especial, ya que más de un 50% afirma que no les importaría recibir apoyo y formación sobre asuntos familiares a través de internet. Dichos resultados coinciden con los obtenidos en otras investigaciones. Con el estudio realizado por Colás y Contreras (2013) donde analizan resultados obtenidos a través de tres décadas, concluyendo que hay una tendencia positiva en la participación de las familias con el centro educativo, en la educación de sus hijos.
Por ello, encontramos nuevas formas de participación cuyo objetivo es favorecer la comunicación familia – escuela a través de las nuevas tecnologías: las webs y blogs y las plataformas y correos. En España, son dos canales de comunicación
muy utilizados, pero las webs y los blogs solo informan. En cambio, las plataformas y correos, permitiendo la bidireccionaldad, son atractivas para las familias y la participación de ellas en la educación de sus hijos. En general, las
familias valoran de forma positiva estos recursos y muestran una actitud positiva
(Macià, 2016) a su uso. Estos datos coinciden con el estudio realizado por Lozano, et.al. (2013) sobre la valoración que hace la familia sobre las TIC,
donde los resultados apuntan a que las familias muestran una tendencia positiva en el uso y la incorporación de TIC en el aula, así como recibir formación sobre los medios digitales utilizados en los centros educativos para aplicarlos
en el entorno familiar.
En esta misma línea, Vázquez et.al. (2014)
analizan la participación de las familias, a través de “Papas” una plataforma virtual institucional como medio de comunicación entre familia – escuela, concluyendo que este tipo de herramientas
basadas en TIC, favorece la participación más activa por parte de las familias, dándose una tendencia en el interés de estas por ampliar sus relaciones con el centro escolar. Además la participación activa, trae consigo la mejora del rendimiento
académico, dato significativo que motiva a continuar investigado en esta línea para mejorar la participación de las familias en los asuntos escolares.
Como se observa, la relación familia – escuela influye en el desarrollo óptimo del alumnado (Domínguez, 2010), siendo necesario que para que este mejore y aumente, es necesario proporcionar una formación adecuada a los docentes para afrontar la participación de las familias y facilitarla de forma permanente.
En conclusión, este estudio nos puede servir para marcar futuras líneas de investigación, por un lado los factores que influyen en la preferencia de elegir formato digital y/o papel en la recogida de información y por otro lado, los factores que influyen en la participación de las familias en los asuntos escolares. Ya que, es vital la coordinación entre familias y centro escolar para la calidad de vida familiar y rendimiento académico de los menores, así como mejorar los canales de comunicación a través de las TIC.
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Este artículo es producto de nueva Gestión del Conocimiento y resultado ampliado de la Ponencia en el I Congreso Internacional de Comunicación Inteligente y Tecnologías Digitales para la Educación y la Inclusión Social.
1. Doctora en Psicología. Investigadora en discapacidad, familia, dificultades de
aprendizaje y desarrollo de competencias. Premiada por la Fundación del Centro de Investigaciones
Científicas en 2018. Profesora Contratada Doctora. Facultad de Educación de Toledo, Universidad de
Castilla-La Mancha (España). Codirectora Máster Intervención en TEA en ciclo vital MITEA-2. Email:
Carmen.Carpio@uclm.es.
ORCID: 0000-0002-8053-1789.
2. Posgraduada en Neuropsicología Clínica. Máster Universitario en Investigación en Psicología Aplicada. Investigadora en Psicología de la discapacidad y la calidad de vida familiar. Doctoranda y Profesora asociada en Ciencias de la Salud. Universidad de Castilla-La Mancha (España). Email: Elena.Benito@alu.uclm.es elenabela200@yahoo.es.