Mitsehenlassen en Heidegger. �C�mo la comunicaci�n llega a ser lo que es?
Mitsehenlassen in Heidegger. How does communication become what it is?
Jairo Guti�rrez Bossa[1]
Luis Eduardo Contreras Rodr�guez[2]
Resumen
Este art�culo, de tipo cualitativo y de corte hermen�utico, se desprende de la investigaci�n titulada La comunicaci�n como problema en la filosof�a en la Universidad del Atl�ntico. En esta oportunidad se expone la propuesta de Martin Heidegger, quien define el comunicar como Mitsehenlassen, relacion�ndolo con las implicaciones p�blicas, sociales y filos�ficas en las que est� inmerso. La pregunta que guiar� este documento es �c�mo la comunicaci�n llega a ser lo que es? Lo que permitir� alcanzar el objetivo del art�culo, que es exponer la importancia de la comunicaci�n (Mitsehenlassen) en la filosof�a de Martin Heidegger.
Palabras clave: Comunicaci�n, Martin Heidegger, Mitsehenlassen, Sein und Zeit, Sehen lassen.
Abstract
This article, of a qualitative and hermeneutic nature, is derived from the research on Communication as a problem in philosophy at the Universidad del Atl�ntico. On this occasion, it presents Martin Heidegger's proposal, which defines communication as Mittsehenlassen, relating it to the public, social and philosophical implications that it is immersed in, as well as answering the question How does communication become so? This will allow to reach the objective of the article, which is to expose the importance of communication (Mitsehenlassen) in Martin Heidegger's philosophy.
Keywords: Communication, Martin Heidegger, Mitsehenlassen, Sein und Zeit, Sehen lassen.
Introducci�n
Comunicar toca al ser en todas sus estructuras existenciales y es la mediaci�n por la que se puede crear una visi�n de mundo y composiciones sociales. Estas caracter�sticas han expandido un pliego de posibilidades de desarrollo y progreso en la comunicaci�n como campo de estudio. El saber comunicacional es rico y nutritivo, hay espacios para el desconcierto y la penumbra, su transversalidad la convierte en el escenario id�neo para comprender los l�mites de la vida y la existencia de la condici�n humana, porque la comunicaci�n es un hecho humano social que solo se da en la pr�ctica y es ah� donde se da su aporte reflexivo (Restrepo, 1997). Por ese motivo, Heidegger �y otros pensadores[3] del siglo XX� no dio la espalda a un tema tan fundamental como la comunicaci�n, abord�ndola en su aspecto ontol�gico y existencial. El alem�n no elabor� una teor�a o una disciplina, el autor asume la comunicaci�n como un campo existencial de actuar humano, de ah� que su visi�n de comunicaci�n no debe comprenderse desde el concepto mismo de �comunicar� sino desde la definici�n que �l crea para abordar dicho tema: Mitsehenlassen.
Mitsehenlassen fue traducido por Jos� Gaos como co-permitir ver, definici�n de comunicaci�n de Martin Heidegger mencionada en Sein und Zeit (1967), en la parte 33 del punto V, secci�n A, titulada �El enunciado en cuanto modo derivado de la interpretaci�n�.
No obstante, para realizar el abordaje aproximativo de esta tem�tica, es necesario tratar en primera medida el sehen lassen, porque es donde surge la condici�n p�blica del Dasein, pero tambi�n donde el acto de comunicaci�n se vuelve inaut�ntico, aconteciendo una comunicaci�n que no comunica, lo que se debe a dos caracter�sticas a tratar: los medios de comunicaci�n y la �comprensi�n media� que surge de ellos.
En consecuencia, surge la necesidad de una nueva interpretaci�n de la comunicaci�n que conlleva creer en una forma diferente de pr�ctica comunicativa, incluso de usar distintamente el t�rmino. �Cu�l es el t�rmino adecuado para Heidegger? El de Mitsehenlassen, que es la comunicaci�n en su condici�n existencial, no te�rica o disciplinaria, sino desplegada en toda su libertad creadora. Es el acto de develamiento genuino del Dasein. En la segunda parte del art�culo se hablar� del por qu� el Mitsehenlassen no tiene nada que ver con las median�as, y por qu� estas median�as son los conductos en los que fluye la comunicaci�n no comunicante, convirtiendo al Mitsehenlassen en el modo en el que la comunicaci�n llega a ser lo que es.
Este art�culo de investigaci�n reflexiva se desarrollar� desde un marco hermen�utico filos�fico, usado de manera cr�tica para evitar apreciaciones subjetivas y arbitrarias, ajust�ndonos a los autores y sus planteamientos. As�, se alcanzar� el objetivo de exponer la importancia de la comunicaci�n en la filosof�a de Martin Heidegger, especialmente en su obra Sein und Zeit. Adem�s, la visi�n de Mitsehenlassen abre un abanico de m�ltiples posibilidades de nuevos estudios en comunicaci�n, en cuanto a su relaci�n con la filosof�a, por eso los cuestionamientos a resolver son: �c�mo la comunicaci�n para Heidegger puede no comunicar? �Cu�l es el paso inicial para que la comunicaci�n llegue a ser lo es? �C�mo el Mitsehenlassen expresa con m�s exactitud lo que deber�a ser la comunicaci�n?
Conceptualizaci�n fenomenol�gica de los aportes a la comunicaci�n en Edmund Husserl
La problem�tica de la comunicaci�n desde el punto de vista fenomenol�gico tiene sus ra�ces en la intersubjetividad que plante� Husserl, en la relaci�n empatizante por la que, por medio de tales interacciones, buscamos acuerdos mutuos. El reconocimiento mediante la empat�a se separa de la vieja visi�n psicologista de la Einf�hlung, que contempla al otro como perteneciente a lo propio, es decir, el yo y el otro son uno, no hay alteridad, sino una reducci�n en la unidad del yo. Existe indudablemente un proceso de analog�a, pero la fenomenolog�a crea una ruptura en donde podemos ser an�logos; es decir, no reducir al otro como un producto o extensi�n de lo propio, sino que mediante la comunicaci�n cada uno mantiene sus diferencias. En el mundo de la vida, donde se desarrolla lo pr�ctico, encontramos otras personas y la primera imagen que nos hacemos de ellas es gracias a su cuerpo, a su apariencia, pero no sabemos nada de sus vivencias, su pasado, sus anhelos, etc. Solo al entablar una comunicaci�n tenemos una experiencia estrictamente de ellos, de su ser y sus vivencias donde habita una subjetividad y de donde surge la teor�a sobre la experiencia del otro, concepci�n que tambi�n se aplica para el mundo. �
[�]La fenomenolog�a como ciencia de la conciencia pura trascendental, disciplina que difiere de las ciencias psicol�gicas que estudian la conciencia en el ser humano. Pues, mientras que las ciencias psicol�gicas parten de la actitud natural, es decir, la actitud que supone un conjunto de creencias con respecto a lo cotidiano, que, adem�s, acepta sin mayor reproche los prejuicios o supuestos de la experiencia inmediata, la fenomenolog�a, por su lado, pone entre par�ntesis toda la experiencia que hace parte del �mundo� para encontrar �la esencia� o verdad universal de lo que se estudia. (Cardozo, 2022, p. 151)
La realidad que se presenta debe ser cuestionada, no aceptarla sin m�s, dado que esta va impresa de opiniones y creencias basadas en nuestras experiencias inmediatas. Sin embargo, la fenomenolog�a propone que tal realidad debe ser puesta entre par�ntesis�, es decir, sin juicio previo, pues toda la experiencia tambi�n hace parte del mundo, pero no debe ser una suspensi�n de juicio radical, pues ella se rompe en la comunicaci�n con el otro, por lo que hay una ruptura del aparente solipsismo.
Recordando la tesis que Husserl plantea en las Investigaciones L�gicas. Vol. 1, en la �Investigaci�n primera, punto 7, Las expresiones en funci�n comunicativa�, en donde se manifiesta la esencia de la comunicaci�n o �manifestarse acerca de algo� del yo que comunica, que da a conocer su vivencia y desea manifestar un estado ps�quico a ese otro que escucha, por lo que dir�:
Y la comprende en cuanto que concibe al que habla no como una persona que emite meros sonidos, sino como una persona que le habla [sic], que ejecuta, pues, con las voces ciertos actos de prestar sentido �actos que esa persona quiere notificarle o cuyo sentido quiere comunicarle�. Lo que hace posible, ante todo, el comercio espiritual y caracteriza como discurso el discurso que enlaza a dos personas, es esa correlaci�n, establecida por la parte f�sica del discurso, entre las vivencias f�sicas y ps�quicas, mutuamente implicadas, que experimentan las personas en comercio respectivo. El hablar y el o�r, el notificar vivencias ps�quicas con la palabra y el tomar nota de las mismas en audici�n, h�yanse en coordinaci�n mutua. (2006. p. 240)
Siguiendo estos lineamientos, lo captado en la comunicaci�n act�a como se�al, como signo, y se transforma en comunicaci�n de pensamientos, pero que no solo son actos puros, sino que emanan de una vivencia ps�quica con una intencionalidad, a saber, en el objeto del deseo expresado va el desear mismo; surge as� la comunicaci�n rompiendo con el solipsismo de quien transmite al entablar un dialogismo con el receptor.
La primera impresi�n que tenemos de lo comunicado es una notificaci�n, y en ese acto se reconozco el deseo, su anhelo, sus dudas, etc. Hablar es mostrarse, en esta acci�n reconocemos que el otro sufre, que est� alegre, e identificamos sus peticiones, sus alegr�as. Por otro lado, presenta ante nuestra percepci�n los gestos de su cuerpo que, por medio de nuestra intuici�n, aprehendemos su sentido como comunicaci�n, prop�sito al que apunta Husserl (1994):
El oyente percibe que el que habla exterioriza ciertas vivencias ps�quicas y percibe tambi�n, por tanto, esas vivencias; pero no las vive, y solo tiene de ellas una percepci�n �externa�, no �interna� [sic]. Es la gran diferencia que existe entre la verdadera aprehensi�n de un ser en intuici�n adecuada y la presunta aprehensi�n de un ser sobre la base de una representaci�n intuitiva, pero inadecuada. En el primer caso, tenemos un ser vivido; en el �ltimo tenemos un ser supuesto, al cual no corresponde verdad. (p. 241)
No podemos vivir las vivencias del otro, si esto fuese posible ya no ser�an sus vivencias, sino que pasar�an a ser nuestras, por ende, anulamos toda expresi�n del otro y este pasar�a a ser un producto de mi propia conciencia, por lo tanto, se elimina la comunicaci�n autentica. En este sentido, dice Rizo:
Husserl propone que existen dos componentes en la constituci�n de la expresi�n: por una parte, el fen�meno f�sico (discurso a ser expresado) y, por otra, los actos que le dan significaci�n y, eventualmente, plenitud intuitiva al fen�meno, elementos que permiten diferenciar entre lo que significa o dice y aquello acerca de lo cual se dice. (2019, p. 159)
El discurso comunicativo funciona como una se�al de expresi�n de los pensamientos de la persona que habla y estas, a su vez, indican vivencias ps�quicas que conllevan una intencionalidad comunicativa que le dan sentido a lo expresado aun cuando estas no se exteriorizan. Es decir, se percibe intuitivamente como un sujeto que habla. Esta se�al logra su plena significaci�n de forma aprior�stica, por lo que no est� exenta de la reflexi�n psicol�gica, que le da una fundamentaci�n fenomenol�gica a los actos de la comunicaci�n entre conocimiento y significado. Bien lo expresa Husserl:
Ahora bien, si en la comunicaci�n radican motivos de experiencia para el conocimiento de la conciencia ajena y, ante todo, para la posici�n emp�tica que asume la funci�n de �percepci�n� y luego, m�s ampliamente, de conocimiento predicativo, podemos, entonces, ganar en la �psicolog�a pura� un conocimiento general, no meramente singular, de la �vida an�mica� pura, sobre el ser �puramente ps�quico� [sic]. Podemos utilizar lo conocido en la conciencia propia para la interpretaci�n de la conciencia ajena, y luego podemos aprovechar lo conocido en la conciencia ajena, a partir de la comunicaci�n, para la conciencia propia, podemos fijar conocimientos generales que se refieran en parte a la esencia de la conciencia en general como esencia de una conciencia pura (pero siempre existente), y en parte a las reglas emp�ricas que, en general, determinan por s� el curso de las vivencias en las conciencias. (1994, p. 144)
Esta tesis conlleva los contextos comunicativos entre las conciencias como una apertura hacia el otro, abriendo nuevas exploraciones en la ontolog�a social en las cuales convergen emp�ticamente con los an�lisis de la intersubjetividad. En este sentido, podemos comprender que, seg�n Casallo,
La aproximaci�n fenomenol�gica a la comunicaci�n se pregunta por c�mo se constituyen intersubjetivamente el sentido y la validez en los diversos espacios de la experiencia humana, incluso desde su nivel preling��stico. Una fenomenolog�a de la comunicaci�n describe, en primer lugar, las estructuras y din�micas que articulan esa constituci�n comunicativa de sentido; y reconstruye, en segundo lugar, la g�nesis de esas estructuras y din�micas a trav�s de una narrativa del proceso en el que somos constituidos como personas al interior de una comunidad. Estos dos momentos corresponden a las investigaciones fenomenol�gicas est�tica y gen�tica, respectivamente. (2016, p. 27)
Desde esta perspectiva, la comunicaci�n no debe separarse de la constituci�n intersubjetiva y la b�squeda del sentido, que validan el comunicar y permiten encontrar el significado y la comprensi�n mutua, incluso desde lo preling��stico como constituci�n de la experiencia del ser humano, d�ndole as� estructuras a sus din�micas. En otras palabras, cuando se comprenden las narrativas de los seres humanos que comunican surge la comunidad, pasando por un previo an�lisis de la g�nesis y sus estructuras, otorgando a las personas su rol dentro de las comunidades, es decir, su constituci�n por medio de la interacci�n y del sentido compartido. Ir m�s all� de las palabras en esas conexiones humanas. En palabras de Estrada (2007),
Husserl asume que la comunicaci�n, y con esta, las relaciones sociales poseen un impulso innato de interacci�n del ser humano. Eso indica que entre lo propio de cada sujeto est� el deseo innato de comunicaci�n, por ello tambi�n en instinto mismo yace lo relativo a los Otros como Otros [sic] y a su instinto correlativo [�] En el mundo en com�n los otros me afectan y viceversa, eso significa, que el sujeto tambi�n es influido a trav�s de la intencionalidad de los otros. Cada uno se "mueve" entre sus actos, los de los dem�s, y los de sus antepasados, dado que las tradiciones le han sido transmitidas mediante el proceso de comunicaci�n. (p. 296)
Desde la fenomenolog�a enfocada en la comunicaci�n, se reconoce el impacto de esta en la experiencia humana, porque cuando nos comunicamos no somos seres vivenciales aislados al estar inmersos en un tejido relacional, siendo base para el an�lisis de conexiones de significado con los dem�s seres vivienciales. Podr�amos preguntarnos, por ejemplo, �c�mo sabemos que compartimos el mismo significado cuando decimos �libertad�, �igualdad� o �fraternidad�? �C�mo validamos que nuestras palabras tienen sentido para otros? Interrogantes que nos conducen m�s all� de una definici�n ling��stica y nos sumergen en los fen�menos de las experiencias compartidas. Solo se puede comprender desde un mundo compartido. El mundo de la vida
No se debe limitar la comunicaci�n al lenguaje verbal, hay que ir a los actos del comunicarse, es decir, m�s all� de las palabras se trata de los gestos, las miradas o la posici�n del cuerpo, que contribuyen a dar sentido, por ejemplo, la imagen de una sonrisa o un abrazo trasciende las barreras de los idiomas y sobrepasa un discurso. Es un aspecto del comunicar que no comunica, en cuyas expresiones no verbales se considera su fluir de sumo inter�s para la fenomenolog�a en tanto se construye una mutua comprensi�n. �C�mo se articula el sentido en una conversaci�n? �Qu� patrones emergen cuando interactuamos con otros? Preguntas que solo se pueden responder cuando creamos significados que se comparten con un grupo social amplio, pues no se dan de forma inmediata, sino que tienen una g�nesis y una historia. Hay que prestar atenci�n al c�mo se originaron y se convirtieron en narrativas que est�n reflejadas en los valores, creencias o normas que a trav�s del tiempo tejen una identidad comunicativa a trav�s de nuestras conexiones. Se trata de significados compartidos que sobrepasan la mera trasmisi�n de informaci�n, que son un proceso vivo, din�mico, que nos conecta como seres sociables.
Sehen Lassen y la comunicaci�n que no comunica
Para Heidegger, la fenomenolog�a se caracteriza porque es la que reconoce un �mostrar algo� a partir de los derivados y las modificaciones que conforman el ser del ente, pues lo que se muestra es el �ser de los entes�. La fenomenolog�a logra que los fen�menos se expresen y se confirmen en el mundo, ya que no hay cosa alguna tras los fen�menos sino otros modos de expresar otros fen�menos, y es aqu� donde radica la importancia de la fenomenolog�a, ya que manifiesta lo que permanece encubierto en el fen�meno; de esta manera, se pueden intervenir los l�mites de lo que est� ah� y el ah� del ser.
La fenomenolog�a es el medio por el que se �permite ver� (sehen lasssen) aquello que se muestra, lo expresa y lo demuestra. El sehen lassen es el punto de an�lisis inicial para comprender el concepto de comunicaci�n en la obra de Martin Heidegger, una comunicaci�n con un devenir ontol�gico en el que se est� en el �primer momento como lo que es y es cada ente� (Heidegger, 2010, p 56).
En Ser y tiempo, Martin Heidegger (1997) afirma:
Pero el ser de este ente debe ser captable en un λέγειν (o hacer ver) eminente, de suerte que este ser se haga comprensible de antemano en lo que �l es y como lo que ya est� en todo ente. La previa referencia al ser todo hablar (λόγος), que dice algo del ente, es el κατεγορίαι. Esta palabra significa, por lo pronto, acusar p�blicamente, decirle a alguien algo en la cara delante de todos. (p. 70)
Heidegger expone en este fragmento un acusar p�blico (�ffentlich anklagen), un mostrar delante de todo el mundo; es decir, un todo lo visto en tanto forma de proyectarse de cara al otro de manera aut�ntica y originaria. Dispuesto a ser comprendido por el otro que comprende y que al tiempo es comprendido. Comprender es �aparecer algo�, es �hacer ver� las cosas mismas, es ϕαίνεσθαι.
φαίνεσθαι da origen al t�rmino griego phainomenon, que deriva en la palabra fen�meno. ϕαίνεσθαι significa mostrarse, por lo tanto, fen�meno es �aquello que se muestra, pero que se muestra mostr�ndose, es decir, como estando, mostr�ndose� (Emiliozzi, 2011, p. 88). De ah� que sehen lassen es el ah� reconocido como ser en s� mismo, conciencia exteriorizada, actuante y hablada, determinativa de s� mismo, y por ese motivo �aquello que se muestra� se hace ver por medio del habla, pues
El decir "hace ver" desde �π�..., es aquello mismo de que se habla. En el decir (aл�pavog), en la medida en que el decir es aut�ntico, lo dicho debe extraerse de aquello de lo que se habla, de tal suerte que la comunicaci�n hablante haga patente en lo dicho, y as� accesible al otro, aquello de lo que se habla. (Heidegger, 1997, p. 77)
Por ende, sehen lassen es el mostrarse en el mundo como conciencia exteriorizada que habla, que es lenguaje, que construye mundo �diciendo�, pues solo el que habla puede �hacerse visto�, puede mostrarse. El lenguaje hace p�blico al que habla.
Por eso escribir� Otto P�ggeler (1990) en El camino del pensar de Mart�n Heidegger:
Cuando se describe se muestra y el mostrar es dar a conocer a la cara el estar en el mundo al otro, dejar ver a partir de �l mismo aquello que se muestra, y tal como se muestra a partir de �l mismo. (p. 47)
De acuerdo con esto, el tema de lo p�blico tiene toda su importancia y la afirmaci�n de que el sehen lassen es un ��ffentlich anklagen�, un acusar p�blico, ofrece una nueva perspectiva a Ser y tiempo. Aqu� �ffentlich refiere a un �abierto al p�blico�[4], por lo que abrirse al p�blico implica ser visto y o�do por todo el mundo, haci�ndose sujeto de reflexi�n por ser referencia directa del mundo. Es donde el ser humano aparece ante otros seres humanos hablando, diciendo, demandando (anklagen). Haciendo aparecer el lenguaje, porque este aparece en forma de habla. El que habla no es el hombre sino el lenguaje. Abrirse al p�blico es desplegar todas las posibilidades del lenguaje que habla, y, por lo tanto, de �pertenecer en el otro�, de hacerse com�n.
Por ende, el sehen lassen es la pr�ctica de hacerse ver en comunidad, de constituir vacuolas de di�logo. Es el acto de creaci�n de lo p�blico, el cual es posible ya que el sehen lassen es un modo activo de la vida que desea abrirse en la esfera social, y eso solo se logra a trav�s de un acaecer del lenguaje.
Sin embargo, cabe recordar que en la figura de lo p�blico en Heidegger tambi�n est� el lugar del encuentro entre la curiosidad y la habladur�a (Cubias, 2024), aspectos que se interconectan para darle apertura al convivir, pues en ambas fluye el hablar; entonces, �es el habla la caracter�stica fundante que conduce a la comunicaci�n en la filosof�a de Mart�n Heidegger? �El lenguaje como pr�ctica solo es posible por medio del habla y es el habla el que construye lo p�blico y emana la comunidad?
Para Heidegger, �el discurso [hablar][5] es existencialmente cooriginario con la disposici�n afectiva y el comprender� (Heidegger, 1997, p. 184), generando un espacio para que el ser se despliegue en el �estado de abierto� en la mundanidad, porque el comprender y el encontrarse son fundamentales existanciarios[6] que constituyen el �ah� del ser y el ser del �ah�. Esto debido a que el fundamento ontol�gico y existencial del lenguaje es el habla y por eso le es inherente el �ser con el otro�, por lo que es due�o de la palabra dada y retirada. Todo lo expresado en el habla es lenguaje, y por ende, posee la comprensibilidad de ser y estar en el mundo.
El hablar es hablar �sobre��; �este convivir es discursivo en el modo de asentir y disentir, del exhortar y prevenir, en cuanto discusi�n, consulta e intercesi�n, y tambi�n en el modo de �hacer declaraciones� y de hablar en el sentido de ��hacer discursos�� (Heidegger, 1997, p. 161). Por eso es un �estado de abierto�, es un modo de expresarse en tanto �ah� en lo p�blico, acus�ndolo, demand�ndolo, habl�ndolo. Hablar es mostrarse, un �mostrar algo�, es dejarse ver, hacerse p�blico, sehen lassen.
Dado esto, el hablar se abre gracias a los encuentros y comprensiones en tanto �ser con otro�, por lo que el hablar implica un hablando �sobre�� y es ah� cuando el habla comunica. El Dasein es un �ser hablado�, �comunicado�, pero este comunicar no comunica en la primera relaci�n del ente de que se habla y se debe a que el habla ha perdido esa relaci�n primera, y por eso la comunicaci�n no comunica, ya que se desvanece la comprensi�n fundadora, pues la prevalencia es de transmitir y repetir lo que se habla. El habla, cuando tiene de base una repetici�n de lo dicho, rumor, y cuando toda comprensi�n se queda en el rumor, se constituye en la durchschnittliches verst�ndnis, un entendimiento promedio o una comprensi�n media, que consiste en un desarraigar de lo fundamental y en la que existe una �obturaci�n� del conocimiento, por lo que el Dasein comprende la cotidianidad desde lo �ya interpretado�.
Al referirse a lo �ya interpretado�, Heidegger expresa la condici�n en la que se encuentra previamente el Dasein, y es un �estado interpretativo p�blico�, el cual �se trata de un �discurso�, pero no al modo de una estructura l�gica, sino como la caracterizaci�n que asume una comprensi�n del mundo a partir del todo articulado de sus conexiones de significaci�n� (Albano y Naughton, 2005, p. 81), que se encuentran inmersas y articuladas en la lengua y por eso el ser es lo que dota de significaciones al ente, porque el ser es el se�alante (das Be-deutende). Por tal raz�n, son los modos en que traza los l�mites, posibilidades y horizontes que est�n a disposici�n de la voluntad que busca una interpretaci�n m�s profunda y conceptual.
Al respecto, N�stor Gonz�lez P�ez (2022) expresa, sobre la interpretaci�n, que:
Para Heidegger la comprensi�n se articula, a su vez, en la �interpretaci�n�. La interpretaci�n que, en este sentido originario, debe ser entendida como �anterior� a toda interpretaci�n cient�fica, o de textos o filol�gica, etc, por el contrario, ella poseer�a ciertas, estructuras previas [Vorstruktur] tales como el �tener�, el �ver� y el �concepto� previo. (p. 142)
A partir de lo anterior, �a qu� se refiere Heidegger con �el estado interpretativo p�blico�? Es lo que �est� ah� en el instante en que el Dasein se hace p�blico y se encuentra urgido de interpretaci�n. Son las �frases prefabricadas� que se encuentran a la mano para ser usadas en el espectro de lo com�n y lo colectivo, pero que no deben ser �tiles al Dasein en su oportunidad de hacerse ver (sehen lassen), pues el �estado interpretativo� es el que organiza lo que debe y c�mo debe comprenderse el mundo y el ser, satisfaciendo los requerimientos de las median�as, cayendo en el Das Gerede.
Martin Heidegger (1997) afirma en Ser y tiempo, sobre las habladur�as:
La carencia de fundamento de la habladur�a no le impide a �sta el acceso a lo p�blico, sino que lo favorece. La habladur�a es la posibilidad de comprenderlo todo sin apropiarse previamente de la cosa. La habladur�a se protege de antemano del peligro de fracasar en semejante apropiaci�n. La habladur�a, que est� al alcance de cualquiera, no solo exime de la tarea de una comprensi�n aut�ntica, sino que desarrolla una comprensibilidad indiferente, a la que ya nada est� cerrado. (p. 192)
La ausencia de comprensi�n originaria no es un �bice en el ingreso a lo p�blico, a lo com�n. Precisamente, las habladur�as (Gerede) es el lugar com�n, el espacio de lo p�blico que precede al Dasein y que le impide llegar a una comprensi�n originaria de la realidad, perdiendo as� la claridad del ser, anquilos�ndose en el espectro del �se dice� y la repetici�n. Acciones promovidas por las median�as, y esta caracter�stica conlleva a que el Gerede sea una virtud de la comunicaci�n, especialmente esa comunicaci�n que expresa palabras vac�as e impropiedad, es decir, una comunicaci�n no comunicante.
Precisamente, y siguiendo a Luisa Rodr�guez (2008), en el interpretar heideggeriano �no hay percepciones puras, pues la percepci�n se da siempre en una interpretaci�n que comprende� (p. 94). Por lo que no se puede percibir un ente si est� separado del contexto significativo que lo constituye y lo vincula al mundo.
El comunicar, entonces, en este punto, no tiene que ver con una teor�a de la comunicaci�n o una semiolog�a que busca una sistematizaci�n de la comunicaci�n en tanto proceso mec�nico; aqu� la comunicaci�n es un modo existencial de ser que tiene como objetivo principal la durchschnittliches Verst�ndnis, pues para Heidegger todo lo comunicado est� previamente establecido y fijado de manera predeterminada en lo hablado. �Se trata de un hablar superficial y vac�o que se despliega en un sentido contrario a la relaci�n primaria y originaria de ser con el ente del cual se habla� (Albano y Naughton, 2005, p. 82). Lo dicho siempre est� conforme con la continuidad de las cosas y lo correcto de lo que se habla, por lo que un hablar vac�o tiene de marco de acci�n la difusi�n y la repetici�n, que resta fundamento a lo dicho, ya que lo que se constituye es la palabra impropia y un desarraigo que lo deja carente de toda profundidad.
Un ejemplo de esto es el periodismo como pr�ctica del hablar desarraigado e insustancial, labor de la palabra vac�a y de un hablar sin fundamento. Un caso cercano y muy reconocido es el del periodista estadounidense Brian Williams, quien infl� las cr�nicas de guerra que realiz� en el conflicto de Estados Unidos contra Irak e invent� testimonios para darles mayor emotividad a los televidentes, para as� obtener diferentes premios, reconocimiento y dinero[7].
Otro ejemplo es la foto del 23 de mayo del 2023 que apareci� en Facebook, en la que se muestra una explosi�n entorno al Pent�gono en los Estados Unidos. La imagen se viraliz� r�pidamente en Twitter y la difusi�n fue masiva en los medios de comunicaci�n, volumen que fue m�s extensivo en un medio informativo ruso. Al hacer el rastreo de la cuenta de la que sali� la foto, se descubri� que fue compartida por un grupo pol�tico llamado QAnon.
La ampl�a circulaci�n de la foto por las redes sociales y los medios noticiosos se relacion� con la ca�da del �ndice burs�til de Estados Unidos en un 0.3%, pues el temor por la imagen gener� incertidumbre en la bolsa de valores. Al final se certific� que la fotograf�a era irreal y que hab�a sido creada por una inteligencia artificial, lo que redujo el miedo social y los mercados lograron recuperar las perdidas.
Lo que se present� es un caso fehaciente de los efectos de la inmediatez noticiosa, que impide una comprensi�n clara de los hechos y los datos que se deben mostrar. De ah� que toda aprehensi�n de la informaci�n sea incompleta y carente de profundidad. Por ese motivo, Heidegger expresa de manera tajante que la comunicaci�n es informaci�n, pero no manifiesta lo que de verdad tiene que mostrar, porque se presenta desde un hablar vac�o y palabras inaut�nticas. Habladur�a y �escribidur�a�[8] que solo abordan los hechos desde lo nimio y lo intrascendente.
Por esa raz�n, la comunicaci�n tiene un contenido mucho m�s radical que tiene que ver con los co-encuentros y co-pertenencias. Entonces, �si el habla es un elemento que sirve para hacerse p�blico y �ser con� (Milsein), pero a la vez carece de autenticidad y profundidad en el comunicar, �cu�l es esa parte que puede conducir al sentido fundamental de la comunicaci�n? �Puede la �comprensi�n originaria� reconducir la comunicaci�n a un trayecto de autenticidad y profundidad? Y, por �ltimo, �si la comprensi�n originaria reconduce la comunicaci�n en otro sendero, ser�a apropiado seguir usando el concepto de comunicaci�n, o este alcanza un umbral mucho m�s alto y su definici�n resulta m�s compleja teniendo como punto de partida el sehen lassen y el comunicar no comunicante?
�C�mo la comunicaci�n llega a ser lo es? Mitsehenlassen
El comunicar en Heidegger es fundante en la des-ocultaci�n del Dasein, es donde llega a ser manifiesto c�mo ser, pero simult�neamente es donde tambi�n se oculta. Para el alem�n el comunicar es donde el espectro del ser se vuelve patente porque es donde el Dasein llega a estar con el otro y tambi�n donde se pierde del otro. En consecuencia, la comunicaci�n en la visi�n heideggeriana tiene una doble acci�n: mostrar y ocultar la palabra autentica, pero tambi�n puede liberarla. Teniendo en cuenta esto, la comunicaci�n est� abierta a un plano m�s amplio de temas, pero que se quedan en la �comprensi�n media�, ya que los argumentos quedan limitados a lo nimio e intrascendente de la vida cotidiana.
Por consiguiente, comunicar es un modo existencial en el que se puede dar comprensi�n al �ah� de la condici�n humana. Empero, el an�lisis de este concepto no puede llegar a las cr�ticas comunicativas como las que le hace Heidegger al periodismo, la publicidad y los medios o v�as de comunicaci�n. Todo tiene su inicio y despu�s de comprender el sehen lassen, se hace necesario abordar el problema de la comunicaci�n, que para Heidegger es definido como: Mitsehenlassen.
�Cu�l es el enlace entre sehen lassen y Mitsehenlassen, teniendo en cuenta el vislumbrar p�blico que implica el primero? �Qu� se encuentra en el espacio de transici�n entre el hacer ver p�blico y la comunicaci�n?
Antes de abordar el Mitsehenlassen, hay que aclarar lo que acontece en ese intersticio entre lo p�blico y lo comunicado. En la primera parte de este escrito se mostr� las implicaciones inherentes a la condici�n de sehen lassen, �mostrar algo� es aparecer en comunidad y ser constructor de vacuolas dialogantes, porque es en ese modo en el que el Dasein es arrojado al mundo. Lo que se encuentra en el lugar de transici�n entre sehen lassen y el Mitsehenlassen es el mundo en el cual ha sido lanzado; por lo tanto, el Dasein se encuentra con m�ltiples �mbitos de la existencia con los que tiene que relacionarse y en los que puede desplegar su libertad, o se deja llevar al mundo de lo inaut�ntico. De ah� que el concepto de comunicaci�n sea fundamental para Heidegger, porque es la unidad b�sica en la que se manifiesta el Dasein en comunidad. Es decir, el estado primigenio del Dasein es el Das Verfallen. El estado de �ca�da� es el momento m�s com�n en el que el Dasein est� inmerso en la vida cotidiana. Para Heidegger (1997) en Ser y tiempo la �ca�da� como t�rmino:
No expresa ninguna valoraci�n negativa; su significado es el siguiente: el Dasein est� inmediata y regularmente en medio del "mundo" del que se ocupa. Este absorberse en� tiene ordinariamente el car�cter de un estar perdido en lo p�blico del uno. Por lo pronto, el Dasein ha desertado siempre de s� mismo en cuanto poder-ser-s�-mismo propio, y ha ca�do en el "mundo". El estado de ca�da en el "mundo" designa el absorberse en la convivencia regida por la habladur�a, la curiosidad y la ambig�edad. (p. 198)
El Dasein est� en ca�da constante en la vida cotidiana e intenta encontrar el sentido en el estar en el mundo. El caer en la vida cotidiana le hace huir de su existir aut�ntico y propio. �Qu� hace que el Dasein huya de su existir propio? Las median�as, pues estas instituyen las categor�as con las cuales se deja llevar por el vivir com�n, con la creencia de vivir en la plenitud de su existencia. Al ser la median�a la �nica autoridad de verdad, legitimidad y veracidad, obliga al Dasein a nivelarse al grado de la autoridad mayoritaria.
Ahora bien, �qu� son est�s median�as? Son las v�as de comunicaci�n o los mass medias que imponen los dict�menes del Uno. El hablar es siempre el �hablar sobre�� algo. Lo dicho es el elemento constituyente de la comunicaci�n pues caracteriza el �ser con� en tanto pertenece a la estructura existencial del Dasein.
En consecuencia, la comunicaci�n en Heidegger no tiene nada que ver con los medios de comunicaci�n y, por ende, con las teor�as de la comunicaci�n. En la visi�n del alem�n, la comunicaci�n no es una teor�a o modelo, no es positiva ni negativa, es pr�ctica existencial del Dasein que sirve como extra�amiento del mundo y de manifestaci�n aut�ntica o propia de este. La pregunta que surge es: �c�mo la comunicaci�n llega a ser lo que es?
�En Heidegger el comunicar no est� anclado en el entendimiento del Uno y el uso de las median�as, como sucede con las teor�as y modelos de la comunicaci�n. Para el pensador la comunicaci�n es pr�ctica y posee un proceso que es existencial; comunicar es Mitsehenlassen (Heidegger, 1997, p. 155). Este Mitsehenlassen es manifestaci�n y contiene dos formas primarias de proposici�n: Aufzeigung (indicar) y Pr�dikation (predicaci�n), siendo la primera proposici�n una aproximaci�n al λ�γος. Dice el fil�sofo de la Selva Negra en Ser y tiempo que �aunque este ente no se encuentre en una cercan�a palpable y �visible�, mostrando al ente mismo, y de ning�n modo una mera representaci�n de �l, ni tampoco algo �puramente representado� (Heidegger, 1997, p. 178).
El decir que la Aufzeigung es apof�nsis, por lo tanto, es una declaraci�n y no, por ejemplo, una petici�n, una exclamaci�n o un ruego. Para Heidegger es un �mostrar� ἀποφαίνω, un �hacer ver al ente desde s� mismo� (Heidegger, 1997, p. 178); es decir, una indicaci�n de lo que es en tanto su lugar presente[9].
La segunda proposici�n es la de Pr�dikation, que consiste en que un sujeto enuncia un predicado, el cual se encuentra determinado por lo que predica. El predicado consume al sujeto, encerrando al sujeto hablante; por lo tanto, siguen enlazados a la apof�ntico y por ende a lo que se demanda y se exclama. No hay sujeto, lo que existe es un decir y ese decir determina en su determinaci�n al enunciante, de ah�, que Heidegger exponga que �la posici�n del sujeto y la posici�n del predicado son, a una con la aplicaci�n [de �ste a aquel], enteramente �apof�ntico�, en el m�s estricto sentido de la palabra� (1997, p. 178), por lo que sujeto y predicado sostienen todo di�logo posible, el cual se queda en la mera palabra, en el mensaje plano y mediado.
A partir de aqu�, Heidegger establece una tercera proposici�n que es Mitteilung, es decir, comunicaci�n y aqu� la comunicaci�n es manifestaci�n, por lo tanto, es Mitsehenlassen. As� que Mitsehenlassen implica �ser uno con otro�; esto es, que es una acci�n de doble v�a, en la cual se hacen comprender los sentidos. �El Mitsehenlassen hace com�n al otro ente indicado en su determinaci�n. Lo comunicado es resultado y resulta del com�n compartido es el vidente y com�n estar vuelto hacia lo mostrado� (Heidegger, 1997, p. 178). Comunicar es ser visto en el otro. As� mismo, no solo el que se viste de comunicador es el que comunica, sino que la constituci�n humana es comunicadora. El ser humano es siempre comunicado, porque genera sentido y este es de accionar mutuo.
Mitsehenlassen es un manifestar lo indicado en el mundo a trav�s de una descripci�n densa de eso indicado como fen�meno que se muestra de manera originaria; por lo que el Mitsehenlassen es viable como acto que se comprende de manera propia y no como �comprensi�n media�. La comprensi�n es encontrarse existenciariamente con el habla, �el discurso es la articulaci�n de la comprensibilidad� (Heidegger, 1997, p. 184), por lo que el comunicar en tanto Mitsehenlassen es la articulaci�n de �uno con el otro� donde el Dasein puede coencontrarse, copertenercerse y cocomprenderse. El comunicar heideggeriano es el descubrir, encontrarse y abrirse a las posibilidades existenciarias del ser con el otro; aqu� subyacen los atributos propios de la comunicaci�n en Heidegger.
De esta manera, el Mitsehenlassen es un proceso existencial que tiene la potencia y capacidad de hacer com�n -por lo que se mantiene fiel a la etimolog�a de comunicaci�n comunicare- y logra crear comunidad. La participaci�n conjunta del Dasein dentro de una comunidad es la plataforma con la que el mundo se transmite y se consolida en la mundanidad, por eso la importancia del tema de la comunicaci�n en la filosof�a de Heidegger; participaci�n conjunta de lo que se muestra para su comprensi�n. Comunicar es ��ser con otro�, siempre expuesto y arrojado �en� el mundo que le abre el com�n co-estar, co-encontrarse y el co-comprender como comprensor �ser con� otro� (Gonz�lez, 2022, p. 145), un co-hacerse ver (mitsehenlassen).
Por consiguiente, el Mitsehenlassen es la forma en que se construye, de manera originaria, el comulgar social. En palabras del pensador colombiano Fernando Gonz�lez (1995):
Esto es un mundo muy grande, el de la comuni�n. El fin de las artes mayores es comunicar el esp�ritu; hacer convivir, comulgar. Esto se efect�a por medio de la literatura, la representaci�n teatral, del di�logo, en el que se usa la palabra, la acci�n, la m�mica, el gesto, la expresividad de los ojos y la emanaci�n emotiva de todo el cuerpo; por medio de la escultura, la pintura� pero el sumum, la v�a magistral para la comuni�n es la ejemplaridad actuante. (p. 51)
La comunicaci�n llega a ser lo es porque su sentido es la creaci�n de comunidad que es el sentido natural de la comunicaci�n y del Mitsehenlassen es mostrar la desnudez de las vivencias y compartirlas desde un escuchar y decir originario.
A modo de conclusi�n
La comunicaci�n es un planteamiento fundamental en la constituci�n general de la filosof�a de Martin Heidegger, teniendo en cuenta que uno de los puntos de partida es que el ser humano es un ente que se encuentra en una condici�n de abierto al ser, pues solo �l tiene una condici�n de copertenencia y coencuentro con s� mismo, demandando su aspecto comunicacional.
A causa de esa premisa, lo primero que requiere el ser humano para demandar el aspecto comunicacional que le es inherente -ya que la condici�n humana es comunicacional- es �mostrarse�, hacerse p�blico, por eso la relevancia del concepto de sehen lassen, porque es el estado en el que el Dasein se encuentra al momento en que es arrojado al mundo, a los �mbitos existenciales de la mundanidad. El sehen lassen solo es posible por medio del habla, el hablar es como el Dasein se hace p�blico, puede �hacerse ver�� ante el otro y es la forma en la que se puede construir comunidad.
Por lo tanto, el ser humano tiene dos �mbitos de existencia que est�n unificados, el ling��stico y el social, que van m�s all� de la interconexi�n y tienen que ver con la constituci�n de espacios en los que todo humano pueda desplegar ese imperativo de hacerse social, de querer ser visto por el otro. En Heidegger, el �hacerse p�blico��, sehen lassen, es el modo en que se convierte en sujeto de derecho, pues es un interlocutor v�lido y com�n para el pr�ximo.
Sin embargo, no se trata solo de un aspecto de publicidad del ser en la comunidad, sino que en ese arrojamiento del Dasein tambi�n hay momentos de desarraigo del lenguaje, ya que, en el espacio de lo p�blico -el sehen lassen- el ser humano es aprehendido por el hablar vac�o y sin fundamento, por el rumor y lo indirecto, por Das Gerede, y de ah� que los medios de comunicaci�n sean portadores de una �comprensi�n media o promedio� de la realidad. El comunicar de las median�as es informaci�n. Una comunicaci�n no comunicante. Las median�as instauran en el estado de �ca�da� en el que est� el Dasein una durchschnittliches Verst�ndnis de los hechos que conforman o acontecen en la realidad.
Por esta raz�n, Heidegger propone una forma renovada de asumir la comunicaci�n y sobre todo el ejercicio de comunicar, teniendo en cuenta lo que se encuentra en los m�ltiples aspectos de la existencia, con los cuales el Dasein tiene que relacionarse, y esa propuesta es la del Mitsehenlassen.
Mitsehelassen es una salida a la comunicaci�n que simplemente se enmarca en el transporte funcional de opini�n o de informaci�n, y trata de ser la manera de articulaci�n interpretativa de las personas. No se trata de un decir mec�nico de las cosas, pues el decir a veces no manifiesta lo que tiene que manifestar sino lo conocido, se trata del acto de escuchar y entender la existencia de los otros, por lo que el Mitsehenlassen refiere a la construcci�n de relaciones humanas, de encuentros y composiciones sociales, por lo que su visi�n est� alejada de lo sem�ntico.
Se trata de una comunicaci�n constructora del ser en el mundo, por lo que no hay humanos alejados de otros humanos, sino que a la condici�n del ser humano le es inherente la sociabilidad y la comunidad, por lo que el ser es un acontecimiento, y el Mitsehenlassen es el fundamento en el que logra des-ocultarse.
Referencias
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[1] Fil�sofo de la Universidad del Atl�ntico, maestrando en industrias culturales, pol�tica y gesti�n de la Universidad Nacional de Quilmes y con estudios en comunicaci�n social-periodismo de la Universidad Aut�noma del Caribe. Miembro del Grupo de investigaci�n �Cronotop�as�.
[2] Magister en Filosof�a de la Universidad Industrial de Santander. Miembro del Grupo de investigaci�n filos�fica �Cronotop�as�.
[3] Hay que mencionar el trabajo de Karl Jaspers sobre la comunicaci�n, que se despliega en toda su obra intelectual y que tiende, como lo afirma Gladys Portuondo (2012) en Karl Jaspers y la filosof�a de la comunicaci�n, a un optimismo racional.
[4] A partir de dicha reflexi�n, se encuentra una co-relaci�n reflexiva con el concepto de lo p�blico en Hannah Arendt, para quien la esfera p�blica es el lugar en el que los ciudadanos se abren a la experiencia ilimitada de lo pol�tico sin mediaciones o cualquier otro tipo de intermediaci�n. Es el lugar donde el sujeto se hace visible y o�do de manera directa. Es el espacio com�n de encuentros entre los hombres.
[5] En la traducci�n de Jos� Gaos (2010) el vocablo que usa es hablar, y en la de Jorge Eduardo Rivera es discurso. En este art�culo, los conceptos son asumidos como equivalentes.
[6] Los existenciarios son los modos en que la existencia se muestra en el �Ah� del ser, es el mundo expresando a trav�s del estatuto mismo existencia del ser en su �Ah� lanzado a la mundanidad.
[7] Este caso abri� una discusi�n muy grande en el mundo de la comunicaci�n, especialmente en los Estados Unidos, porque puso en evidencia los peligros de la oposici�n binaria entre el periodismo y el protagonismo, y c�mo el acto de informar es m�s un espect�culo de Hollywood que un ejercicio �tico en el que la verdad es un todo que no se discute. Ver m�s: https://www.chicagotribune.com/hoy/ct-hoy-8432821-el-caso-brian-williams-la-delgada-linea-del-periodismo-y-el-protagonismo-story.html
[8] Albano y Naughton (2005) relacionan este postulado con el de Lacan y el Estadio del Espejo, debido a que en ambos casos lo que se desarrolla es una instancia ps�quica del yo a partir de la imagen, o el imago, siendo una construcci�n ef�mera o media de la realidad, originando enga�os y enajenaciones, que es a lo que conducen las habladur�as, la �escribidur�a� y la imaginer�a. La escribidur�a es un estado de desarraigo que cierra y encubre los entes lanzado a la mundanidad a trav�s de una escritura inaut�ntica e impulsada por un deseo de novedad superficial, el cual impide ver y leer las cosas como son.
[9] Heidegger, siguiendo la traducci�n de Jos� Gaos (2010), expresa que �mediante la reampliaci�n del enfoque, que lo patente se vea en su determinable determinaci�n. La posici�n del sujeto y la posici�n del predicado son, a una con la aplicaci�n [de �ste a aqu�l], enteramente �apof�nticos�, en el m�s estricto sentido de la palabra� (p. 75), por lo que es una demanda, un decir expuesto en el mundo. Es el �ah� del Dasein.