Miradas: una curaduría desde el museo de arte de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia

Miradas (Gazes): a curatorship from the art museum of the Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC)

Jairo Moreno Ospina1

Licenciado en Artes Plásticas.
Magíster en Patrimonio Cultural de la uptc. 
Coordinador del Grupo de Investigación Creación y Pedagogía.
 Docente de la Licenciatura en Artes Plásticas de la uptc. 
Coordinador del Museo de Arte de la uptc.

Gladys Lenith Rojas García2

Licenciada en Artes Plásticas.
Integrante del Grupo de investigación Creación y Pedagogía.
Pasante del Museo de Arte de la uptc.

Cómo citar: Moreno-Ospina,J y Rojas-García, G.L. (año). Miradas: una curaduría desde el museo de arte de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Desbordes, vol.(número), pp. DOI:

Este trabajo se encuentra bajo la licencia Creative Commons Attribution 4.0.

Resumen

“Miradas” es el nombre de una exposición de arte que convocó a catorce creadores graduados de la Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), con sede en Tunja, Boyacá. Este espacio permitió encontrar diferentes técnicas, procesos y reflexiones plásticas con las que es posible detectar tendencias del arte actual de la región. La puesta tiene dos momentos para el público: uno dentro del ámbito académico de la universidad; y otro, en la sala de exposiciones del centro de la ciudad. La mediación con los visitantes condujo a consolidar la propuesta curatorial desde las lecturas que se efectúan en los recorridos, las cuales se convirtieron en puntos de encuentro donde se identifican líneas de tensión y de relación entre los trabajos mostrados

Palabras clave: arte actual, patrimonio cultural, curaduría de arte; exposiciones de arte.

Abstract

Miradas (Gazes) is the name of an art exhibition that convened fourteen creators graduated from the Plastic Arts Degree of the Pedagogical and Technological University of Colombia, based in Tunja, Boyacá. The invitation was made taking into account that they had a permanent presence in the territorial cultural field. Finding different techniques, processes and plastic reflections that allow to detect trends that have been developing in the current art of the region. The exhibition takes two moments of public presentation, one within the academic scope of the institution and another at an exhibition hall in downtown that had access to a diversity of people. The mediation with the visitors led to consolidate the curatorial proposal as far as the readings that are made in the routes, these became meeting points where lines of tension and relationship between the works shown are detected. Amongst the guided tours, and due to the reaction to the works that the visitors expressed, some works are connected with similar ways of reading, not necessarily linked to the technique that help to generate pedagogical and taxonomic reflections of the exhibition. . Thus the exhibition is constituted as a moment where the meeting becomes possible and allows the interchange of gazes.

Keywords: current art, art exhibitions, Boyacá - art curatorship.

Introducción

Para conocer el panorama sobre lo que está sucediendo en el arte actual de una región, una de las opciones es conocer lo que están produciendo los artistas que la habitan y que tienen una presencia permanente en el ambiente artístico. En esta oportunidad hicimos un rastreo de los licenciados en Artes Plásticas de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (uptc) que cumplían con estas características. Adicionalmente, queríamos saber el posicionamiento de nuestros graduados en el campo. Al ser licenciados, buena parte de ellos se dedican a la docencia y desde allí desempeñan un rol importante en la difusión de su conocimiento, labor imprescindible dentro del arte, pero al mismo tiempo absorbente; difícilmente esta profesión deja tiempos para una búsqueda personal de la expresión plástica. Las anteriores razones llevaron a convocar un grupo de catorce licenciados, para quienes la creación artística es una necesidad vital y seguramente, en algunos casos, sin ella perdería sentido su existencia.

Realizar el estado del arte3 implicó recorrer el paisaje del altiplano cundiboyacense, madrugadas y viajes en medio de la niebla, de nubes que aún estaban a ras del piso, de focos de luz que débilmente se percibían entre la bruma, el silencio era roto de cuando en cuando por los camiones que avanzan lentamente y con gran esfuerzo. Líneas mentales se fueron formando, construyendo una cartografía que se iría armando con visitas, conversaciones, reconocimientos. Esto lo afirma Ivo Mesquita el curador brasileño, para quién

la cartografía se construye al mismo tiempo que el territorio. Es decir, ella relata, describe una experiencia de la mirada que descubre y registra simultáneamente, proporcionando, al final del viaje, una lectura que es, en sí, el espacio de comprensión y superación del territorio. (Mesquita, 1993, p. 22)

En este sentido, la cartografía es una posibilidad y cada uno puede ir haciendo la propia. Precisamente, este es un ejercicio conjunto de mostrar y también de juntar, de provocar líneas de recorridos en la producción regional.

Trazos de miradas

Las nubes se dignaban levantarse y detrás de ellas se ascendía a Monguí, era todavía temprano, los niños iban a sus escuelas cuando llegamos al taller de Juan Carlos Morales, oriundo de la población. Su estudio de no muy grandes dimensiones estaba abarrotado de cuadros pintados, muchos en proceso, otros terminados, algunos en espera porque no ha llegado el momento de ser concluidos. Morales desde el inicio de sus estudios ha trabajado la figuración juiciosamente, su dominio técnico de la pintura deja ver su dedicación, con un especial gusto por la iconografía religiosa, que puede llegar a mezclar sin pudor con lo popular. También tiene una mirada cuidadosa de lo que pasa en su entorno lo que lo lleva a proponer series en las que los juegos y la cotidianidad campesina son el foco de su atención. La conversación con Morales fluyó pausadamente, se sentía la claridad que ha logrado expresar en sus pinturas; así se escogieron los trabajos principales para la exhibición.

Foto 1. Sin título

Fuente: Juan Carlos Morales

Ángela Reyes, actualmente habita en Duitama, en su apartamento adelanta buena parte de su producción. Sus inquietudes se encuentran especialmente en la fotografía, desde la cual se enfoca en una relación vivencial que afecta su existencia y la selección de sus personajes, que no pueden ser anónimos. Es una mujer apasionada, cuando habla de su trabajo habla de su vida, sus sentimientos se expresan rotundamente. Entonces, la fotografía no es suficiente, tiene que intervenirla y, para ello, hace uso de otra de sus pasiones, el textil, la costura y el remiendo, con lo que intenta pegar lo que está roto y aunque se pegue, quedara la sutura, la cicatriz imborrable.

Foto 2. “Cuerpos, cuentos y remiendos”

Cuerpos, cuentos y remedios
Fuente. Ángela Reyes

Neil Avella, también vive en Duitama, en un lugar interesante, donde las fronteras del campo y la ciudad se diluyen, y que son esos lugares frecuentes en nuestras ciudades, allí donde aún se cultiva y se crían animales. La casa de Avella se siente como la casa campesina por su tamaño y los sonidos que la acompañan. También es la casa habitada por un artista, las paredes llenas de pinturas propias y de sus amigos. En su estudio ha construido muebles que le permiten disponer de su producción de una manera ordenada, y espacios para desarrollar su pasión por la pintura, la cerámica y la escultura. El trabajo de Avella es crítico, imposible no serlo en este país donde la politiquería está inmersa, pero también es íntimo en sus trazos cuando sus hijos son objeto de sus pinturas.

Foto 3. “El desayuno”


Fuente: Neil Avella

Seis de los artistas viven en Tunja. Wilman Zabala, quien siempre está experimentando, encontrando los materiales que permitan expresar sus preocupaciones ligadas de cierta manera al patrimonio, ese que es reconocido por los habitantes de la ciudad, y que no coincide necesariamente con el establecido institucionalmente. La lenta desaparición de casas viejas y las ruinas, atraen su mirada y busca formas de llamar la atención sobre este fenómeno recurrente en esta ciudad de tradición colonial. El oficio de Zabala es sutil, delicado, de manufactura cuidadosa, su taller se funde con su lugar de habitación, en las mesas se encuentran sus trabajos en proceso, en experimentación.

Por su parte, Manuel Barón tiene una trayectoria importante, sus trabajos desde la pintura o la fotografía siempre están acompañados de sugerentes títulos, los cuales invitan a la sonrisa, pero también vislumbran a una posición política o resaltan frases y nombres de nuestra cotidianidad, una ironía propia del ser boyacense, que expresa la profundidad particular del sentido con que se asume la vida.

La inquietud audiovisual de Ricardo Saavedra lo ha llevado a crear un festival internacional de cortometrajes, un buen tiempo dedicado tanto al estudio como a la producción desde esta línea de expresión, la fotografía y el audiovisual, sin olvidar el dibujo y la pintura. Saavedra deja conocer inquietudes sobre el espacio íntimo, de secretos difusos.

El trabajo pictórico de Dilsa Jiménez ha trascendido fronteras, sus trabajos tienen gran reconocimiento. Un tratamiento del color impecable y la inclusión de textos y personajes casi imperceptibles hacen pensar en la relación de Jiménez con los entornos rurales a los que tanta atención presta. Ella necesita de amplios espacios en su estudio, con mucha luz, pues su desempeño pictórico exige que su cuerpo esté en libertad de movimiento.

Fernando Salamanca logra en sus pinturas una amalgama de elementos que les hace atemporales, con una combinación entre imágenes religiosas, fisonomías de sus estudiantes, y además nuevas temáticas que afectan los territorios. En un espacio espacial en su casa va trabajando sus obras, en los momentos en que deja el ser docente de una institución rural.

Jaime Sierra trabaja en su lugar de habitación, recolecta, materiales que va encontrando y que acomoda experimentando con el juego de texturas y colores para concretar sus ideas. Una mesa, un caballete y una cama para descansar son los elementos necesarios para desplegar su mirada sobre la cotidianidad que se refleja en sus obras, no solo visualmente, sino en su construcción. En este sentido la conjunción de elementos encontrados, le dan más fuerza a sus expresiones.

Carlos Bonilla crea sus obras a partir de la conversación y el mejor lugar para hacerlo es la cocina; así su trabajo tiene que ver con ideas que se puedan tener sobre algo, por ejemplo, lo que se degusta provoca una reacción del paladar que enriquece la charla. Su trabajo trasciende lo visual para colonizar artísticamente los otros sentidos y así ampliar la comprensión. También puede ser muy sutil como todo buen dibujante y proponer objetos muy frágiles que impactan con contundencia, es decir, de eso que está próximo a desaparecer y se convierte en sagrado.

Foto 4. “Paz”


Fuente: Carlos Bonilla

Erika Patarroyo ha encontrado en la fotografía un medio de expresión de su hacer artístico, tiene una maravillosa tendencia nómada, viaja frecuentemente, ha establecido amistades en otros lugares del mundo, ha estudiado y practicado constantemente la fotografía, y en ese viajar ha enriquecido su mirada, y la ha vuelto más precisa.

Sonia Barbosa recorre el territorio, atenta a los cambios que suceden en él, es una relación que tiene que ver con su forma de vivir en esos lugares fronterizos entre lo rural y lo urbano. Esto le ha llevado a buscar los pigmentos que se acomodan a su expresión. En su casa en La Calera tiene un lugar para desarrollar su trabajo, con inmensos ventanales que dejan ver el paisaje rural; en este espacio oleos, acrílicos, acuarelas y otros utensilios forman líneas de acomodación, rotas por el hacer y vueltas a construir.

Cesar Casas es de una familia de artesanos, continúa cerca a su familia y comunidad de ceramistas en Ráquira. Allí en medio de la producción de artesanía reflexiona sobre este oficio, mientras mantiene sus propuestas en la tradición artesanal con una mirada crítica de la cotidianidad del oficio.

Adrián Paipilla ha estado desempeñándose como gestor cultural en Aguazul (Casanare), por lo tanto, buena parte de su producción la realiza en la casa de la cultura municipal. Allí en estudios amplios le permiten, además, compartir sus inquietudes con la juventud de la población. El dibujo es una dimensión importante de expresión, que se desarrolla en un rincón en su casa donde sus proyectos van tomando forma, por lo general relacionados con la cotidianidad que habita.

Foto 5. “Retratos psicológicos”


Fuente: Adrián Paipilla

Los espacios de trabajo son vitales para la producción artística. Tal vez por esto es recurrente que se desarrollen en los lugares que se habitan, para Marc Augé (2017) el lugar es un espacio fuertemente simbolizado, este es un espacio en el que es posible leer en parte la identidad de los que lo ocupan, las relaciones que los entretejen y la historia que comparten. En ellos se dan, como en ningún otro, los tiempos suficientes para que las ideas se decanten. Son escenarios de relaciones íntimas con seres y con objetos, a veces constituidos como obras artísticas, elaboradas en la cotidianidad, lo que las hace más profundas.

Mediación de las miradas

Así se fue construyendo “Miradas”, una exposición que ahora será objeto de otras miradas y recorridos, a partir de un extenso viaje por el territorio que se concreta ahora como un mapa, el cual es el instrumento para abordar la exposición. Ahora los acercamientos y distanciamientos no son métricos, sino de expresiones. En un primer momento, “Miradas” se instaló en la galería “El cuartO” que hace parte del Museo de Arte de la uptc, con sede el en el edificio de Artes, una de las construcciones actuales. La galería responde de cierta manera al cubo blanco, en que se disponen los trabajos.

Foto 6. Galería “El cuartO”


Fuente: elaboración propia

La disposición del espacio en la galería se realizó insinuando el recorrido de aproximación y conversaciones con los artistas y los acercamientos técnicos en la resolución de sus propuestas. En el momento formal de la inauguración, uno de los trabajos de Carlos Bonilla logró responder al concepto de cáterin que se refiere a la alimentación colectiva, además de cumplir con esta función común en la apertura de exposiciones. Así, se logró su objetivo como experiencia artística de generar conversación a partir de lo que se está consumiendo. El título del trabajo “Economía naranja”, en el que todos los productos ofrecidos tenían como base la naranja, sirvió para hablar sobre la polémica política que propone el gobierno actual4 . El trabajo por su concepción se presentó en la apertura de la muestra y continuó haciendo parte integral de la exposición mediante la documentación fotográfica de este acto.

Foto 7. “Economía Naranja”


Fuente: Carlos Bonilla

En el desarrollo de la exposición y con la mediación que se propuso, se planteó un acercamiento con los visitantes sobre lo que se pretendía con la muestra. De esa manera, en las visitas se tuvieron en cuenta las reacciones frente a las obras, estableciendo unos puntos de encuentro que agrupan obras y que quizá, (aunque no sean iguales), si tienen un hilo conductor ya sea en sus formas o en sus procesos, que permite ponerse al lado una de la otra para generar una lectura fluida, pedagógica y taxonómica de la exposición.

 Wilman Zabala y Jaime Sierra con sus obras “City of paper” y “Cohabitante 17”, respectivamente, tienen algunos puntos de contacto, en el sentido que ambos artistas coinciden en un insumo clave: realizar recorridos en la ciudad. Zabala observa los constantes cambios urbanos que a su vez modifican estéticamente la ciudad y se enfoca en las ruinas, los vestigios y los restos que quedan al paso de estas transformaciones. Por su parte, Sierra en sus recorridos se detiene en las personas que habitan los espacios marginados, la estética simbólica y urbana en zonas deprimidas; observa, se permea, registra, recolecta y luego retrata a los habitantes de la calle, les da el papel protagónico en sus obras haciéndolos visibles. Estas dos obras generan reflexiones acerca del habitar en un entorno urbano que física y socialmente sufre constantes cambios.

Foto 8. City of paper


Fuente: Wilman Zabala

Foto 9. “Cohabitante 17”


Fuente: Jaime Sierra

Ángela Reyes teje en su obra “Cuerpos, cuentos y remiendos” una serie de seis retratos, tres en formato mediano y tres en formato pequeño. Ellos surgen a partir de las experiencias de su propia vida, borda los recuerdos para mostrarnos que la vida es un entrar y salir del quirógrafo en un sentido poético y metafórico desde el que se supone una sutura permanente. Las fotografías intervenidas de Reyes se potencializan conceptualmente con las aplicaciones finales de materiales que envuelven, tejen, cosen, amarran la imagen-retrato.

Foto 10. “Cuerpos, cuentos y remiendos”


Fuente.
Ángela Reyes

Carlos Bonilla expuso dos obras, una llamada “Paz”, realizada con semillas de diente de león (planta medicinal, principalmente, muy popular por la capacidad que tiene de surgir en lugares poco probables). Bonilla ubica estas semillas sobre un tambor de bordado formando la palabra “paz”, una obra que generó debates por la fragilidad de la obra, un suave soplo la haría desaparecer. Precisamente, el significado, el contexto y los problemas sociales vinculados a este término tan escuchado en los últimos años en Colombia le dan sentido. Su otra obra “Economía naranja”, con componentes explícitamente críticos, irónicos y reflexivos, le da un vuelco al discurso político y lo lleva al plano gastronómico, al poner en el centro la interacción del público con productos derivados de la naranja para vender, truquear y compartir; sin dejar a un lado, por supuesto, la crítica directa a este sistema económico que amenaza con hacer graves daños dentro del ámbito cultural y artístico. En esta parte del recorrido es inevitable que las personas que escuchan la explicación y ven la obra de Bonilla discutan acerca del tema; con esto, se rompe la barrera de que la obra es solo para observar y se empieza a tener conciencia de que somos seres políticos inmersos en situaciones que inevitablemente tocan a todos los habitantes del país, es una acción artística interdisciplinar que por ende involucra otros sectores educativos, económicos y sociales. Aquí la política, de alguna manera, se entrelaza con la obra artística de Bonilla y con otra de carácter más formal en cuanto a la técnica, la del artista Neil Avella, dos de sus pinturas: “Estudien vagos, mamertos” y “Primera dama”. En el primer cuadro de pintura se observa un tosco retrato de la senadora María Fernanda Cabal pronunciando su polémica frase a un grupo de estudiantes que marchaban en la Plaza de Bolívar, la cual no solo desencadenó una serie de “memes”5 en las redes sociales, sino la indignación ciudadana, ya antes despertada por otras apariciones públicas de la misma senadora en las que se refería a las manifestaciones populares de forma denigrante. En la segunda pintura se ve a la primera dama sentada con una postura erguida, resguardada del inclemente clima con la ayuda de una mujer policía que le sostiene una sombrilla y evita que se moje, aunque ella (la policía) se tiene su espalda notablemente mojada. Está es una imagen que evidencia el manejo de poder retrogrado dispuesto en el Gobierno colombiano. Por supuesto, estas dos pinturas ponen el dedo en la llaga para muchos visitantes, lo que desata discusiones y polémicas alrededor de los problemas sociales de nuestro país. Un tercer cuadro de Avella contrasta con los dos ya mencionados, “El desayuno”, un cuadro tranquilo, con una paleta suave y con unas pinceladas delicadas que evocan un plano más íntimo del artista.

Foto 11. Título


Fuente: Neil Avella

Cesar Casas, uno de los artistas más jóvenes de la sala, le apuesta a la cerámica que es uno de los materiales más tradicionales y emblemáticos en su municipio. Casas logra asociar la ancestralidad de la cerámica con el lenguaje actual que representa las piezas de lego. En sus obras además de crear un autorretrato, muestra algunas herramientas que dan cuenta de oficios de campesinos y de artesanos, con lo que propone la cerámica como un material vigente con el cual se pueden generar diferentes apreciaciones sobre la identidad boyacense, que se ha ido sumergiendo en una multiculturalidad debido a los sucesos sociales. De esa manera, Casas sigue esta idea en torno a lo etnográfico, como metodología aprovechada desde las artes para el estudio de los pueblos y sus culturas.

Ahora bien, el manejo de la técnica, la limpieza y la composición en las pinturas de Juan Carlos Morales llevan a que sea un deleite observar estas obras hiperrealistas. Como se mencionaba anteriormente, de alguna manera tienen puntos de encuentro con la obra de Casas en el sentido de que Morales rescata las tradiciones alrededor de los juegos populares, aún vigentes en su pueblo y que poco a poco se han dejado de practicar, y los representa en una composición visual que resalta dichos pasatiempos que están presentes en algunas costumbres culturales en diferentes sectores de nuestro país.

Foto 12. Sin título


Fuente: Cesar Casas

Foto 13. Sin título


Fuente: Juan Carlos Morales

Sonia Barbosa y Adrián Paipilla suponen en este caso una forma diferente de asociar las obras debido a que, si bien ambas son ilustraciones, Barbosa observa la vida presente en lugares micro para detonar reflexiones sobre lo pequeño, a partir de composiciones que exploran lo vegetal y lo animal. Paipilla, por su lado, invierte esa lógica e ilustra su mundo interior, teniendo como insumos sus propias experiencias para traducirlas a nivel plástico. Barbosa realiza su trabajo con acuarelas, dentro de este los mundos a nivel “micro” son los protagonistas de sus cuatro ilustraciones, dos de ellas llamadas “Micro delia 1” y “Micro delia 2”, que representan una simbiosis de color y detalles en miniatura con los que develan un mundo que pasamos por alto a diario y en el que reside un espectáculo natural. Los otros dos “Lo que sale de la tierra” y “Lo que se deja en la tierra” muestran la madre tierra como dadora de vida y, así mismo, como el lugar en el que los seres completan su ciclo al morir y vuelven a ella para fundirse en una sola materia. Mientras tanto, Paipilla toma como materia prima su propio ser, traduce sus experiencias, gustos, lugares frecuentados, procesos mentales y filosóficos en once ilustraciones con técnica mixta que permiten al espectador entrar en el mundo íntimo del artista, que para esta exposición se titula “Retratos psicológicos”. Junto con cuatro obras más, de formatos más grandes, utiliza un lenguaje irónico en el título que les da a sus obras y en la dimensión visual, que logran fundirse para así ser más contundente en su mensaje.

Foto 14. Serie


Fuente: Sonia Barbosa

Foto 15. Serie


Fuente:Adrián Paipilla

En este arcoíris de miradas encontramos también lo abstracto, como una manera de traducir el mundo de forma plástica, Dilsa Jiménez y Ricardo Saavedra son los artistas que plantean su obra desde este foco. Saavedra, docente del área audiovisual de la escuela de artes de la uptc, propone una video instalación titulado “Fin” que pretende intervenir en el espectador a nivel auditivo y visual al generar diferentes sensaciones que surgen en las subjetividades de los visitantes. Ahora bien, la potencia en cuanto a composición visual, manejo del color y capacidad de generar diferentes sensaciones en los visitantes, hace que observar la obra de Jiménez sea una experiencia enriquecedora por la particularidad en sus obras: pequeñas aplicaciones de carácter figurativo a modo de relatos. Jiménez, de primera mano, mencionó a Thomas S. Eliot, poeta, dramaturgo y crítico inglés, como uno de los tantos referentes en su obra, quien también planteaba sus trabajos desde la abstracción. Sus cuadros encantaron a los visitantes, y es interesante observar que los significados que sugieren las obras de esta pintora cambian notoriamente según la persona que los observa. Podría tratarse de la magia del arte abstracto.

Foto 16. “Serie”


Fuente: Dilsa Jiménez

Foto 17. “Fin”


Fuente: Ricardo Saavedra

 Érica Patarroyo interpreta sus percepciones a través de la fotografía, es especialista en el tema y propone nuevos lenguajes; potencializa los conceptos de lo icónico, los patrones de moda y los influyentes comerciales. Sus cinco obras dejan ver la gran fuerza visual que expresa a nivel plástico y la notoria influencia de la composición renacentista, con el claro oscuro que hace de sus obras objetos llenos de energía y claridad conceptual. Patarroyo logró embelesar al público con sus cuadros fotográficos, los visitantes agradados manifestaron su deseo de ver estas mismas composiciones fotográficas en formatos más grandes.

Foto 18. Sin título


Fuente: Erika Patarroyo

Fernando Salamanca centra su esfuerzo pictórico en develar el clamor de nuestra tierra al ser inescrupulosamente explotada para extraer petróleo y carbón, una problemática que amenaza constantemente con destruir varios sectores naturales de nuestro país. Además, sugiere una metáfora para acercar dicha problemática a la razón humana y compara la tierra con el cuerpo humano, en un sentido de fragilidad y vulnerabilidad en el que ambos planos comparados sostienen puntos de encuentro. Los tres rostros retratados en óleo titulados “Fragmento”, “Inocencia” y “Frágil” representan clamor, temor, deterioro y, a su vez, reclaman la necesidad de entender que al dañar la tierra mediante la explotación terminaremos acabando con nuestro hogar; por ende, acabando con nuestra propia existencia.

Foto 19. Serie


Fuente: Fernando Salamanca

Manuel Barón, profesional que expresa sus inquietudes desde las artes plásticas, se vale de la técnica que mejor se adecue al mensaje que quiere dar. En esta oportunidad lo hizo desde la pintura con una obra llamada “El azulejo”, la cual hace parte de una serie de cuadros trabajados con un referente particular, la plaza de mercado de Tunja. Este cuadro retrata un camión en su parte trasera en la que se resalta la carrocería y las carpas, que según la investigación que realizó el artista en su momento son elaboradas por manos colombianas y en muchos casos tunjanas. Este es un oficio popular que se impregna de una tradición campesina que muestra a Boyacá como uno de los departamentos agrícolas del país; sumado a esto está la forma como bautizan a los camiones que pasan a ser pertenencias muy queridas de las personas que se dedican al trasporte de alimentos.

Foto 20. “El azulejo”


Fuente: Manuel Barón

Para el cierre de esta primera parte, se llevó a cabo un conversatorio realizado en el auditorio del edificio de Artes Plásticas de la uptc, el cual contó con la presencia de algunos expositores. El objetivo central era reflexionar en torno a los espacios museográficos, la obra de arte y el impacto en la sociedad, los procesos profesionales y artísticos después de la academia, así como compartir con el público asistente para oír sus opiniones y responder algunos cuestionamientos.

Este tipo de prácticas reflexivas en torno a las actividades realizadas desde la galería “El cuartO” con la exposición “Miradas” cumplen la función de acercar los expositores al público por medio de la conversación, para entender los procesos detrás de las obras expuestas y conocer sus posibilidades.

El Museo de Arte de la uptc ha establecido como una de sus prioridades proponer la itinerancia de sus exposiciones para que sean conocidas por un mayor número de personas, enriqueciendo la política institucional de extensión; así, algunas muestras han sido llevadas a otros espacios expositivos. Por este motivo, la exposición “Miradas” estuvo dispuesta también en la sala Rafael Tavera de la Secretaría de Cultura y Patrimonio del departamento de Boyacá, donde las visitas son constantes.

Foto 21. Secretaria de Cultura y Patrimonio de Boyacá – Acceso


Fuente: Sala Rafael Tavera

El objetivo principal fue dar al visitante una experiencia significativa, por lo tanto, se ofreció información de fondo acerca del artista-creador, el proceso, la descripción formal y conceptual y la relación de la obra en el contexto social inmediato.

Un mediador dentro de un espacio expositivo brindó al espectador un recorrido con un sentido más claro en cuanto a la información técnica y formal de las obras expuestas. El diálogo continuo que se dio durante el recorrido supone, en alguna medida, ese efecto que se pretende que los objetos artísticos tengan dentro de las salas de exposición. Hacer que las personas hablen, interactúen, debatan, se persuadan, se sientan a gusto, es decir, que se genere alguna sensación en los visitantes.

Foto 22. Sala Rafael Tavera, Secretaria de Cultura y Patrimonio de Boyacá – Vista general de la exposición


Fuente: elaboración propia

Además de los aspectos resaltados acerca del acompañamiento y la completa información que se compartió durante la exposición “Miradas”, la importancia de esta se encuentra en el estímulo cultural que representa la interacción entre el estudiantado y la comunidad tunjana con los profesionales de la escuela de Licenciatura en Artes Plásticas de la uptc. Esta es también una oportunidad para los artistas que se han especializado en diferentes técnicas artísticas para mostrar sus obras, evidenciar su quehacer en la vida artística y hacer entender los procesos detrás de cada proyecto. Observar el trabajo de los profesionales que se formaron en nuestra academia pública supone un encuentro con los procesos artísticos actuales de la región.

En ese sentido, es importante tener en cuenta la responsabilidad de los entes culturales de hacer evidente ese constante flujo de información para generar una mejor apropiación en los procesos individuales proyectados a sectores sociales mayoritarios en los que se escribe la historia y en los cuales desde las artes plásticas hay mucho que aportar.

La segunda parte de la exposición “Miradas” se adelantó desde la indagación, en cuanto se empezó el recorrido guiado con una pregunta que se resolvería durante la visita: ¿cuál es el papel del artista dentro de la sociedad?, en otras palabras, ¿para qué sirve pintar, esculpir, dibujar, hacer vídeo, etc.?, con esta pregunta se desataba una serie de interrogantes menores que al solucionarlos iban respondiendo nuestra pregunta mayor.

Foto 23. Sala Rafael Tavera, Secretaria de Cultura y Patrimonio de Boyacá


Fuente: elaboración propia

Los visitantes, cada uno con un punto de vista diferente, iban descubriendo la importancia de las manifestaciones artísticas en una sociedad, esa necesidad del ser humano de traducir por medio de un lenguaje sensible los hechos sociales desde sí o desde los objetos visuales potentes que hablan por sí solos, de poder observar en salas de exposición, cuentan como un ente de protesta o aprobación frente a diversos direccionamientos sociales que conducen el rumbo de la colectividad. Y así parezcan en teoría opuestas, todas las manifestaciones artísticas son necesarias para el desarrollo de la humanidad en cuanto a que aluden a la sensibilidad como una cualidad inherente al ser humano que pide hacer del mundo un lugar con capacidad de albergar a todos desde cada una de sus diferencias.

Adicional a esto, la itinerancia de estas exposiciones permite llegar a un número más grande de personas, diferenciar el público que visita cada lugar. Por ejemplo, en la sala de la galería “El cuartO” de la uptc el público es más joven, por lo general, son estudiantes de la universidad o de universidades y colegios vecinos, exceptuando las visitas especiales que comprenden los programas de extensión de colegios de otras ciudades. En la sala Rafael Tavera el tipo de espectador cambia sustancialmente, encontramos un público adulto y adulto mayor: familias, adultos con niños, personas vinculadas de alguna manera con el arte fotógrafos, diseñadores, artistas, curadores, artesanos entre otros. Este contraste se debe a dos cosas que se pudieron identificar, en primera medida la sala de la galería “El cuartO” es un espacio nuevo y que día a día se da a conocer cada vez más, asunto que difiere con respecto a la sala Rafael Tavera, situada en una casa de corte colonial, en el centro histórico de la ciudad de Tunja, espacio tradicional como sala de exposiciones hace ya muchos años y por ende bastante conocido por la población. Como segunda instancia esta la ubicación central junto con otras atracciones conocidas de Tunja, como lo son las iglesias de estética barroca y su popular plaza de Bolívar que complementan la experiencia de los visitantes.

De esta manera, se van estableciendo relaciones entrañables con un territorio que se conoce, que marca las formas y maneras de existir, es decir, las formas de habitar, de construir (Heidegger, 2015). La relación con el territorio se modifica y el sentido de lo que significa se convierte en lo que marca el lugar. También el paisaje es construido, es decir, es resultado de una práctica ejercida sobre el mundo físico, que va desde el simple toque hasta la configuración integral. La mirada que se le da al paisaje depende de quien lo mira; una mirada que se relaciona directamente con la relación existencial que se tenga con él, de una mirada superficial casi indiferente, a una mirada profunda, conocedora, indagadora, cuidadosa, que recorre intersticios, recovecos. Una mirada así es lanzada de diferentes formas que dependen de lo que se quiere indagar; a cada manera le corresponderá un conocimiento, una comprensión, que confirma que no se puede abarcar todo, siempre quedará algo oculto, no mirado, no oído, no olido, no tocado, no dicho. A partir de ahí, se abre la posibilidad de conocer y reconocer otras miradas.

Referencias

Augé, M. (2017). Los no lugares. Barcelona: Gedisa.

Heidegger, M. (2015). Construir, habitar, pensar. Madrid: La oficina

Mesquita, I. (1993). Cartographies. En Cartographies: José Bedia ... [et. al.] (pp. 13-61). Winnipeg: Winnipeg Art Gallery.


1 Jairomorenoospina@gmail.com

2 Naniroja0824@gmail.com

3 El estado del arte es una expresión dentro de la investigación formal que permite tener un acercamiento a las investigaciones que se han realizado y que son cercanas al objeto de estudio. Tomamos esta misma expresión para referirnos literalmente al estado actual de la producción artística.

4 Política propuesta por el gobierno de Iván Duque Márquez, presidente de la republica de 2018 a 2022.

5 Este concepto está vinculado a una broma que se comparte en internet. Se trata de un vídeo o una fotografía, un dibujo, una imagen o una animación que suele distorsionar la realidad con una intención burlona.