El movimiento estudiantil argentino y la Reforma Universitaria de 1918.

Debates y combates en los junios entre Ongan a y Videla, 1966 y 1976

 

The Argentine student movement and the University Reform of 1918.

Debates and combats in the Junes between Ongan a and Videla, 1966 and 1976

 

Mariano Mill n[1]

 

Resumen

 

En este art culo analizamos las conmemoraciones de los aniversarios de la Reforma de 1918 protagonizadas por el movimiento estudiantil en Argentina entre los golpes de Estado de 1966 y de 1976. Realizamos una reconstrucci n de acciones con base en fuentes de prensa de varias ciudades y mostramos la significaci n cambiante, y siempre en disputa, del legado reformista. En una primera etapa, ligado a la lucha democr tica contra la dictadura y en estrecha relaci n con el movimiento obrero. Luego, en el ciclo de lgidas confrontaciones de la era del Cordobazo, se observa la reivindicaci n y la cr tica del legado reformista en funci n de su inscripci n y/o utilidad en las iniciativas revolucionarias. Finalmente, bajo el tercer peronismo, se distinguen dos situaciones: primeramente se inscribe la herencia de 1918 en la lucha por la liberaci n nacional para luego, bajo el terrorismo de Estado previo a 1976, releer la Reforma como parte de la tradici n democr tica.

 

Palabras clave: Movimiento estudiantil, reformismo universitario, radicalizaci n, dictaduras, peronismo.

 

Abstract

 

In this article we analyze the commemorations of the anniversaries of the 1918 Reform made by the student movement in Argentina between the coups d tat of 1966 and 1976. We describe actions based on press sources from various cities and show the significance changing, and always in dispute, of the reformist legacy. In a first stage, linked to the democratic struggle against the dictatorship and in close relationship with the labor movement. Then, in the cycle of radical confrontations of the Cordobazo era, the vindication and criticism of the reformist legacy is observed based on its inscription and/or usefulness in the revolutionary initiatives. Finally, under the Third Peronism, we marked two situations: firstly, the legacy of 1918 is inscribed in the struggle for national liberation and then, under State terrorism prior to 1976, the Reform is linked with the democratic tradition.

 

Keywords: Student movement, university reformism, radicalization, dictatorships, peronism.

 

Introducci n

 

En este art culo analizamos las conmemoraciones de la Reforma Universitaria de 1918 realizadas por el movimiento estudiantil en Argentina entre los golpes de Estado de 1966 y 1976. El per odo se inscribe en una etapa de radicalizaci n entre Laica o Libre (1956/8), que marc el inicio de la preponderancia de la Guerra Fr a en la disputa universitaria (Califa, 2014; Pis Diez, 2018), y la instauraci n del terrorismo de Estado bajo la Misi n Ivanissevich (1974/5) (Mill n, 2019), que forma parte de la fase de agudizaci n de las contradicciones en Am rica Latina desde la Revoluci n Cubana. Se inicia con la autoproclamada Revoluci n Argentina , encabezada por Ongan a y apoyada por los EEUU, la casi totalidad de los partidos, del empresariado, de los sindicatos, la Iglesia cat lica y las Fuerzas Armadas (Tcach y Rodr guez, 2011), y atraviesa un ciclo grandes revueltas populares urbanas, prosigue con el retorno del peronismo al Poder Ejecutivo Nacional y concluye con la ltima dictadura c vico-militar.

Pensar el lugar de la Reforma en el movimiento estudiantil argentino de aquellos a os interpela los an lisis m s usuales sobre el tema. Para los 60 el activismo de los alumnos ostentaba un siglo de historia, en el cual se destacaba la revuelta del 15 de junio en C rdoba, que dispar la Reforma Universitaria. De ella se desprendi la tradici n de la autonom a, el cogobierno con participaci n estudiantil y la educaci n laica; las agrupaciones, centros de estudiantes (centros, de aqu en m s) y federaciones, as como numerosos espacios intelectuales y/o acad micos latinoamericanistas, pro-bolcheviques y/o antifascistas (Portantiero, 1978). Desde sus or genes la Reforma fue rechazada por el catolicismo y por el nacionalismo de derecha, para quienes la participaci n pol tica estudiantil subvert a las jerarqu as y abr a espacio para el comunismo (Cers simo, 2018). Desde fines de la Segunda Guerra Mundial el reformismo enfrent duramente al peronismo, que anul la autonom a y el cogobierno, vigil los claustros y realiz numerosas detenciones, golpizas y purgas docentes. El movimiento estudiantil reformista reclam libertad acad mica y repudi el cierre del pa s a la modernizaci n cultural de posguerra, caracterizando al justicialismo como fascismo y participando de su derrocamiento en 1955 (Tcach, 2013; Califa, 2014).

Muy poco tiempo despu s, el movimiento estudiantil fue uno de los actores m s relevantes en las agudas contiendas sociales del pa s, un proceso que inspira un debate entre dos tesis explicativas. Por un lado, en trabajos con fuerte anclaje en lo discursivo, se sostiene que tras la intervenci n universitaria de 1966 el movimiento estudiantil se encontr con la clase trabajadora peronista, tambi n proscripta, lo que deton una crisis del reformismo y una adscripci n al peronismo y a la nueva izquierda (mao smo y guevarismo) (Barletta, 2001; Sarlo, 2001; Sigal, 1991; Suasnabar, 2004; Friedemann, 2021). Por el otro, los an lisis de enfrentamientos a partir de materiales period sticos del momento advirtieron que la radicalizaci n era anterior incluso a la Revoluci n Cubana (Califa, 2014; Pis Diez, 2018) y que los reformistas predominaban entre los grupos movilizados (Bonavena, Califa y Mill n, 2018; Califa y Mill n 2020, 2021a, 2021b; Califa, 2020).

Con respecto a nuestro tema conocemos dos antecedentes. rica Yuszczyk (2010) ha observado el cambio en los sentidos atribuidos al legado de 1918 en C rdoba entre 1955 y 1968: de una reivindicaci n antiperonista de la democracia, la autonom a y la libertad, a otra ligada a las luchas antiimperialistas en Am rica Latina. En este a o se enfoca Pablo Bonavena (2008), que retrata la gran cantidad de enfrentamientos en el pa s a causa de las conmemoraciones del cincuentenario y el establecimiento de una alianza con la clase obrera. Somos tributarios de ambos y utilizamos las mismas fuentes que el segundo. Sin embargo, no conocemos un trabajo de escala nacional sobre las conmemoraciones entre los golpes de Estado de Ongan a y Videla. Aqu no concluimos sobre el lugar de la Reforma en el movimiento estudiantil, s lo mostramos sus distintos significados a partir de lo que se hac a y dec a de ella durante una d cada en Argentina.

Nuestro enfoque te rico-metodol gico combina marxismo y sociolog a hist rica. Partimos del concepto de que los movimientos se constituyen en la lucha y que para estudiarla deben analizarse los enfrentamientos sociales (Mar n, 2009). Observamos los homenajes a la Reforma como episodios de una contienda m s amplia, consideramos las formas de acci n, las organizaciones que las protagonizan y las alianzas que se movilizan. Triangulamos la descripci n y an lisis cualitativo contextual de las acciones y declaraciones y ofrecemos una cuantificaci n de los hechos apoy ndonos en una base de datos (Bonavena, 1990, BDB de aqu en m s) que registra enfrentamientos estudiantiles en Argentina publicados en peri dicos locales y nacionales entre los golpes de Estado de 1966 y 1976.[2]

 

Alianza obrera y lucha de calles contra la dictadura y la intervenci n. Las conmemoraciones en el a o de la Revuelta Global, 1968[3]

 

El golpe de Estado del 28 de junio de 1966 encontr una resistencia acotada del reformismo nucleado en los centros, federaciones y agrupaciones, y cierta expectativa en grupos cat licos y/o peronistas como el Integralismo, el Ateneo o, en menor medida, el Humanismo. Con base en un diagn stico extendido, el gobierno de facto, inspirado en la Doctrina de Seguridad Nacional, intervino las universidades por considerarlas espacios de infiltraci n comunista. Fueron anuladas la autonom a y el cogobierno y prohibida la militancia (Buchbinder, 2005), lo que desat numerosos choques. Durante la Noche de los Bastones Largos la polic a montada asalt Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde golpe y apres estudiantes, docentes, empleados y funcionarios que ocupaban el edificio para protestar contra la intervenci n, llegando incluso a simular fusilamientos (Morero, 2016). Estas acciones desencadenaron multitud de renuncias que mermaron los planteles docentes en Ciencias Exactas, Arquitectura y Filosof a y Letras de la UBA e impactaron en departamentos de las universidades de C rdoba (UNC), La Plata (UNLP) y el Litoral (UNL), especialmente en Rosario (Buchbinder, 2005). El reformismo, donde predominaban corrientes cercanas al Partido Socialista y al Partido Comunista, rechaz de plano la intervenci n. El Humanismo intent explicar a la dictadura que estaba errada respecto del comunismo en las universidades. Las otras vertientes cristianas apoyaron la medida hasta la designaci n de los interventores de la UNC. Mientras los reformistas reclamaban autonom a, cogobierno y cese de la represi n, sus pares cat licos se sumaban a lo ltimo y repudiaban a decanos y rectores (Mill n, 2013). La contienda en C rdoba escal durante los meses siguientes, con sucesivos episodios de represi n violenta y lucha de calles, sobre todo luego del asesinato del estudiante Santiago Pampill n en septiembre. Estos hechos motivaron manifestaciones en otras ciudades, pero C rdoba se convirti en el epicentro de la protesta (Mill n, 2018b). La resistencia inicial fue derrotada, en gran medida por la carencia de aliados a nivel nacional.

Los estudios cuantitativos sobre movilizaci n estudiantil han mostrado la contundencia de la merma durante 1967 (Bonavena, Califa y Mill n, 2018; Califa y Mill n 2020; 2021a; 2021b y Califa, 2020). Ese a o la dictadura promulg una nueva ley que suprim a la autonom a y el cogobierno, y el movimiento estudiantil se aboc m s al debate interno que al choque con las autoridades (Bonavena y Mill n, 2018).

El a o de 1968 comenz con una resistencia a los nuevos estatutos universitarios, pero el cambio de tendencias se produjo durante la primera quincena de junio, con la conmemoraci n del medio siglo de la Reforma. En parte por cuestiones de calendario, en otra por el reflujo generalizado, las primeras acciones de homenaje a la gesta de 1918 tuvieron lugar en paralelo a los alzamientos en Francia, a las movilizaciones en Brasil y Uruguay, y poco antes del comienzo del ciclo en M xico. A diferencia de estos pa ses, el movimiento estudiantil argentino no alcanz su pico en 1968, sino que comenz una recomposici n con un predominio de la lucha callejera, de la acci n directa y la formaci n de alianzas con la clase trabajadora, en un pr logo de las grandes confrontaciones del largo 68 argentino entre 1969 y 1971/2. Ese proceso tiene un cap tulo excepcional en la primera quincena de junio de 1968:[4]

Nota. Elaboraci n propia con base en BDB.

 

La campa a de reivindicaci n de la Reforma tuvo alcance nacional y comenz casi dos meses antes del cincuentenario. El 11 de abril en Buenos Aires la Federaci n Universitaria Argentina (FUA) se alaba:

 

As como en 1918 la FUA, fundada el 11 de abril, surgir a en el fragor del combate contra el oscurantismo olig rquico, 50 a os m s tarde [ ] se encuentra en el centro del combate universitario, encabezando las luchas [ ], levantando bien alto las banderas de la Autonom a y el Gobierno Tripartito, de la educaci n gratuita y popular, de la apertura de la universidad al pueblo. [ ] QUE EN LAS AULAS Y EN LAS CALLES RESUENE NUESTRA VOZ CONTRA LA LIMITACION, LOS ARANCELES Y EL ESTATUTO, CONTRA LA DICTADURA Y LA INTERVENCION. (BDB, abril 1968, p. 4)

 

A su vez, inauguraban EL A O DE LA REFORMA y llamaban a las organizaciones populares a constituir UN COMITE NACIONAL DE HOMENAJE A LA REFORMA. En esta orientaci n, el 17 de abril la Federaci n Universitaria del Norte (FUN) convoc a una asamblea en Tucum n para reafirmar su decisi n de lucha (BDB, abril 1968, p. 5) al cumplirse el 50. aniversario de la Reforma.

Casi un mes despu s, en Rosario, una de las mayores ciudades industriales del pa s en la provincia de Santa Fe, tom vigor la campa a que adquiri una envergadura considerable. El 15 de mayo se desarroll un acto con profesores, alumnos, dirigentes pol ticos y ex legisladores. El Secretario General del Partido Reformista H ctor Arteaga, sostuvo que el esp ritu de la Reforma Universitaria se mantiene vivo a pesar de los intentos [ ] militares [ ] es el esp ritu libre de la juventud Universitaria (BDB, mayo 1968, p. 4). D as despu s la polic a prohibi una conferencia de Arturo Illia, presidente radical depuesto en 1966, organizada por Franja Morada en la Facultad de Derecho para conmemorar el 50. aniversario. Impidieron el acceso de Illia y este se dirigi al Centro de Estudiantes Reformistas, donde dialog con unos 50 alumnos.

En Tucum n, el 17 de mayo qued constituido el Comit Regional de Homenaje, compuesto por agrupamientos del sistema educativo: la Federaci n Universitaria Argentina (FUA), la Federaci n Universitaria del Norte (FUN), todos los centros y gremios docentes.[5] En la reuni n se realiz un minuto de silencio en homenaje de Pampill n y a los ca dos en la lucha popular , a la vez que se salud a todos los estudiantes que hoy luchan por principios democr ticos y populares para la educaci n y la cultura, en Francia, Italia, Alemania, Uruguay y Brasil . Decidieron hacer suya la Jornada Nacional de la FUA del 14 de junio [ ], [con] un acto p blico con las organizaciones populares . Programaron mesas redondas, un acto de homenaje al exrector de la UNT Julio Prebisch y otro a los Revolucionarios de Mayo.[6] Tambi n decidieron el Manifiesto Liminar de 1918, la declaraci n del Comit y un texto sobre la actual trascendencia latinoamericana del Movimiento Reformista. Entre los p rrafos m s salientes se destaca la construcci n de una tradici n de lucha:

 

A medio siglo de la irrupci n renovadora del estudiantado cordob s en la vieja Universidad olig rquica y feudal, a medio siglo de la fundaci n de la Federaci n Universitaria Argentina [ ] el historial combativo del movimiento estudiantil est n indisolublemente ligados a su perspectiva actual [ ] junto al pueblo

 

Esa tradici n nutr a la confrontaci n antiimperialista: la concentraci n monopolista y el latifundio agrario sellan [ ] nuestro sometimiento al dominio olig rquico imperialista . Se alaban como tarea inmediata recuperar las conquistas avasalladas desde julio de 1966 . En el mbito local denunciaban la desocupaci n y miseria , se compromet an en la defensa de las libertades [ ] abolidas e indicaban el car cter estrat gico de su ligaz n a la clase obrera (BDB, mayo 1968, pp. 5-6). Hacia fines de mayo comenzaron a desarrollarse las actividades. En Derecho, el Centro de Estudiantes y la Agrupaci n Universitaria Nacional (AUN),[7] realizaron una charla donde expuso el estudiante Gregorio Abelardo Caro y programaron otra para principios de junio. Para ese momento tambi n comenzaban a desarrollarse acciones en C rdoba, como la mesa redonda del 23 de mayo.

D as despu s, la sombra del cincuentenario asomaba en Buenos Aires. El 29 de mayo se realizaron manifestaciones y actos rel mpago de la FUA cerca de Filosof a y Letras, Ciencias Econ micas, Ciencias Exactas y Naturales y el Rectorado, en distintas zonas de la ciudad, para reclamar contra [ ] el actual estatuto (BDB, mayo 1968, p. 8). Ante la presencia policial se desconcentraban y volv an a reunir en otras esquinas, donde arrojaban volantes y vivaban a la Reforma. Se produjeron al menos cinco enfrentamientos con la polic a, se erigieron barricadas y se defendieron con bombas molotov, con el saldo de ocho alumnos detenidos. El comienzo de esta campa a coincidi con el reclamo por la libertad de 28 estudiantes presos, entre ellos Jorge Rocha, militante del Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda (FAUDI), recien escindido del Partido Comunista, y presidente de la FUA.

El 5 de junio el Comit Regional de Tucum n repudi la detenci n de estudiantes. En el mismo sentido se expres la FUN, en un comunicado firmado por la militante de FAUDI Mar a Nassif, dirigente en una ciudad que se destacaba tambi n por la participaci n de mujeres en la conducci n del alumnado (Nassif y Ovejero, 2013). Reclamaba la libertad de Rocha y advert a que se pretend a frenar una ola de descontento popular y descabezar al movimiento estudiantil con motivo de las jornadas de homenaje combativo a la Reforma. El centro de Ingenier a agreg : la llamada Revoluci n Argentina demuestra directa o indirectamente su verdadera fuerza de sustentaci n: la fuerza de represi n (BDB, junio 1968, p. 3). Este centro y el de Bioqu mica organizaron una conferencia a cargo del profesor Ernesto Laclau, dentro del ciclo Universidad y Reforma . Mientras, el Comit Regional anunciaba una charla con Silvio Frondizi, destacado intelectual marxista, y dos nuevas mesas redondas con la participaci n de la FUA, FUN y gremios docentes.

El d a siguiente, 6 de junio, la FUA comunicaba sobre las detenciones: si de ese modo se quiere frenar la consciente disposici n de lucha del estudiantado, la idea es sumamente ingenua, pues los estudiantes seguir n junto al pueblo hasta lograr una Universidad mejor en un pa s liberado (BDB, junio 1968, p. 3). A continuaci n se anunciaba un paro en homenaje a la Reforma. Esa misma noche un acto en la Facultad de Filosof a y Letras (UBA), de alrededor de 400 alumnos, reclam la libertad del presidente de la FUA y arroj volantes vivando a la juventud de Francia. La polic a intent desalojarlos y respondieron con proyectiles. El contraataque incluy un cami n hidrante, carros de asalto, gases lacrim genos y cuatro detenciones. D as despu s, el 10 de junio, la FUA inform la liberaci n de su presidente y que prosegu an los preparativos para la huelga, mientras la Coordinadora de Agrupaciones Estudiantiles de Buenos Aires invitaba a los secundarios a adherir al paro.

Entretanto, en Filosof a y Letras de Tucum n ten a lugar un acto del Comit Regional, pese a la prohibici n. Por su parte, los centros de Ingenier a y de Farmacia repudiaron la represi n y agradecieron a la Confederaci n General del Trabajo (CGT) local y a la Federaci n Obrera Tucumana de la Industria del Az car (FOTIA) por la cesi n de sus locales para desarrollar los homenajes. D as despu s, el Sindicato Obrero del Vestido local informaba su adhesi n. Como puede notarse, la conmemoraci n se entroncaba con las demandas estudiantiles contra la represi n, y concitaba la solidaridad de otros actores sociales, como los sindicatos tucumanos.

Sin embargo, tambi n exist an corrientes contrarias al reformismo, la mayor a ligadas al catolicismo y al peronismo. En C rdoba el d a 11 de junio el Movimiento Universitario Integralista Nacional (MUIN) realiz una conferencia en el local de la CGT de los Argentinos, una fracci n sindical contraria al gobierno de facto, donde manifest que el paro de la FUA hab a sido convocado de manera inconsulta y tend a a la divisi n, agregando que la Reforma no representa una perspectiva nacional, popular y revolucionaria para los trabajadores y estudiantes argentinos (BDB, junio 1968, p. 5). En el mismo sentido se expresaron el Frente Estudiantil Nacional (FEN) y la Agrupaci n Universitaria Liberaci n, ligada al mencionado PSIN, que rechazaron una huelga que habilitar a un hecho golpista que pretende utilizar el radicalismo del Pueblo para sus propios fines (BDB, junio 1968, p. 5).[8] Podemos notar dos rasgos del significado de la Reforma: la continuidad de la brecha entre Reforma y catolicismo/peronismo, que obturaba una convergencia frente a la dictadura; y las filiaciones en disputa, pues mientras el PSIN participaba de los homenajes en Tucum n, repudiaba el paro en C rdoba, los gremios tucumanos se solidarizaban y los cordobeses recib an a los estudiantes antirreformistas.

El d a 12 las acciones adoptaron formas transgresivas en Rosario y La Plata y muy moderadas en Buenos Aires. En la primera ciudad, el movimiento estudiantil intent ocupar varias facultades y enfrent la resistencia policial, situaci n que deton numerosos choques en las calles y contusos en ambos bandos. La primera tentativa fue en Medicina. Luego de un acto, los reformistas comenzaron a marchar por los pasillos, cantando estribillos y tirando petardos, y fueron emboscados por la polic a. Minutos despu s reaparecieron en el Anexo del Hospital Centenario, donde se reiteraron las escenas. Posteriormente, los alumnos procuraron tomar Matem ticas en dos oportunidades, ambas frustradas por la polic a. Por ello se desplazaron a las calles aleda as, donde realizaron actos rel mpago y se atrincheraron con una barricada. En paralelo, se repart an volantes en otros puntos de la ciudad. Adem s, anunciaron un acto donde hablar an el estudiante Luis Carello y el hist rico dirigente reformista Carlos S nchez Viamonte y se encontrar an la referente socialista Alicia Moreau de Justo, los radicales Carlos Perette y Arturo Illia y el ex gobernador santafesino Luciano Molinas. En linea con la participaci n de sectores profesionales, el Centro de Graduados de Ciencias M dicas condenaba al decano por no prestar un aula para el acto. A su vez, el debate cordob s se reprodujo en Rosario: mientras los centros de Econ micas y Medicina anunciaban su adhesi n, el Ateneo expresaba: el eje del movimiento estudiantil argentino no pasa por la Reforma Universitaria sino por la lucha del pueblo por la liberaci n nacional (BDB, junio 1968, p. 6). No se plegaban al paro, pero apoyaban la huelga y movilizaci n de la CGT del 28 de junio. En La Plata se desarroll una asamblea prohibida, con el temario centrado en el 50. aniversario de la Reforma. Ante la orden de desalojo, los estudiantes declararon un paro y 400 de ellos se dirigieron al Rectorado, donde pidieron la renuncia de los funcionarios que se rehusaron a prestar el Aula Magna. Mientras deliberaban con el rector, los alumnos ocuparon el edificio y colgaron banderas rojas. La polic a los rode con una divisi n de perros, agentes de caballer a y de infanter a, forz la entrada y el comisario a cargo negoci un desalojo sin detenciones. Cuando parec a que volver a la calma, comenzaron a desarrollarse manifestaciones y choques con la polic a en las inmediaciones del Comedor Universitario y cerca de Medicina, donde gritaban Libros s , botas no . El saldo arroja lesionados en ambos bandos y cinco detenidos, entre ellos el presidente de la Federaci n Universitaria de La Plata (FULP), que adher a a las huelgas de la FUA y de la CGT A del 28. Por la noche varias facultades luc an grafitis: Libertad a los detenidos pol ticos, gremiales y estudiantiles , mientras ocurr an actos rel mpago. En paralelo, en Buenos Aires la Polic a Federal informaba que hab a sido prohibido un acto organizado por Franja Morada a desarrollarse el d a 14, donde participar an Antonio Scipione, de la Uni n Ferroviaria, y los mencionados Arturo Illia y Alicia Moreau de Justo. Durante la jornada siguiente, el ministro del Interior Guillermo Borda sostuvo que los incidentes se deb an al accionar de agitadores , algunos llegados desde el extranjero (BDB, junio 1968, p. 8).

Las acciones m s transgresivas del 13 de junio nuevamente se localizaron en Rosario, mientras que Buenos Aires y Tucum n fueron escenarios de t cticas relativamente contenidas. En la urbe santafesina la polic a prohibi el acto de homenaje. El movimiento estudiantil consigui un amparo del juez Civil Juan Carlos Gadella para realizar una reuni n en el Centro Catal n, frente a Filosof a y Letras. El acto fue organizado por Franja Morada y por la Comisi n de Homenaje y cont con la participaci n del mism simo magistrado. Pese a ello, la polic a detuvo varios concurrentes y luego carg contra otros activistas, tres de los cuales resultaron heridos pese a que se defendieron con los pu os. En Buenos Aires, mientras tanto, la FUA denunciaba que la dictadura hab a desplazado el m s tremendo operativo policial de los ltimos tiempos (BDB, junio 1968, p. 8). Algo similar ocurr a en Tucum n, donde el Movimiento Nacional Reformista (MNR), los centros de Arquitectura, Econ micas y Filosof a y Letras anunciaban su observancia de la huelga de la FUA, con la convocatoria a actos y al debate en cursos. El centro de Farmacia, Bioqu mica y Qu mica sostuvo que el paro debe ser manifestaci n terminante de la comunidad en repudio a la intervenci n y el homenaje militante [ ] a la Reforma (BDB, junio 1968, p. 9). En aquella ocasi n se expresaron dos posturas paradigm ticas. La FUN se alaba que frente a:

 

la pol tica limitacionista y antipopular de la dictadura en la Universidad [ ] es necesario reafirmar en forma militante que los estudiantes argentinos est n dispuestos como hace 50 a os a luchar junto al pueblo para abrir la Universidad a los sectores populares, por ponerla al servicio del pa s y exigir la participaci n de los tres claustros en el gobierno.

 

Para aquella federaci n el homenaje es un: compromiso de lucha de los estudiantes junto al pueblo y en especial junto a la clase obrera, por conseguir un gobierno realmente democr tico, antiolig rquico y anticapitalista, que haga posible la Universidad que todos queremos (BDB, junio 1968, p. 9). La cat lica Liga Humanista adhiri al paro, a diferencia de otras corrientes cristianas. Reconoc an aspectos positivos de la Reforma, pero criticaban el laicismo y su enfrentamiento con los movimientos nacional-populares encabezados por Yrigoyen y Per n.

El d a 14 se cumpli el paro de la FUA en todo el pa s.[9] Se conoci la adhesi n de la Federaci n Universitaria Tecnol gica (FUT) y de la CGT de los Argentinos, mientras las agrupaciones peronistas ratificaron su negativa. El panorama de enfrentamientos fue diverso. En Buenos Aires se observaba un fuerte ausentismo en Econ micas, Exactas y Naturales y Filosof a y Letras, y m s limitado en otras facultades. El conservador centro de Odontolog a se expresaba en contra:

 

Alerta a los graves momentos por los que atraviesan las universidades de otros pa ses, guiados por elementos agitadores [ ] y viendo con orgullo la paz que reina en nuestras altas casas de estudio, era decisi n de esta Comisi n Directiva no adherir al paro solicitado por la FUA y FUBA, [ ] nuestra Universidad est siendo conducida a sus mejores destinos. (BDB, junio 1968, pp. 10-11)

 

Pese a semejantes posicionamientos, en la capital se sucedieron numerosos choques. Por la ma ana en el barrio de Caballito fueron detenidos dos estudiantes con panfletos de la FUA. La federaci n resaltaba el xito rotundo (BDB, junio 1968, p. 11) de la huelga, que realizar a los actos a pesar de la prohibici n y anunciaba una marcha encabezada por la Junta Ejecutiva, Juan Carlos Coral (Secretario General del Partido Socialista Argentino), Otto Vargas (miembro del Partido Comunista Comit Revolucionario), el Movimiento de Juventud Radical y la Federaci n de Graduados Reformistas (FUGBA). Asimismo, Jorge Rocha informaba que hab a recibido un telegrama de la Uni n Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF) en adhesi n al 50. aniversario. Por su parte, la Juventud Radical comunicaba su repudio al alevoso ataque al estudiante Eduardo Saguier (BDB, junio 1968, p. 11), el m s grave de los heridos de Rosario.[10] En paralelo, desde el mediod a se suced an numerosos actos rel mpago, aunque los choques cobraron intensidad por la noche. Cerca de Econ micas, un grupo de 300 estudiantes con carteles de la FUA arroj una bomba molotov contra un mnibus de pasajeros, incendi ndolo, y luego otra contra un carro de la polic a. Poco despu s, cien alumnos cortaron la avenida C rdoba y marcharon hasta la puerta de Econ micas, donde arrojaron volantes de varios centros, de la FUA y del Partido Revolucionario de los Trabajadores. En una de las esquinas atacaron a la polic a con una bomba molotov. En otra frenaron un mnibus, hicieron bajar a los pasajeros y lo incendiaron. Durante estos incidentes, adem s, un alumno cay herido de bala. Tambi n se produjeron enfrentamientos en la cat lica Universidad del Salvador, a pocas cuadras. Para el cierre de la jornada la FUA comunic que el acatamiento al paro estudiantil fue del 50% a la ma ana y total por la noche.

En La Plata el paro tuvo acatamiento parcial. La polic a cerr el centro de la ciudad para el tr nsito vehicular. La FULP llev adelante un acto en el Colegio de Abogados. En paralelo, en la UNLP la polic a disolv a varias reuniones, mientras el juez Carlos Garc a accedi al recurso de amparo frente a la negativa del rector para desarrollar un acto de la Comisi n de Homenaje en el Colegio Nacional. No obstante, en las inmediaciones se produjeron choques entre polic as y estudiantes, que resistieron con pedradas para luego dispersarse en grupos para realizar actos rel mpago en distintos puntos. A su vez, la acci n represiva iba m s all de una reacci n ante los desmanes, como se evidenci con la irrupci n en la conferencia de prensa de la FULP en Agronom a.

En Tucum n tambi n se vivi una jornada marcada por la acci n transgresiva. La FUN anunci manifestaciones y la huelga tuvo un alto acatamiento. A la ma ana un grupo de estudiantes iz la bandera morada de la Reforma en el m stil de la UNT. Poco despu s, mientras se aguardaba el arribo del dirigente de la CGT A Raimundo Ongaro, comenz el acto por la Reforma. Cerca de 300 estudiantes escucharon a Rosa Nassif, de FAUDI, a Carlos Kirschbaum, de Ingenier a, a Horacio Sueldo, referente humanista, y a Blanco, dirigente de la FOTIA. Ante la llegada de la polic a, los estudiantes cerraron las puertas y resistieron durante tres horas. En la biblioteca el asalto incluy el uso de gases lacrim genos. En las inmediaciones algunos de los desplazados se acoplaron con j venes reci n llegados y erigieron una barricada para contener el avance de la polic a montada, con el saldo de numerosos heridos. Por la tarde tuvo lugar el acto del Centro de Filosof a y Letras. De all muchos participantes se dirigieron a Derecho y realizaron otro acto, donde se produjeron nuevos encuentros con la polic a. Desde esa casa de estudios parti una caravana hacia el centro, que la polic a disolvi en las inmediaciones de la Casa de Gobierno. Por la noche el humanismo resalt la vigencia del programa de lucha del estudiantado [ ] en coordinaci n con [ ]la CGT (BDB, junio 1968, p. 14). La FUN coincid a y resaltaba la necesidad de la democracia en los claustros.

Las acciones fueron de menor envergadura en Rosario y en C rdoba. En la primera ciudad, la polic a denunci el hallazgo de bombas de estruendo en Filosof a y Letras. Allende los comentarios que intentaban desacreditar la lucha, el acatamiento al paro fue alto en varias facultades y el acto en el cine Nilo, prohibido por la polic a, termin con incidentes y varios lesionados. Entretanto, en C rdoba la federaci n local tuvo que desmentir rumores sobre su defecci n, mientras el Integralismo recordaba que no adher a. La prensa y la FUC estimaron un ausentismo de entre el 50% y el 80%, mientras, en el acto del cementerio San Jer nimo hablaba el hist rico dirigente reformista Arturo Orgaz.

El d a 15, aniversario de la toma de la asamblea de C rdoba en 1918, comenzaban los balances. Se estimaban m s de 100 detenidos, mientras circulaban rumores de renuncias entre las autoridades universitarias. En Buenos Aires la Comisi n de Homenaje denunciaba atropellos policiales y el Centro de Ingenier a Tecnol gica repudiaba la detenci n de dos afiliados en la manifestaci n de la FUA. En Rosario la polic a informaba de dos agentes hospitalizados y la CGT repudiaba la represi n. All ten a lugar un acto de la Comisi n de Homenaje en recordaci n de Jorge Ra l Rodr guez, autor del proyecto legislativo que dio origen a la UNL en el marco del proceso de la Reforma. No se registraron incidentes, pero s una fuerte vigilancia policial. En La Plata el d a 15 fue relativamente distinto, porque el movimiento estudiantil realiz varios actos rel mpago, donde se arrojaron petardos y cantaron consignas contra el gobierno. Al d a siguiente, Raimundo Ongaro comunic su apoyo y llam a formar un Frente de Resistencia Civil contra Ongan a (BDB, junio 1968, p. 17). La ola de movilizaci n experimentaba un declive, aunque persist an algunos enfrentamientos, como el del 17 en la capital bonaerense, donde estudiantes y docentes de Humanidades y del Colegio Nacional se rehusaron a ingresar como protesta por la nutrida guardia policial. Hacia la noche se sucedieron varios actos rel mpago, donde se viv a la Reforma. En Humanidades arrojaron dos bombas molotov contra los carros policiales y consiguieron incendiar uno. En respuesta, la polic a los embisti y estos resistieron a pedradas en varios puntos del centro.

El cincuentenario de la Reforma tuvo dos consecuencias trascencentes. En primer t rmino, la activaci n generalizada. En el siguiente gr fico se compara la media semanal de acciones contenciosas de esta primera quincena de junio de 1968 con las del per odo de mayor radicalidad estudiantil, entre 1969 y 1972, en las cinco universidades m s numerosas de Argentina:[11]

 

Nota. Elaboraci n propia con base en BDB.

 

Como puede verse, la intensidad de la movilizaci n alcanz niveles propios del largo 68 argentino. Fue una oleada brev sima, no obstante constituye un antecedente muy cercano y es dif cil no considerarlo parte de un proceso de acumulaci n estudiantil que alcanz otros niveles. Esa activaci n generalizada alcanz a sectores habitualmente menos conflictivos, como los estudiantes de la Universidad Cat lica de Santa Fe, que se movilizaron al Arzobispado, a la vez que vigoriz contiendas acad mico-gremiales preexistentes, como la toma de Ingenier a del 24 de junio en La Plata.

En segundo lugar, asistimos a una convergencia a escala nacional entre el movimiento estudiantil y las fracciones obreras de la CGT de los Argentinos. El 18 de junio esta central anunci un acto en Plaza Once, en Buenos Aires, para el d a 28, en repudio a la represi n a los estudiantes, en reclamo de aumento salarial, reapertura de fuentes de trabajo y la restituci n de personer as gremiales. Al mismo tiempo, la filial de Rosario propuso realizar un acto en su local, con Ongaro: ofrecemos a todos los sectores reformistas que debido a la represi n no pudieron expresar sus ideas, la tribuna del acto (BDB, junio 1968, p. 19). Con ello concit la unidad de reformistas y peronistas, cuando la FUL, FEN y la JUP se comprometieron con la organizaci n del evento. Efectivamente, el 28 de junio tuvo lugar un paro activo obrero-estudiantil. El ausentismo fue casi total en Buenos Aires, Corrientes, C rdoba, La Plata, Mendoza, Rosario, Salta, Tucum n, donde adem s se registraron varios combates callejeros con la polic a.

En resumen, en las declaraciones y acciones por la conmemoraci n de la Reforma en 1968 encontramos dos aspectos complementarios en ese contexto. Por un lado, la faceta democr tica de lucha contra la intervenci n y la dictadura. Por el otro, caracter sticas ligadas a la oleada revolucionaria global de aquel a o: la acci n directa, la ocupaci n de la calle, la alianza con la clase trabajadora y el antiimperialismo. En la etapa siguiente, como veremos, entrar en debate este ltimo elemento.

 

Reforma y/o Revoluci n? Conmemoraciones durante el largo 68 argentino, 1969-1972

 

En mayo de 1969 comenz una crisis pol tica sin precedentes en Argentina. El d a 15 fue asesinado en Corrientes, capital de la hom nima provincia nordestina, el estudiante Juan Jos Cabral mientras protestaba contra la privatizaci n del comedor universitario. El hecho despert indignaci n en la ciudad, el llamado Correntinazo, y una oleada de movilizaciones de solidaridad en el pa s. En Rosario, Tucum n y C rdoba las acciones se llevaron a cabo junto a la clase trabajadora e implicaron violentos choques en los cuales la masa movilizada consigui controlar parte del casco urbano (Mill n, 2013; Gordillo, 1999; Brennan, 1996; Balv , Messina, Guerrero y Balv , 1973; Balv y Balv , 1989; Crenzel, 1997). El Cordobazo del 29 de mayo le puso el nombre a una poca. Entre 1968 y 1974 tuvieron lugar m s de 30 revueltas populares urbanas, azos como se los llamaba (Fern ndez, Iglesias, Seia, Tate, Weisbrot y Yep, 2013). La dictadura comenz a tambalear. Las clases dominantes advert an de un nuevo peligro: la subversi n, t rmino ambiguo que designaba a los sectores radicalizados de la izquierda y del activismo universitario y fabril. El movimiento estudiantil argentino experiment un auge entre 1969 y 1971, que en Tucum n se extendi hasta 1972 (Califa y Mill n, 2019a). Una experiencia que, en el contexto latinoamericano se distingue por la larga duraci n y su estrecha conexi n con el movimiento obrero (Califa y Mill n, 2019b). Las conmemoraciones en esta etapa no resultaron tan numerosas como en 1968, ni tan gravitantes. Sin embargo, las reivindicaciones y cr ticas de la Reforma comenzaron a vincularse m s estrechamente con la tem tica de la Revoluci n.

En junio de 1969 el aniversario se ubic en inmediata continuidad con las revueltas de Corrientes, Rosario, Tucum n y C rdoba y un clima de ley marcial, con numerosos activistas detenidos. El d a 11 en La Plata Franja Morada emiti un comunicado donde sostuvo que los postulados de la Reforma adquieren en los actuales momentos absoluta vigencia (BDB, junio 1969, p. 7). El Centro de Derecho organiz un acto en homenaje con participaci n de los tres claustros. Cuando finalizaba, un alumno invit a participar de otro evento en los jardines de la UNLP, reuni ndose 400 estudiantes. Luego formaron una gruesa columna que march por la ciudad arrojando bombas molotov al grito de pueblo argentino, la lucha es el camino , para finalmente dispersarse. D as despu s, el 16, los estudiantes de Ingenier a realizaron un acto con 700 asistentes para rendir homenaje a la Reforma. Hablaron estudiantes de distintas tendencias y el presidente de la FULP, Guillermo Blanco. Todos respaldaron la lucha en C rdoba y expusieron la necesidad de unidad obrero-estudiantil para establecer un gobierno popular. Al finalizar el encuentro, cerca de 300 comenzaron una marcha hacia el centro, arrojando panfletos y bloqueando las calles con autom viles mientras volv an a corear pueblo argentino la lucha es el camino . A su paso apedrearon la corresponsal a de un peri dico de Buenos Aires. Arribados a los jardines de la UNLP efectuaron un acto rel mpago, repartieron volantes y, cuando lleg un patrullero, le lanzaron cascotes mientras le gritaban asesinos . La llegada del segundo m vil policial fue recibida con una bomba molotov. Luego un polic a sac su arma y se suscit una gran desbandada, aunque los estudiantes segu an activos, como result evidente en las escaramuzas para liberar a un joven que estaba siendo arrestado violentamente en el centro de la ciudad.

Tres d as despu s, en la convulsionada Rosario, se realizaron tres actos. Uno de Franja Morada en Derecho. Otro, por el Centro de Medicina, conducido por el MNR, donde hablaron el presidente Oscar Beb n y un integrante del Humanismo Renovador, repudiaron al decano por no atender una solicitud estudiantil sobre turnos de ex menes y evocaron el 51 aniversario. Sobre el final se dirigieron al Decanato y luego arrojaron volantes del APRI, del Humanismo Renovador, del Partido Reformista Franja Morada y del Centro de Estudiantes. A su vez, al mediod a tuvo lugar un tercer encuentro, frente a la galer a Melipal, donde cay el estudiante Adolfo Bello el 17 de mayo. All habl el alumno Ricardo Campero y participaron unos 100 j venes, que arrojaron volantes del MNR, vivaron la Reforma, depositaron una ofrenda floral y entonaron el Himno Nacional.

El a o siguiente la coyuntura del aniversario de la Reforma estuvo signada por el derrocamiento de Ongan a y su reemplazo por el general Levingston, a instancias de la Junta Militar, tras conocerse que un nuevo grupo, Montoneros, hab a secuestrado y fusilado al general Aramburu, presidente de facto entre 1955 y 1958 y connotado antiperonista conservador. En las universidades las luchas m s fuertes hab an sucedido en el verano, contra los ex menes de admisi n. Se hab a conquistado un ingreso muy superior al planeado por la dictadura (Califa y Seia, 2016) y hab a emergido una nueva forma de organizaci n: los cuerpos de delegados, que a veces rivalizaban (Bonavena y Mill n, 2010).

El 10 de junio de 1970 en La Plata la FULP comunicaba que hab a realizado asambleas y tomas para mantener abierta la Universidad frente al desconcierto institucional. Informaba sobre la creaci n de una mesa de lucha universitaria, integrada por la FULP, profesores [ ], graduados y otros sectores, a fin de impulsar la lucha contra la intervenci n, el combate contra el participacionismo y la orientaci n de la ense anza (BDB, junio 1970, p. 9) y anunciaba una reuni n de la Junta Representativa y un acto en Exactas, donde exist a un importante conflicto acad mico, para reafirmar los postulados de la Reforma (BDB, junio 1970, p. 11). El 12 el centro de Derecho repudiaba la detenci n de militantes por la ley 17.401 (de represi n al comunismo). Esa misma noche, en el acto de la FULP por el 52 aniversario de la Reforma hablaron oradores de Franja Morada, trotskystas de la Tendencia Estudiantil por la Revoluci n Socialista (TERS), del FAUDI y comunistas del Movimiento de Orientaci n Reformista (MOR). Los primeros, adem s, anunciaron para el 15 de junio una jornada de lucha antiimperialista latinoamericana (BDB, junio 1970, p. 11). En La Plata, como vemos, ten a lugar un intenso proceso de identificaci n con el reformismo, donde casi todos los Centros organizaron su actividad con docentes y graduados, al tiempo que se observaban distintas interpretaciones. En Agronom a, por ejemplo, el presidente del centro brind una mirada nacionalista al reivindicar la gesta de 1918 en oposici n a otras tendencias extra as al aut ntico sentir argentino (BDB, junio 1970, p. 13). En un sentido diferente se expresaba el MOR, que llamaba a luchar por la anulaci n de la Ley Universitaria, la vigencia del gobierno tripartito y la autonom a, mientras Franja Morada sosten a que los actos ten an por objetivo: la reafirmaci n de los postulados de la Reforma [ ] inherentes a un proceso revolucionario nacional y adecuados a [ ] la poca actual. Franja Morada intenta [ ] exceder los marcos universitarios, para extenderse a otros sectores populares... (BDB, junio 1970, p. 12). Allende los matices, ambas agrupaciones participaron del acto en Derecho el d a 15, a diferencia de los peronistas de la Federaci n Universitaria por la Revoluci n Nacional (FURN). Ese d a la FULP declar una jornada antiimperialista y de lucha , con el levantamiento de los cursos, el debate en las facultades y un acto central con representantes de los tres claustros y sindicalistas. Domingo Teruggi, presidente de la FUA, sostuvo: la experiencia nos dio conciencia de que la alternativa es una sola: tomar las banderas de la liberaci n social y nacional, y fusionar el movimiento estudiantil a las luchas del pueblo . Otro dirigente asoci el legado de 1918 con la revoluci n: reivindicaci n de la Reforma significa luchar contra la dictadura, el capitalismo y los intereses imperialistas . En momentos en que se retiraba el p blico tom la palabra la FURN: los errores de los estudiantes reformistas los llevaron a apoyar la Revoluci n de 1930, unirse a la Uni n Democr tica en 1945 y participar en la Revoluci n de 1955 (BDB, junio 1970, p. 13).

En otras ciudades tambi n hubo actos. En Econ micas de C rdoba y de Buenos Aires las conmemoraciones estuvieron marcadas por el reclamo de la libertad de los presos estudiantiles. En Rosario el Centro de Medicina y Franja Morada realizaron un acto con los profesores Sergio Bag y Mois s Polack, quienes subrayaron la contradicci n entre reformismo y clases dominantes, al considerar que: nunca los sectores antipopulares pudieron disimular sus sentimientos antirreformistas y para ellos la autonom a universitaria es inadmisible (BDB, junio 1970, p. 13).

El contexto del aniversario de 1971 result diferente al del a o anterior. En marzo, tras la revuelta de C rdoba conocida como Viborazo, el general Lanusse tom la presidencia y convoc a un Gran Acuerdo Nacional (GAN). Concedi legalidad a los partidos ajenos a la subversi n para que canalizaran parte del descontento con la dictadura y se aislaran a los sectores radicalizados, sobre los cuales comenz una represi n con el empleo de legislaci n de excepci n y de grupos parapoliciales (Bonavena, Maa n, Morelli, Nievas, Paiva y Pascual, 1998; Califa y Mill n, 2016). En las universidades durante el verano se hab a reiterado la crisis por los ex menes de admisi n, mientras crec an las divergencias entre las agrupaciones combativas. El grueso de la nueva izquierda apostaba por los cuerpos de delegados, mientras el reformismo segu a reivindicando los centros y federaciones (Califa, 2018). Sin embargo, la FUA se hab a dividido. Los comunistas encabezaban la entidad que hizo su congreso en La Plata, mientras una coalici n de Franja Morada y el MNR alcanz la direcci n en un encuentro en C rdoba (Califa, 2017). El tono de los debates se correspond a con la pol mica sobre la contribuci n del movimiento estudiantil a lo que se consideraba como la revoluci n en curso. Era la Reforma una herencia adecuada o deb a superarse?

Las primeras conmemoraciones las impuls el Centro de Econ micas de C rdoba con la mesa redonda del 8 de junio: La realidad universitaria y las banderas de la Reforma de 1918 . D as despu s, ese mismo centro junto a los de Medicina, Derecho y Tecnolog a y Computaci n anunciaron un encuentro para el 15, con la presencia de Illia y del secretario de la CGT local. Varias corrientes apoyaban la iniciativa, como AUN o la Agrupaci n Reformista de Estudiantes de Ciencias Econ micas (ARECE, adherida al MNR), para quienes la Reforma tiene m s que nunca vigencia revolucionaria por cuanto su contenido antiolig rquico y antiimperialista choca a diario con la entrega de nuestras universidades (BDB, junio 1971, p. 11). Por su parte, los comunistas de Movimiento Universitario Reformista (MUR), anunciaban un ciclo de charlas.

El d a 15 ambas FUA convocaron a sendos actos conmemorativos. FUA La Plata en la Federaci n de Box de Buenos Aires, donde 700 personas con carteles del Encuentro Nacional de los Argentinos (ENA) repudiaron la pol tica educativa del gobierno.[12] En algunas facultades de la UBA, entretanto, se suced an enfrentamientos. En Econ micas los peronistas repudiaban al decano y en Arquitectura una asamblea de docentes y estudiantes de Filosof a y Letras, donde gravitaban la nueva izquierda y la izquierda peronista, se declaraba como el nuevo gobierno , comenzaba el doble poder de Filo (Bonavena, 1997).

Por su parte, la FUA C rdoba invit a reunirse en Derecho de la UNLP. En la capital bonaerense se viv a una crisis en Veterinaria, donde hab an renunciado las autoridades a causa de una prolongada ocupaci n estudiantil. Aunque el Rectorado declar asueto, el acto se realiz igualmente, pero en Econ micas. All , con 200 estudiantes, tuvo lugar un debate entre un orador que valor la Reforma y otro que la llam instrumento de la colonizaci n cultural (BDB, junio 1971, pp. 12-13). La situaci n en otras ciudades fue dispar. En Rosario el acto de conmemoraci n fue pac fico, con la participaci n de 100 personas en el Centro Espa ol, fuera de la universidad. En C rdoba las celebraciones fueron escenario de una contienda entre los reformistas y la nueva izquierda y el peronismo. Una asamblea de 1.500 alumnos, donde se destac un dirigente guevarista del Ej rcito Revolucionario del Pueblo, decidi impedir la participaci n de Illia en el acto por la Reforma y emiti una declaraci n de condena a las dos FUA y apoyo a los gremios metalmec nicos SITRAM/SITRAC: las opciones clasistas y revolucionarias a las que el movimiento estudiantil deben subordinarse (BDB, junio 1971, p. 13). Cuando iba a desarrollarse el evento de los centros y la FUA C rdoba , los asamble stas ocuparon el recinto, vivaron al SITRAC/SITRAM, a la guerrilla y cantaron ni golpe, ni elecci n, revoluci n . Finalmente, el acto tuvo lugar en el aula H, ante gran cantidad de p blico, pero sin el expresidente. Hablaron el profesor Blas Alberti, el dirigente del Partido Socialista Popular Guillermo Est vez Boero y el dirigente fuista Pascual Bianconi, mientras militantes de Franja Morada, el MNR y AUN coreaban c nticos contrarios al gobierno y a los ultraizquierdistas . Durante el d a siguiente el Centro Econ micas emiti un comunicado donde denunciaba:

 

la actitud sectaria, patoteril, antidemocr tica y antiestudiantil de un grupo de compa eros [ ] trataron de boicotear un acto p blico organizado por cuatro centros [ ] mediante ataques verbales y f sicos [ ] tras una pretendida actitud democr tica y autopostul ndose la izquierda revolucionaria promovieron la divisi n [ ] [su] fin es promover la anarqu a, la desorganizaci n, la imposici n de ideas [ ] haci ndole el juego a la dictadura y al imperialismo para quienes la unidad, la organizaci n y la lucha tras un programa com n significa [ ] la derrota inexorable.

[ ] el acto se realiz [ ] se fustig duramente a la pol tica de la dictadura en la Universidad y en [ ] la vida nacional, reivindic ndose una vez m s la vigencia revolucionaria de los postulados reformistas [ ].

Hacemos un llamado al estudiantado a organizarse en centros nicos por Facultad, a organizar la Federaci n Universitaria de C rdoba y a masificar a n m s la organizaci n madre de los estudiantes argentinos, que de 1918 viene liderando las luchas estudiantiles [ ] la Federaci n Universitaria Argentina.

Este es el camino [ ] para luchar contra la dictadura y el imperialismo desde nuestro campo espec fico, la Universidad, [ ] postulando la unidad obrero-estudiantil. (BDB, junio 1971, p. 14)

 

En 1972 las celebraciones fueron mucho m s escuetas. Se destaca el comunicado del MOR en Buenos Aires el 20 de junio: Retomamos [ ] las gloriosas banderas de la Reforma que no s lo implica la defensa de nuestras reivindicaciones y objetivos espec ficos [ ], sino tambi n nuestro mejor aporte a la lucha de la clase obrera y el pueblo para abatir a la dictadura (BDB, junio 1972, pp. 9-10).

En este recorrido hemos encontrado que los aniversarios de la Reforma no ocuparon un lugar tan preponderante en la acci n estudiantil como en 1968. No obstante, fueron uno de los mbitos donde tuvo lugar la controversia sobre la inscripci n del legado de 1918 en el acervo revolucionario. Para el reformismo, donde revest an socialistas, radicales y comunistas, la Reforma era un instrumento ideol gico apropiado para la lucha revolucionaria desde el mbito espec fico de la Universidad; mientras la nueva izquierda consideraba que era necesario encontrar otras referencias para el movimiento estudiantil, fundamentalmente el activismo obrero de base y la guerrilla. Con el final de la dictadura.y el comienzo de una tercera etapa peronista, los significados atribuidos a la Reforma experimentaron nuevas metamorfosis. Primero fue inscripta en una tradici n de lucha por la liberaci n nacional, luego, bajo el terrorismo de Estado, se la present como una garant a de la democracia, contraria a la represi n estatal y paraestatal, pero tambi n ajena a la violencia insurgente, llamada subversiva .

 

De la liberaci n nacional a la defensa de la democracia. Las conmemoraciones durante el tercer peronismo, 1973-1975

 

En los comicios presidenciales de 1973 se impuso el Frente Justicialista de Liberaci n (FREJULI), un ampl simo mosaico de grupos con fracciones antag nicas (De Riz, 2000), donde se yuxtapon an la interna partidaria y la Guerra Fr a (Franco, 2012). Por una parte la Tendencia Revolucionaria, con Montoneros a la cabeza y gran variedad de sectores combativos, muy fuertes en la juventud, como la Juventud Universitaria Peronista (JUP), que se hab an incorporado al peronismo para hacer una revoluci n social. De otra, la Ortodoxia, organizaciones derechistas como la Concentraci n Nacional Universitaria, que se inscrib an en el justicialismo para evitar una revoluci n social. M s cerca de este polo se encontraban Per n, el grueso del empresariado, de los gremios, del catolicismo y una parte de las Fuerzas Armadas. La Tendencia obtuvo numerosas responsabilidades de gobierno en el rea educativa y universitaria. En 1973 en la UBA, y en menor medida en otras universidades, tuvo gran incidencia para designar funcionarios (Friedemann, 2021).

Los primeros eventos de conmemoraci n bajo el flamante gobierno fueron el 13 de junio en La Plata, con el acto de la Juventud Radical, donde habl el Dr. Ra l Pistorio, expresidente de la FULP. En paralelo, el Centro de Derecho expulsaba a doce profesores representantes del continuismo militar (BDB, junio1 1973, p. 74). Durante la jornada siguiente, los comunistas del MOR y la FUA La Plata anunciaron un acto en Buenos Aires para el d a siguiente en homenaje a la Reforma, en solidaridad con Chile y Vietnam, de donde vendr a un orador, e inserto en la lucha universitaria en el proceso de liberaci n nacional (BDB, junio1 1973, p. 76).

En Mendoza, capital de la provincia hom nima, se viv an semanas de enorme tensi n a causa de la puja entre la avanzada renovadora y la defensa del viejo orden universitario. Uno de los escenarios m s conflictivos era Medicina, pero tambi n se registraban tomas en numerosos colegios. En ese contexto, militantes del MOR de varias facultades anunciaron diversos actos por el aniversario de la Reforma, a los cuales invitaban a egresados y al movimiento obrero.

El 15 de junio, aniversario de la irrupci n estudiantil de 1918, se produjeron varios eventos. En Mar del Plata tuvo lugar un acto del Centro de Econ micas (adherido a la FUA) con 350 alumnos. Para ellos la Reforma era la: fecha en que por primera vez los estudiantes y obreros de nuestro pa s se levantaron contra el clericalismo, dogmatismo e imperialismo . El secretario general del CECE, Roberto Dom nguez, se alaba la vigencia de los postulados de 1918:

 

la lucha de las mayor as nacionales contra el privilegio nacional y extranjero que pretende perpetuar la dependencia. La lucha entre quienes tratamos de hacer de la educaci n una herramienta al servicio del desarrollo [ ] de nuestro pueblo y quienes pretenden afianzar a trav s de la educaci n la dominaci n [ ] tiene vigencia [ ] la lucha entre quienes tratan de garantizar el continuismo [ ] y quienes resistieron durante 7 a os de dictadura [ ] por una Universidad de mayor as al servicio de la Liberaci n Nacional.

 

En este sentido, el Centro anunciaba que pon a en marcha trabajos voluntarios como un aporte de las mayor as nacionales para transitar el sendero de la Liberaci n Nacional (BDB, junio2 1973, pp. 1-2).

En La Plata aquel 15 de junio tuvieron lugar actos de caracter sticas muy diferentes pero que, en esencia, se encolumnaban en el apoyo al proceso democr tico. En los jardines del comedor de la UNLP se desarroll un evento religioso en homenaje a los ca dos en el bombardeo a la Plaza de Mayo de junio de 1955, con la presencia del padre Mujica, el rector Agoglia y la FURN. Entretanto, el bloque reformista realizaba cuatro actividades. La m s numerosa fue el acto de la FULP en Derecho, donde habl Ricardo L pez Murphy, de Franja Morada. La Juventud Radical llev a cabo otro encuentro y un cuarto fue promovido por el Centro de Estudios Pol ticos y Sociales Alejandro Korn en la Casa del Pueblo de La Plata. En paralelo, la FUA La Plata inici tareas de refacci n en la Escuela Normal Nro 2, como acto conmemorativo de la Reforma:

 

Las autoridades nacionales han adoptado una serie de medidas de gran importancia que tienden a reafirmar la independencia del pa s y su democratizaci n [ ] fueron liberados todos los detenidos por motivos pol ticos y gremiales; se desmantel la legislaci n represiva y se anunci la disoluci n de diversos organismos de especiales de persecuci n pol tica. [ ]

Se han reanudado relaciones con la rep blica socialista de Cuba [ ] se han abierto relaciones con la Rep blica Democr tica Alemana, y con la Rep blica Democr tica Popular de Corea, y se ha prometido lo mismo con [ ] Vietnam. [ ]

Coexisten en el seno del gobierno sectores de distinta perspectiva. [ ] aquellos realmente patri ticos y revolucionarios [ ] [y] personeros de la derecha.

La Federaci n Universitaria Argentina lamenta [ ] la llamada tregua social .

La FUA quiere expresar p blicamente su acuerdo por la forma en que ha sido llevada hasta hoy lo fundamental de la pol tica universitaria. Ello fue posible porque siete a os de dura y abnegada lucha permitieron crear en la Universidad una situaci n de total aislamiento de la Intervenci n dictatorial.

Los centros [ ] y el [ ] movimiento organizado han continuado jugando un papel activo, impidiendo cualquier maniobra continuista y estableciendo desde el principio una relaci n positiva con los nuevos interventores. [ ]

Estas medidas y la movilizaci n estudiantil han hecho cundir un profundo p nico en la reacci n y los n cleos continuistas [ ] hemos asistido a una virulenta ola de maccartismo, con el objetivo declarado de presionar a las nuevas autoridades. [ ]

Algunas [ ] parecen haberse reflejado en la composici n de la anunciada comisi n de estudio de la ley universitaria. Personajes de tan nefasta trayectoria como Horacio Domingorena, autor del art culo 28 que abriera las puertas a la privatizaci n y desnacionalizaci n de la ense anza, no son precisamente garant as para el cambio educativo que exige la inmensa mayor a [ ].

Cincuenta y cinco a os despu s, la gesta de la Reforma Universitaria sigue siendo un proceso inconcluso. Esto se debe a la presencia de la reacci n dentro y fuera de la Universidad [ ]

La FUA cree importante resaltar que no puede consolidarse una nueva universidad en el seno de una sociedad vieja. La consigna del 18: obreros y estudiantes, unidos y adelante, puede y debe cobrar en esta etapa un nuevo y m s hondo contenido.

Expresa en las nuevas condiciones, la necesidad de [ ] concretar la existencia de un gran frente antiimperialista y antiolig rquico que garantice la lucha liberadora. [ ]

Si las nuevas autoridades respetan [ ] la voluntad organizada de los claustros y saben crear en la Universidad un ambiente de discusi n democr tica, no cabe duda que la misma jugar un papel importante en la lucha [ ][de]nuestro pueblo... (BDB, junio2 1973, pp. 4-5)

 

Durante la siguiente jornada la Liga Reformista Franja Morada volv a a destacar que a n siguen vigentes los principios que levantara la Reforma Universitaria y refirmaba su reclamo de autonom a y cogobierno. En una l nea algo diferente, el comunicado de AUN resum a una narrativa hist rica revisionista, el reformismo hab a torcido el camino y en los ltimos a os hab a retomado su esencia:

 

el sentimiento latinoamericano, nacional, democr tico y antiimperialista de la Reforma desaparece hist ricamente en el a o 30, cuando los estudiantes se hacen aliados a la oligarqu a en el golpe contra Yrigoyen. A partir de ese momento, socialistas y stalinistas se enquistan en las direcciones estudiantiles y usan el profundo sentido democr tico de la Reforma como escudo para oponerse a todas las tentativas del pueblo argentino [ ] se oponen al gobierno peronista[ ] y despu s de la Revoluci n Libertadora reciben como premio [ ] la isla democr tica mientras paralelamente se proscribe a las grandes mayor as [ ]. Pero a partir del 66, con la Universidad intervenida, y con la crisis de la sociedad olig rquica, los estudiantes se nacionalizan y radicalizan y es en las barricas de la heroica C rdoba donde se sella la alianza combatiente entre estudiantado y trabajadores. Los comicios del 11 de marzo fueron posibles gracias a estas luchas [ ]. El estudiantado se ha hecho acreedor [ ] a participar en el gobierno de las Universidades. (BDB, junio2 1973, p. 13)

 

Entretanto, en la ciudad de Santa Fe, los Centros de Derecho e Ingenier a Qu mica, miembros de la FUA, convocaban a una campa a de Trabajos Voluntarios de los estudiantes universitarios por la Liberaci n Nacional , iniciada a:

 

55 a os de una jornada en que se derram sangre de obreros y estudiantes al producirse el levantamiento de la juventud universitaria [ ], que alcanz vigencia nacional y latinoamericana y que tuvo como escenario la misma C rdoba de Santiago Pampill n y del Cordobazo

 

Convocaban al estudiantado a:

 

tres tareas fundamentales: estudiar, luchar y trabajar. Estudiar, o sea capacitarnos m s en las carreras espec ficas, conocer m s la realidad de nuestro pueblo, adecuar los planes de estudio[ ]. Luchar incrementando nuestra organizaci n y nuestra movilizaci n para defender la soberan a popular y apoyar el cumplimiento de las medidas que conduzcan a la efectiva liberaci n de Argentina. Y trabajar asumiendo tareas concretas en pos de la liberaci n nacional, liberar y poner a prueba la capacidad creadora y realizadora de la juventud universitaria argentina [ ] templada en la lucha y la resistencia a la dictadura. (BDB, 2 de junio de 1973, pp. 11-12)

 

En junio de 1974, el clima pol tico y social era cualitativamente diferente al del a o anterior y los actos por la Reforma fueron muy acotados. Se hab a producido la ruptura entre Per n y Montoneros, la cual decant en una fractura en la JUP (Mill n, 2016). En las universidades los proyectos renovadores se encontraban en crisis y la nueva legislaci n prohib a la militancia pol tica y consideraba a la subversi n como causal de intervenci n gubernamental (Buchbinder, 2014). En Buenos Aires el 29 de junio tuvo lugar el acto de la Agrupaci n Socialista Democr tica Estudiantil (ASDE), donde Pablo Royo se refiri a la reducci n de la calidad en la ense anza como consecuencia del brusco aumento de estudiantes, a la insuficiencia de docentes y a la escasez de material did ctico, para cerrar con una exhortaci n a difundir los postulados de la Reforma. En paralelo, en Medicina otro acto se posicionaba contra la oligarqu a y el imperialismo y hacia la liberaci n nacional. La Juventud Universitaria Peronista (JUP) demandaba por la continuidad constitucional y por el cumplimiento de lo votado en el 73, mientras el FAUDI y el MOR llamaban a defender el proceso institucional.[13] Poco despu s falleci Per n. La viuda y nueva presidenta Isabel Per n design a Oscar Ivanissevich como ministro de Educaci n, cargo desde el cual comenz una campa a represiva sin precedentes ejerciendo el terrorismo de Estado (Izaguirre, 2011). A su vez, Montoneros pasaba a la clandestinidad, con lo que se fisuraron las alianzas entre la JUP, el MOR y una fracci n de Franja Morada.

En junio de 1975 el aniversario se produjo en un contexto general signado por una grave crisis econ mica, una huelga obrera que paraliz buena parte de la industria y un proceso de reubicaci n de los actos estudiantiles en locales de partidos opositores, dada la peligrosidad de manifestarse en los claustros vigilados (Mill n, 2018a). La Reforma ya no se entroncaba tan firmemente en la liberaci n nacional , como cuando el reformismo estaba aliado con La Tendencia, sino con la democracia, en una rotunda condena de los extremismos de derecha e izquierda. El 12 de junio en la Casa Radical 800 asistentes cantaron estribillos contra el ministro de Bienestar Social, Jos L pez Rega, y el flamante titular de la cartera econ mica, Celestino Rodrigo.[14] Los dirigentes Enrique Mathov, Rafael Pascual y Miguel Ponce declararon que los ismos instalados en las casas de estudio el 25 de mayo de 1973 y el 17 de septiembre de 1974, fueron negativos para cualquier intento acad mico serio, de insertar la Universidad en la cultura popular . A su vez, Ponce denunci que hab a 300 estudiantes presos .[15] En la reuni n tambi n habl Ricardo Balb n, m ximo referente del partido, quien critic al gobierno, pero llam a la moderaci n: tengo la capacidad [ ] para despertar [ ] vuestras m s violentadas determinaciones. Pero soy hombre de la Reforma, y ella naci de la democracia. [16] El radicalismo realiz otros actos en Santa Fe, Corrientes y La Pampa.

El acto central de la FUA estaba programado para el 18 de junio en La Plata. El documento de la federaci n, firmado por Storani, de Franja Morada, y Godoy, del MNR, condenaba cualquier variante golpista . Reclamaba la libre expresi n del movimiento estudiantil y el reconocimiento de sus organizaciones y denunciaba que desde la ultraderecha y la ultraizquierda [se] apunta a deteriorar el desarrollo del proceso institucional . Como colof n, anunciaba una semana nacional de esclarecimiento para exigir la aplicaci n inmediata de la Ley Universitaria .[17]

Dos d as despu s, el 14, se conoci una solicitada:

 

Presos por Radicales: Ra l Mart n y Jorge Hermida, estudiantes de [ ] Derecho [ ] y militantes de la agrupaci n MARU-Franja Morada de la Juventud Radical [ ] fueron detenidos y puestos a disposici n del P.E.N. mientras reclamaban el cumplimiento de la ley universitaria [ ] que [ ] se niega a aplicar el Ministro Ivanissevich.

La detenci n [ ] pone al desnudo el car cter represivo de la actual intervenci n [ ] en este caso [ ] no podr n aducir que la UCR y sus afiliados est n en la subversi n . La trayectoria de FRANJA MORADA en la Universidad es muy clara, jam s practicamos ni pregonamos el terrorismo.

Pero tambi n debe quedar claro que los j venes radicales no renunciaremos a luchar por la defensa de los intereses estudiantiles y el patrimonio cultural de los argentinos.

El 15 de junio se cumple un aniversario m s de aquel hist rico movimiento de la REFORMA UNIVERSITARIA gestado durante la presidencia de Hip lito Yrigoyen. A 57 a os [ ] renovamos nuestro compromiso [ ] por alcanzar la autonom a universitaria, el gobierno de los claustros y la libertad acad mica que hoy nos niega a los estudiantes argentinos. (BDB, junio 1975, p. 6)

 

La actividad central fue realizada en el Club Atenas de La Plata. La militancia colm el microestadio, realiz un gran despliegue de carteles y enton estribillos contrarios al gobierno y a los ministros de Bienestar Social y de Cultura y Educaci n. Era el primer acto de esta naturaleza en casi un a o. Ricardo Balb n exigi la inmediata normalizaci n de las universidades .[18]

Poco despu s, el 19 de junio, la Federaci n Universitaria del Litoral para la Liberaci n Nacional (FULNA), de Santa Fe, en el marco del aniversario sosten a: El contenido principal de esta rebeli n estudiantil fue vincular la Universidad a lo social, con una perspectiva liberadora. Por ello, se levantaron las banderas de la autonom a y el gobierno tripartito . En este sentido, reafirmaban su compromiso con una universidad democr tica, cient fica, aut noma, cogobernada y abierta al pueblo y a su servicio . Para ello era necesario que las autoridades de la Universidad Nacional del Litoral reconozcan el libre funcionamiento de los organismos gremiales y pol ticos del estudiantado , por lo cual rechazaban la resoluci n que proh be las asambleas estudiantiles [ ] [y] la presencia de celadores [ ] por ser stos una instituci n represiva y un factor de permanente irritaci n . A su vez, denunciaban el aumento escandaloso del costo de vida y se posicionaban contra la insurgencia que, seg n la entidad, perjudicaba la lucha universitaria y era realizada al margen del estudiantado:

 

El terrorismo es un elemento divisionista y provocador, por lo que este movimiento estudiantil lo rechaza categ ricamente, reafirmando su voluntad unitaria, movilizadora y democr tica. [ ] repudiamos las bombas colocadas en domicilios de funcionarios de la UNL. Esta Federaci n es completamente ajena a hechos de esta naturaleza y no se hace responsable de las provocaciones que puedan provenir de grupos que accionan al margen del movimiento estudiantil organizado. (BDB, junio 1975, pp. 8-9)

 

Palabras finales

 

En estas p ginas analizamos las acciones del movimiento estudiantil de Argentina durante las conmemoraciones de la Reforma Universitaria entre los golpes de Estado de Ongan a y Videla. Nuestra descripci n de los eventos del a o de la revuelta global de 1968 mostr que la conmemoraci n fue una experiencia fundamental en el proceso de recomposici n de la combatividad estudiantil por varios motivos: implic una proliferaci n de acciones a trav s de repertorios transgresivos de la contienda, como la lucha de calles, y aun al alumnado con la clase trabajadora. Asimismo, se subray que el sentido de las declaraciones conten a una yuxtaposici n de reivindicaciones democr ticas, contrarias a la dictadura y la intervenci n universitaria, con frases y significados asociados a la lucha revolucionaria, en sinton a con las acciones desplegadas. Estos elementos nos llevan a considerar las conmemoraciones de la Reforma en 1968 como un antecedente directo del largo 68 argentino.

Luego, durante la era de los azos entre 1969 y 1972 se observa que las celebraciones de la Reforma no tuvieron la gravitaci n del cincuentenario. Sin embargo, puede notarse una inscripci n mucho m s firme de la herencia reformista y sus debates en el mbito ideol gico de la revoluci n. El reformismo reivindica la Reforma como una estrategia adecuada para la contribuci n espec fica del movimiento estudiantil desde el mbito universitario a la revoluci n en curso. La nueva izquierda considera que se trata de una referencia caduca o insuficiente, y convoca a seguir la orientaci n trazada por el activismo obrero de base y la guerrilla.

Por ltimo, en el tercer peronismo hallamos otros sentidos. En el primer momento, signado por las esperanzas de cambio institucional, el reformismo, que mayormente apoyaba a C mpora y a los funcionarios afines a la Tendencia Revolucionaria del peronismo, no dudaba en inscribir la Reforma en una tradici n de lucha por la liberaci n nacional. Posteriormente, con el comienzo del terrorismo de Estado bajo la Misi n Ivanissevich, y con la crisis del v nculo entre los reformistas y la JUP ligada a Montoneros, la Reforma se identific plenamente con la democracia, contra la represi n y, tambi n, contra la subversi n .

 

Referencias

 

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[1] Soci logo. Profesor de la Carrera de Sociolog a de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador de CONICET con asiento en el Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani.

[2] Siempre que no se mencione otra, los datos remiten a esta fuente. La misma consiste en una cronolog a de encuentros contenciosos, sin detallar la procedencia de cada uno. Varios investigadores constataron su fiabilidad y validez en sucesivas visitas a hemerotecas durante el siglo XXI. Algunos de los diarios son: Clar n, C rdoba, Cr nica, El D a, El Mundo, El Argentino, El Atl ntico, El Tribuno, La Capital (Mar del Plata), La Capital (Rosario), La Gaceta, La Ma ana, La Naci n, La Nueva Provincia, La Opini n, La Prensa, La Raz n, La Voz del Interior, Litoral, Los Andes, Los Principios, Mayor a, Noticias, Tribuna.

[3] Por cuestiones de espacio s lo desarrollamos los eventos ocurridos en Buenos Aires, C rdoba, La Plata, Rosario y Tucum n, sedes de las universidades que concentraban m s del 80% de la matr cula nacional. Tambi n se registraron acciones al menos en: Avellaneda, Mar del Plata, Mendoza, Salta y Santa Fe.

[4] Los hechos de enfrentamiento estudiantil abarcan las siguientes categor as: declaraciones y/o comunicados, conferencias de prensa, actos, manifestaciones callejeras pac ficas, huelgas, ocupaci n de establecimientos, breves actos callejeros con pirotecnia, choques violentos aislados con las fuerzas policiales, barricadas, detonaci n de explosivos, ataques con armas de fuego y otras acciones. Estos hechos son reconstruidos en base a la lectura de la prensa o de la BDB, donde se encuentran descripciones que nosotros codificamos y cuantificamos.

[5] Participaron los Centros de Estudiantes de Arquitectura, Farmacia, Qu mica y Bioqu mica, Filosof a y Letras, Ciencias Econ micas, Ingenier a, Bellas Artes, Medicina, de la UTN y tambi n la Asociaci n de Trabajadores del Estado Provincial (ATEP), el Centro Sarmiento, la Asociaci n de Maestros Suplentes y Aspirantes a la Docencia (AMSAD), el Gremio del Magisterio Primario, la Asociaci n de Preceptores, la Asociaci n de Profesores de Ense anza Media (APEM), el Centro de Jubilados Docentes de la Ley  4349 (todos de la Federaci n Docente de Tucum n).

[6] La Casa Hist rica en San Miguel de Tucum n es el edificio donde se declar la independencia de la Rep blica Argentina el 9 de julio de 1816.

[7] La Agrupaci n Universitaria Nacional fue la corriente estudiantil del Partido Socialista de la Izquierda Nacional (PSIN), una peque a organizaci n conducida por Jorge Abelardo Ramos, un dirigente e intelectual de origen trotskista que se inclin hacia el nacionalismo tercermundista en general y al peronismo en particular.

[8] El Radicalismo del Pueblo era el partido del presidente Arturo Illia, depuesto por el golpe de Estado de 1966.

[9] Incluso una delegaci n se hizo presente en la Universidad de la Rep blica, en Montevideo.

[10] En id ntico sentido se expresaron el Movimiento Universitario Reformista (MUR), la Agrupaci n Reformista de Derecho (ARD), la Federaci n Popular (FAP) y el Movimiento de Acci n Estudiantil (MAE), que reafirmaron la necesidad de una universidad libre y aut noma y se solidarizaron con sus pares uruguayos y franceses.

[11] Para detalles sobre la construcci n ver nota al pie n. 3.

[12] El Encuentro Nacional de los Argentinos (ENA) era el frente electoral que impulsaba el Partido Comunista.

[13] Son las fechas de los comicios donde se impusieron H ctor C mpora y luego Juan Domingo Per n.

[14] Significativas alusiones de Balb n , en La Opini n, 13 de junio de1975, p. 1.

[15] En La Plata se evocar la reforma del 18 , en La Opini n, 14 de junio de 1975, p. 8.

[16] Significativas alusiones de Balb n , en La Opini n, 13 de junio de 1975, p. 1.

[17] En La Plata se evocar la reforma del 18 , en La Opini n, 14 de junio de 1975, p. 8.

[18] El homenaje a la Reforma moviliza una estrategia , en La Opini n, 19 de junio de 1975, p. 8.