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Imaginarios del encierro / escape


Ricardo Hernández Forero


No siempre existe una coincidencia entre lo real y lo imaginado en relación con el lugar que habitamos, ha señalado en múltiples ocasiones Armando Silva al hablar a propósito de su línea de investigación sobre los imaginarios urbanos. Ese espacio existente está sujeto a interpretaciones por parte de parte de sus habitantes que, basados en la experiencia colectiva, desarrollan criterios de evaluación que llevan a construir una visión positiva o negativa sobre ese lugar. Un sujeto que habita una ciudad se ve afectado constantemente por diferentes estímulos, formas de relación y diferentes condiciones económicas, culturales y sociales que, a su vez, desencadenan otras variables. Todos estos componentes y estímulos aportan al proceso de construcción de identidad del sujeto, identidad que podría entenderse como “el proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo cultural, o un conjunto relacionado de atributos culturales, al que se da prioridad sobre el resto de las fuentes de sentido” (Castells et al., 1986, p. 28). Es por esto que podemos identificar que la identidad no consiste solo en cualidades que definen a un sujeto, sino en el producto de relaciones sociales que se puede determinar por medio de elementos simbólicos, entre ellos la forma de concebir los espacios que habita, sean estos presenciales o virtuales.

Este número de la revista Desbordes se presenta como una revisión de diferentes puntos de vista de las formas de construcción de imaginarios que soportan y, de alguna manera, limitan el desarrollo de la vida de los ciudadanos. Inicialmente el enfoque fue una mirada del imaginario centrado en la noción de lo urbano (Silva, 2000), y estuvo condicionado por los eventos de salubridad relacionados con la pandemia, que nos presentaron panoramas en los que una crisis de la salud se mezclaba con las condiciones diarias de desigualdad e inhabitabilidad latentes en países como Colombia. Esta vorágine de problemas que cubría a los ciudadanos nos llevaba a pensar en la revisión de las alternativas existentes: en la posibilidad de buscar una manera de estar mejor, de estar tranquilos, de permanecer o cambiar de lugar. Fue en ese momento que surgieron como objeto de estudio para el análisis los posibles imaginarios de habitabilidad en un lugar específico, enfocados en la obligación del encierro y en la posibilidad del escape; imaginarios construidos sobre el espacio habitado (alrededor de una situación de precariedad, de pandemia, de inseguridad) que resultan como la base para la construcción de identidades que ponen en juego procesos de reconocimiento, pertenencia, permanencia y vinculación.

Al avanzar con el proceso de investigación e indagación para la realización del número de la revista surgieron nuevas perspectivas de estos imaginarios, que no solo se referían al presente social, cultural, político y económico, sino también a revisiones históricas sobre formas de construcción de los que ahora son nuestros espacios urbanos en Latinoamérica. Estos puntos de vista fueron nutridos por los planteamientos realizados por diferentes autores participantes, que abrieron la posibilidad a una mirada transversal que atraviesa un aspecto identitario relacionado con el imaginario sobre el estado presente de la urbe y, en paralelo, presenta miradas sobre momentos históricos de choque entre imaginarios y el surgimiento de creaciones culturales y alternativas de relación por medio de la virtualidad.

Fue así como, partiendo de una mirada sobre las investigación desarrolladas por Armando Silva, se realizó un marco investigativo sobre la relación entre los imaginarios urbanos. Planteado a manera de entrevista, nos fue posible revisar el recorrido del autor a lo largo de su carrera investigativa: un proceso de décadas que nos deja visualizar el enlace entre sus diferentes proyectos que parten del estudio y clasificación del graffiti,  pasan por el acercamiento a nociones de ciudad y de lo urbano, y se vinculan posteriormente a un análisis de filosofía de la percepción aplicado a su campo de estudio. Las indagaciones de Silva lo han llevado a pensar, desde diferentes perspectivas latinoamericanas, la posibilidad del imaginario urbano como vínculo afectivo entre el sujeto y la ciudad. Finalmente, nos presenta algunos de los caminos que su investigación ha abierto, partiendo de la relación entre arte contemporáneo e imaginarios urbanos, hasta la influencia que la temática tuvo sobre investigaciones y proyectos de investigación en Europa, como el eje curatorial de la Bienal de Viena en 2021.

Esta apertura del número de la revista nos permite un acercamiento al reconocimiento de las identidades como resultado de una unificación de un ser social con su tiempo y espacio habitados, es decir, con su historia (Tamayo y Wildner, 2005, p. 20), y a su vez nos permite comprender la importancia de la revisión de diferentes momentos históricos en Latinoamérica en los que algunos imaginarios existentes han chocado con otras visiones para dar resultado a diferentes producciones sociales, culturales y económicas. Es así que esta revisión avanza hacia una mirada histórica compuesta por dos artículos. El primero de ellos, a cargo de Iván Aguilar Garavito, nos lleva a una revisión de las prácticas musicales desarrolladas durante los últimos veinte años por la cultura Muisca en el territorio enmarcado en Bacatá. Esta revisión nos presenta un análisis de dichas prácticas a partir del mestizaje, y a su vez presenta un proceso de investigación/creación que vincula, por medio de la composición de una pieza musical, el encuentro entre dos imaginarios: las prácticas musicales Muisca y la composición/interpretación musical para guitarra, un instrumento de origen no latinoamericano. El segundo artículo del componente histórico de este número de la revista, a cargo de Juan Sebastián Fajardo, plantea una aproximación a las condiciones de existencia de la metrópoli México-Tenochtitlan del siglo XVI. Esta revisión nos permite identificar la forma de construcción de imaginarios y de visiones cosmogónicas de esta metrópoli, que llevaron a la centralización del poder económico y administrativo. Como eje de esta indagación se presenta un análisis de la importancia de la experiencia mítica y de la influencia que tiene dicho imaginario en relación con la organización del espacio, así como el impacto de la ritualidad en la afectación de la estructura de las relaciones sociales de producción.

La vinculación constante entre la concepción de imaginarios y los procesos de construcción de identidades se hace visible por medio de las prácticas estéticas desarrolladas por los ciudadanos en las calles, lugares de trabajo y estudio, así como en las prácticas ciudadanas y los movimientos sociales. Es por esto que, avanzando con las aproximaciones realizadas por los autores, se da lugar a un análisis, realizado por Gineth Narváez, sobre la confluencia entre el escenario pandémico reciente y las condiciones de desigualdad preexistentes en Colombia. La autora extiende el análisis de posibles formas de cuestionamiento de los imaginarios establecidos sobre las estrategias de resistencia política de jóvenes en Cali y Bogotá, a partir de una revisión de elementos diagnósticos en torno a la movilización juvenil. Esto nos permite tener una visión de estrategias de diálogo con poblaciones para la revisión de memorias urbano-populares y la posibilidad de intervención social para la construcción colectiva de museos de la memoria, con la intención de reconocer identidades contraculturales, fortalecer espacios de incidencia local y aportar a la resolución de los conflictos por vías no violentas.

Esta línea de desarrollo del número, que parte de un acercamiento histórico a uno de estudio de caso en la actualidad, permite la aproximación a formas de análisis de la acción del habitante frente a su entorno. Con diferentes intenciones y necesidades, el sujeto se enfrenta al espacio, así, para transformarlo en beneficio de la construcción de comunidad. El espacio, en cada uno de los casos analizados en este número, funciona como contexto para la formación y desarrollo de las identidades. De manera paralela al entramado urbano que da soporte a las ciudades se desprenden, además, diferentes dimensiones para la comunicación y transformación del espacio. En ese marco operan estrategias de construcción de ciudad desde lo institucional y desde lo particular, y se desarrollan constantemente diálogos y choques entre iniciativas macro y micro en el espacio de ciudad, que se enriquece cada vez más por medio de procesos de movilidad humana. Dentro de este proceso de surgimiento de dimensiones en las ciudades se encuentra la posibilidad de la virtualidad como forma de comunicación y difusión, que opera tanto desde lo micro como desde lo macro, y que involucra cada vez más formas de relación y formación. Dentro de este espectro se encuentra el siguiente grupo de artículos que componen este número de la revista Desbordes: reflexiones de ese lazo entre la virtualidad y la manera que tiene para afectar imaginarios establecidos en diferentes aspectos de la vida cotidiana.

Tanto Jesús Castillo como Naindú Alonso presentan, en sus respectivos artículos, aproximaciones a investigaciones y procesos formativos desde ambientes virtuales de aprendizaje. Castillo aborda la revisión de alternativas pedagógicas para el proceso de enseñanza en estudiantes con trastornos de espectro autista, específicamente en el campo de la música. La aproximación del autor tiene la intención de establecer un marco de referencia para prestar atención a casos específicos y en el futuro llegar a modificar aspectos microcurriculares de programas académicos. Por otra parte, la autora Naindú Alonso reflexiona sobre la estrategia de trabajo adoptada por el semillero interdisciplinar universitario Kay Az, surgido en tiempos recientes de pandemia. Este semillero tiene como propósito la transformación de la investigación formativa en el marco de la educación virtual para la generación de nuevas formas de relación entre estudiantes, docentes y contenidos. Las aproximaciones planteadas por los dos autores refieren a la adaptación de los espacios de encuentro en relación con las necesidades de los sujetos y las posibilidades tecnológicas, y permiten reconocer medidas posibles en el marco de la investigación y la educación. Además de esto, abren paso para estrategias que operan de manera híbrida entre modalidades presenciales y virtuales en la actualidad.

De esta manera, el cuerpo investigativo de los artículos presentados en esta publicación abre paso al artículo que da cierre a la reflexión y que plantea una revisión de un proyecto de investigación/creación que también involucra formas de aproximación híbridas. Se trata de un artículo de mi autoría que recopila el proyecto de investigación llevado a cabo por Raúl Martínez, Tatiana Martínez, Silvia Lozano y Ricardo Hernández Forero, en relación con el registro de prácticas estéticas en el espacio urbano de Bogotá. Durante 2019, el equipo de trabajo planteó la posibilidad de análisis de las diferentes formas de apropiación estética visibles en la ciudad, apropiaciones que provienen de diferentes iniciativas y que, por esto mismo, tienen objetivos específicos, en muchos casos desde lo institucional, pero en otros desde lo particular y la clandestinidad. Para el desarrollo del proyecto, se estableció una fase de definición de conceptos y prácticas relacionadas con el arte público y se propuso el diseño de una aplicación para dispositivos móviles que hiciera las veces de vehículo de difusión para la investigación y, a un mismo tiempo, de herramienta para el registro de muchas otras formas de apropiación estética por parte de ciudadanos desde sus dispositivos móviles. El artículo plantea una reflexión sobre las formas de apropiación que tienen lugar en la ciudad y la pertinencia de su conservación por medio de ejercicios de registro colectivo. Además de esto, por medio de esta experiencia se busca crear un hilo que conecte las diferentes reflexiones planteadas en esta revista, teniendo como punto de partida la identificación de unos imaginarios urbanos y su posible análisis desde procesos de formación de identidad, apropiación y adaptación para la difusión de información relacionada con diferentes causas sociales, culturales, económicas o educativas.

Los imaginarios posibles (ya sean del encierro, del transformar o del escape) que se presentan a lo largo de esta reflexión, compuesta por los puntos de vista de diferentes autores, pretende establecer referencias en las formas de relación de los sujetos con sus espacios habitados. Los anhelos, las incomodidades, las necesidades básicas, dan lugar al cuestionamiento de lo establecido y a la reacción. La revisión de momentos históricos significativos y el efecto que tienen sobre los tiempos que habitamos, el cuestionamiento de los imaginarios establecidos por sistemas de poder en relación con el desarrollo social y políticos de una comunidad, las alternativas comunicativas para el desarrollo de proyectos grupales, de la movilización y de la educación, haciendo uso de las tecnologías disponibles, son algunas de las formas de reaccionar frente a representaciones establecidas sobre los territorios que habitamos. Planteamos estas reflexiones a manera de invitación, para pensar sobre las formas de relación que tenemos con los espacios que habitamos, desde el imaginario y desde lo vivencial, y esperamos detonar espacios para la discusión.

Referencias

Castells, M. (1986). La cuestión urbana (I. Oliván, Trad.; revisión de M. Castells; 2.ª ed.). Siglo Veintiuno Editores. (Trabajo original publicado en 1972).

Silva Téllez, A. (2000). Imaginarios urbanos (4.ª ed. aumentada). Tercer Mundo Editores.

Tamayo, S. y Wildner, K. (eds.) (2005). Identidades urbanas. Universidad Autónoma Metropolitana.


1 Maestro en Artes plásticas y visuales de la Academia Superior de Artes de Bogotá, Magíster en Artes visuales de la Universidad Nacional Autónoma de México y Magíster en Escrituras creativas con orientación en narrativa de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor e investigador del programa de Artes visuales de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), coordinador del Museo Universitario de Artes Digitales (MUNAD) y editor general de la revista Desbordes de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).