La persistencia de la agricultura familiar campesina en contextos socioproductivos adversos. Estudio de caso en la provincia Magdalena Centro, Cundinamarca

The persistence of peasant family farming in adverse socio-productive contexts. Case study in the province Magdalena Centro, Cundinamarca

Uriel Rodríguez Espinosa1

Ingeniero Agroforestal - UNAD, Magíster en Desarrollo Rural - Pontificia Universidad Javeriana
Docente - ECAPMA, Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Resumen

La transformación del medio rural es una consecuencia directa de los procesos globales de cambio, afectando dinámicas de producción tales como la agricultura familiar campesina. En la Provincia Magdalena Centro, Cundinamarca, el escaso relevo generacional, las variaciones climáticas y el bajo precio del café, han motivado el abandono de los sistemas productivos, la pérdida de agrobiodiversidad, la potrerización y la aparición de fuentes de ingreso no agrícolas. El objetivo de este estudio fue analizar las estrategias de productores que han persistido en dicho contexto, considerando sus formas de producción, conocimientos locales y estrategias desarrolladas. Se llevó a cabo un análisis microsociológico descriptivo, con un enfoque metodológico apoyado en la Perspectiva Centrada en el Actor. Por medio de un estudio de caso se analizaron diez sistemas productivos de agricultura familiar distribuidos en la Provincia, utilizando métodos etnográficos, observación directa, entrevistas semiestructuradas y cuestionarios. Los resultados obtenidos evidencian sistemas productivos de pequeña extensión, altamente diversificados, con alto autoconsumo, donde prevalece la mano de obra familiar, con un acervo de conocimientos por contexto, práctica y creencia, y múltiples estrategias de persistencia. Este estudio sugiere que los productores familiares son agentes transformadores de los contextos que en los que viven, a través de la implementación de una serie de estrategias interrelacionadas entre lo productivo, lo social, lo económico, lo ambiental y lo cultural. Dichas estrategias se apoyan en su identidad campesina y sus conocimientos como productores.

Palabras clave: diversificación productiva, conocimientos locales, desarrollo rural, sistema de producción familiar.

Abstract

The transformation of the rural environment is a direct consequence of the global processes of change, affecting production dynamics such as peasant family agriculture. In the Province Magdalena Centro, Cundinamarca, the scarce generational change, the climatic variations and the low price of coffee; which has led to the abandonment of productive systems, the loss of agrobiodiversity and the expand the paddocks and the emergence of other sources of non-agricultural income. The objective of the study was to analyze the strategies of producers that have persisted in this context, in terms of production types, local knowledge and their developed strategies. A descriptive microsociological analysis was carried out, with a methodological approach supported by the Actor-Centered Perspective. Through a case study, ten productive systems of family agriculture distributed in the Province were analyzed, using ethnographic methods, direct observation, semi-structured interviews and questionnaires. The results obtained show productive systems of small extension, highly diversified, with high self-consumption, where family labor prevails, with a wealth of knowledge by context, practice and belief and multiple persistence strategies. This study suggests that family producers are transforming agents of the contexts that live through a series of interrelated strategies between the productive, the social, the economic, the environmental and the cultural. These strategies are based on their peasant identity and their knowledge of the producers.

Keywords: productive diversification, local knowledge, rural development, family production

Resumo

A transformação do meio rural é uma consequência direta dos processos globais de mudança, afetando dinâmicas produtivas como a agricultura familiar camponesa. Na Província Magdalena Centro, Cundinamarca, a escassa mudança geracional, as variações climáticas e o baixo preço do café; motivaram o abandono dos sistemas produtivos, a perda da agrobiodiversidade, a potencialização e o aparecimento de fontes de rendimento não agrícolas. O objetivo do estudo foi analisar as estratégias dos produtores que persistiram nesse contexto, em termos de métodos de produção, conhecimento local e estratégias desenvolvidas. Foi realizada uma análise microssociológica descritiva, com abordagem metodológica apoiada pela Perspectiva Centrada no Ator. Por meio de um estudo de caso, foram analisados dez sistemas produtivos de agricultura familiar distribuídos na Província, utilizando métodos etnográficos, observação direta, entrevistas semiestruturadas e questionários. Os resultados obtidos mostram sistemas produtivos de pequena extensão, altamente diversificados, com alto autoconsumo, onde prevalece o trabalho familiar, com riqueza de conhecimentos por contexto, prática e crença e múltiplas estratégias de persistência. Este estudo sugere que os agricultores familiares estão transformando agentes contextos de vida através de uma série de inter-relacionadas entre as estratégias produtivas, o desenvolvimento social, econômico, ambiental e cultural. Essas estratégias de contar com a sua identidade rural e seu conhecimento como produtores.

Palavras chave: diversificação produtiva, conhecimento local, desenvolvimento rural, sistema de produção familiar.

Introducción

La agricultura familiar campesina sigue estando en el escenario de los territorios rurales a pesar de las adversidades socioeconómicas que enfrenta. Esta forma de agricultura hace valiosos aportes a las comunidades en general, manteniendo y mejorando la calidad de vida de las personas (FAO, 2014). Por lo tanto, se hace necesario su entendimiento y análisis con el propósito de conservar una forma de producción con características propias, diferente de las formas de agricultura familiar consolidada y de agricultura empresarial, las cuales están enmarcadas en esquemas de producción eminentemente capitalistas.

Resumen gráfico

Resumen gráfico.

Diferentes aspectos se asocian con el contexto actual de adversidad que enfrenta la agricultura familiar y con la necesidad de generar estrategias para su persistencia. Algunos de estos aspecto son: cambios globales en el ámbito económico (mercados globalizados, estructuras corporativas y, consolidación de monopolios), cambios sociales (migración de la población rural a los espacios urbanos, sobrepoblación de las ciudades e inseguridad alimentaria), alteraciones ambientales (variabilidad climática, desertificación, pérdida de suelos aptos para cultivo y, pérdida de biodiversidad) y transformaciones culturales (erosión de los conocimientos tradicionales y, pérdida de identidades locales). Estos son algunas de los retos que enfrenta de la persistencia de la agricultura familiar de cara al cambio.

En la Provincia Magdalena Centro, así como en Colombia, y en varias regiones de América Latina y el Caribe, la mayoría de los sistemas productivos rurales se asocian con la agricultura familiar de corte campesino (Rivas, 2012; FAO, 2014). A pesar de las adversidades ya nombradas, esta forma de producción persiste a través de una serie de estrategias que involucran no sólo prácticas de cultivo, sino también formas de vida donde se conjuga el conocimiento agrícola local y el deseo de autonomía en la subsistencia. A pesar de ello, en la Provincia es evidente el desconocimiento de estas estrategias por parte de quienes planifican e implementan los instrumentos de desarrollo rural a nivel institucional.

Conocer cuáles son y cómo operan las estrategias que le permiten persistir al productor familiar campesino, facilita visualizarlas, valorarlas, apoyarlas e integrarlas como insumo en los instrumentos de desarrollo rural, aportando a la solución de problemáticas típicas del campo colombiano.

Con el interés de contribuir a la comprensión de tales formas de persistencia, este estudio plantea como objetivo de investigación analizar dichas estrategias, por medio de la caracterización ecológica y socioeconómica de los sistemas productivos, la documentación de los conocimientos agrícolas locales y la descripción de las estrategias desarrolladas por los productores.

Metodología

La Provincia Magdalena Centro se ubica en el departamento de Cundinamarca, a 115 km al occidente de Bogotá. Tiene una extensión de 1048 km2 y la integran los municipios de Beltrán, Bituima, Chaguaní, Guayabal de Síquima, Pulí, Vianí y San Juan de Río Seco. (Gobernación de Cundinamarca, 2011)

Figura 1. La Provincia en el departamento.

Figura 1. La Provincia en el departamento.

Fuente: elaboración propia

Se realizó un análisis microsociológico descriptivo (Ritzer, 1997), por medio de un estudio de caso que integró diez sistemas productivos de agricultura familiar que representan la excepción en la Provincia, por presentar formas diversificadas de producción y permanecer produciendo aun cuando la mayoría de los sistemas cercanos han dejado hacerlo. El estudio tomó como referente el enfoque metodológico de la Perspectiva Centrada en el Actor desarrollada por Long (2007).

La caracterización de las principales variables ecológicas de los sistemas productivos se obtuvo por medio de la observación directa. A través de tres visitas a cada sistema productivo, en compañía del productor, se obtuvo la información sobre las estructuras físicas del sistema y la biodiversidad cultivada. Para ello, se siguió la metodología de caracterización rápida de la diversidad biológica adaptada de Vázquez y Matienzo (2010).

La información socioeconómica se obtuvo por métodos de investigación etnográfica (Guber, 2001). En las visitas se realizaron cuestionarios a los 10 jefes del hogar, se hizo observación participante y, recorridos por los sistemas de producción, a fin de caracterizar las variables demográficas, procedencia de la mano de obra, ingresos y egresos del sistema, distribución de la producción, procedencia de los alimentos e insumos, fuentes de empleo y principales problemas para producir.

Para documentar los conocimientos locales y describir las estrategias de persistencia implementadas se aplicaron 10 entrevistas semiestructuradas, las entrevistas se dirigieron al grupo familiar completo. Además, se llevaron a cabo jornadas de observación directa participante por parte del investigador (Cerda, 1993). Las variables que se abordaron respecto a los conocimientos fueron: procedencia del aprendizaje en torno a la forma de siembra, el conocimiento de los astros y las fases de la luna, motivaciones para la forma de siembra, decisiones sobre el sistema de producción y prácticas de cultivo. Para la descripción de las estrategias se abordaron las siguientes variables: formas de afrontar las adversidades en el núcleo familiar, formas de cultivo, toma de decisiones en torno a las ventas, manejo de precios y formas de conservación, y relación con el entorno natural.

Resultados y Discusión

Características de la dimensión ecológica

En la Tabla 1 se resumen las características generales de los sistemas productivos estudiados. A partir de su análisis, se pueden hacer las siguientes observaciones:

Tabla 1. Caracterización de las fincas seleccionadas

Tabla 1. Caracterización de las fincas seleccionadas.

NC = No cuenta con cuerpos de agua dentro del sistema productivo.

Se trata de unidades pequeñas respecto al tamaño promedio de fincas de la zona, que de acuerdo a los Esquemas de Ordenamiento Territorial de los municipios es de 5 ha. Igualmente, son pequeñas respecto a la Unidad de Agricultura Familiar (UAF) establecida para la Provincia, que va desde las 3.5 a las 5 ha. (Ministerio de Agricultura y Desarrollo rural, 2013)

A pesar de esta condición, los productores analizados no consideran el tamaño del sistema una problemática que dificulte la sostenibilidad de su actividad productiva. Por el contrario, son estas las unidades que han persistido y siguen produciendo, diferenciándose de unidades de mayor tamaño que se encuentran abandonadas o en rastrojos.

Lo anterior sugiere, en primer momento, que los estimativos de UAF para la zona están sobreestimados, lo cual manifiesta una valoración de la unidad de producción en términos típicamente empresariales y no de agricultura familiar. En consecuencia se considera que para la viabilidad de la unidad productiva campesina es necesaria una amplia extensión de tierra a la que difícilmente el productor puede acceder, y no se enfatiza en la posibilidad de unidades de producción que, con áreas menores a las estimadas, demuestran ser viables.

En segundo momento, es de resaltar la percepción de los productores en cuanto a considerar que de nada sirve tener grandes extensiones de tierra si no hay agua y sistemas de riego para desarrollar cultivos, ya que los riesgos de pérdida por el clima son altos y los suelos pueden no ser productivos. Así, se evidencia que las problemáticas rurales han cambiado y que el productor debe ser estratégico y adaptativo si quiere persistir.

Se resalta en los sistemas analizados la alta diversidad cultivada (entre 14 y 31 cultivos y entre 2 y 6 animales de cría y traspatio). Igualmente se evidencia, de acuerdo a los productores, que los sistemas con menor acceso a cuerpos de agua, especialmente las fincas Santa Isabel y El Paraíso, están entre las que menos diversificación presentan. Lo anterior permite ratificar que la diversificación productiva está ligada al acceso al recurso hídrico para cultivo. Además, la gestión y disponibilidad del recurso hídrico es la variable clave para la persistencia en el sistema de producción, más allá de la extensión de tierra disponible.

Características de la dimensión socioeconómica

En la Tabla 2, respecto a las características demográficas se resalta la ausencia de jóvenes. De las 28 personas que integran las 10 familias, 20 son mayores a 41 años. No figura población entre los 21 y 30 años. Los 2 jóvenes de 12 y 17 años son nietos del jefe de hogar que permanecen temporalmente en la finca. Se destacan los sistemas San Carlos y Sinaí con presencia de productores entre los 30 y 40 años, e hijos menores de 11 años. Esta situación revela el escaso relevo generacional y envejecimiento de la población, situación que coincide con el panorama local (Gobernación de Cundinamarca, 2011) y nacional (Departamento Nacional de Planeación, 2015)

Ahora bien, se evidencia que la mano de obra para las labores del sistema, en su gran mayoría proviene de la misma familia. Esto no sólo ratifica esta característica evidenciada en la agricultura familiar desde los primeros análisis (Chayanov, 1974; Golf, 1971; FAO, 2014), sino que además se presenta como una de las estrategias más importantes implementadas para persistir ante un contexto de escaso relevo generacional en la zona.

Igualmente, se resalta el alto porcentaje de autoconsumo. Entre el 37 % y el 72 % de los alimentos para la familia y entre el 10 % y 100 % de los insumos requeridos se obtienen del mismo sistema. También, se resalta que tres de los productores realizan transformación de sus productos: la leche en mantequilla, el café seco pergamino en café molido, el maíz en arepas y envueltos, los cerdos en lechona y rellenas, generando así valor agregado y productos de venta directa, que llevan al mercado local y a nuevas plataformas de comercialización como la Canasta y Agrosolidaria, lo cual, según los productores, aumenta los ingresos monetarios, Tabla 2.

Tabla 2. Principales características socioeconómicas.

Tabla 2. Principales características socioeconómicas

A.F = Alimento para la Familia obtenido de la finca. IN= Insumos obtenidos de la finca. NT=No tala. NQ=No químicos. MR=Manejo de residuos. RC=Rotación de cultivos. CF=Cuidado de fuentes hídricas.

Las evidencias de autoconsumo, transformación de productos y venta directa llevaron a cuestionar a los productores sobre si el sistema les da para vivir. Es de aclarar que se prefirió la percepción al análisis de cifras puesto que en la tradición de la zona, la expresión me da para vivir, describe de manera general el estado de la finca y el ánimo del productor respecto a su sistema. Esta expresión trasciende lo meramente económico, y no refiere solamente a las utilidades de la actividad productiva, sino que demuestra qué tan bien se siente el productor y qué tan satisfecho está con su sistema productivo.

Como se evidencia en la Tabla 2, sólo en dos sistemas, Santa Rita y Santa Isabel, se considera que el sistema no da para vivir, lo cual se acredita, en el primer caso, a la edad avanzada de la familia y, en el segundo caso, a la poca diversificación de la finca por la ausencia de agua. Sin embargo, es significativo que, a pesar de ello, el total de las familias expresan su negativa a migrar a la ciudad. Las razones para ello, según los productores, se basan en el arraigo a la finca, por todas las relaciones que esta representa, como la relación con vecinos y con un entorno natural de tranquilidad y de disposición de alimentos y recursos que no son valorados monetariamente, pero generan bienestar.

Esto los lleva a implementar estrategias de cuidado de su entorno, que difícilmente se encontraban años atrás. Evitar la tala, no usar agroquímicos, rotar los cultivos y proteger las fuentes hídricas, generar abonos a partir de los residuos, son estrategias a largo plazo que aportan al objetivo de seguir persistiendo en su territorio.

Conocimientos agrícolas locales

Los conocimientos expresados por los productores van más allá de la unidad productiva y abarcan distintas variables integradas. Los conocimientos reportados se expresan, de acuerdo con Woodley (2006), como conocimiento contextual (El cual representa el aprendizaje debido a la historia y a los factores demográficos y biofísicos del lugar), El conocimiento como práctica (representa la acción significativa mediante la interacción y el aprendizaje físico experimental) Y conocimiento como creencia (representa la influencia que la espiritualidad y los valores tienen sobre la manera como las personas actúan dentro de su ecosistema).

Conocimiento desde el contexto

Los productores reconocen en la forma de cultivo un aprendizaje transmitido de padres y abuelos “Aprendimos de ellos, ellos sembraban mejor” (Ester Cortes, 13 de septiembre de 2016). Testimonios de este tipo encontraos en los todos los casos permiten inferir que tal conocimiento se está manteniendo a través de una práctica de cultivo que une pasado y presente, coincidiendo con una de las características de la agricultura familiar descrita Van der Ploeg (2013), la finca como flujo de tiempo. Esta característica de la finca la convierte en el resultado del trabajo ancestral de la familia, lo que genera un sentimiento invaluable que genera arraigo y persistencia. Además, tener un instrumento como la forma de cultivo que permita recordar las enseñanzas y prácticas de los antepasados es una riqueza para la comunidad, albergada en los productores familiares campesinos que la conservan como un patrimonio.

Conocimiento desde la práctica

Los productores considerados en este estudio han estado en constante práctica productiva y en relación estrecha con los cultivos. Se trata del aprendizaje en la práctica por medio del ensayo y error, o lo que ellos llaman probando. Por ejemplo, en la finca Los Naranjos la productora ensaya el cultivo de la Pitaya (Hylocereus andatus), en la finca Los Cauchos ensayan con el cultivo de la Higuerilla (Ricinus communis), cultivos que, si bien no son propios de la zona, demuestran que para estos productores el conocimiento es práctica y aprendizaje a la vez, y es una forma de adaptación de las dinámicas de vida campesina a los contextos adversos que enfrenta la producción. Además, se evidencia que en la racionalidad del productor las innovaciones nunca son adoptadas de manera directa, acrítica o irreflexiva (Landini, 2011), como podría considerarse por parte de personas ajenas al campesinado, incluso algunos técnicos y hacedores de políticas públicas.

Conocimientos desde las creencias

El conocimiento desde las creencias es uno de los que más riñe con la estructura científica o formal del saber. Para los casos analizados la creencia en un dios y en la influencia de los astros en la productividad de los cultivos es clave, lo cual se resume en tener fe como una estrategia para continuar produciendo aun con las dificultades presentadas. Reconocer y valorar este conocimiento es la posibilidad para entender, en cierta forma, la cosmovisión de los productores y comprender sus estrategias, pues al concretarse las cosmovisiones surgen las racionalidades y luego las estrategias como patrones de conducta (Landini, 2011).

Estrategias de persistencia de los productores

Existe un vasto número de prácticas alrededor de varias estrategias, las cuales que no están aisladas, sino que se integran entre sí y se relacionan con el conocimiento y los aspectos ecológicos y socioeconómicos que caracterizan al sistema productivo.

Diversificar los cultivos y elevar autoconsumo es la forma de responder a la incertidumbre económica que genera la inestabilidad de precios y los riesgos por el clima. La diversificación agrícola es una de las principales estrategias de la agricultura familiar expresada como flexibilidad (Craviotii & Palacios 2013; Vertiz, 2014). Esta estrategia hace a los agricultores familiares más creativos y menos vulnerables si se les compara con la agricultura especializada y homogenizada (Vélez, 2015)

Aumentar la mano de obra familiar y evitar gastos. Normalmente, en los sistemas campesinos de producción familiar el pago de los jornales se hace con el producido del mismo cultivo para el cual se trabajó. Por tanto, al minimizar la contratación de mano de obra externa se están conservando recursos para otros gastos en la familia. Además, es una forma de afrontar el escaso relevo generacional en la zona.

Búsqueda de libertad y autonomía. La autogestión del conocimiento a través de enciclopedias, libros, folletos y programas de radio; la asistencia a cursos y visitas a otras experiencias de producción familiar; la ordenación de los predios a su amaño y saber, y la negativa a radicarse en las ciudades y ser empleados, demuestran las prácticas estratégicas que se implementan a fin de persistir. Igualmente, transformar buena parte de sus productos y buscar nuevas formas de comercialización son estrategias que los productores han implementado para responder a la imposibilidad de ser fijadores de precios dentro de un mercado que atiende a las reglas de la globalización.

Conservar y mejorar las relaciones con los recursos naturales. En los sistemas analizados, el principal problema que se expresó para la producción fue la escasez de agua ya sea por los intensos veranos o por la mala gestión del recurso. Por ello, una de las principales estrategias para persistir a largo tiempo es el cuidado de los recursos, principalmente el hídrico. Esto ratifica la agricultura familiar como escenario que propende por el cuidado de la naturaleza (Rivas, 2012; FAO, 2014), precisamente por la importancia esencial que tienen para poder persistir en esta forma de producción.

Conclusiones

Las principales estrategias de persistencia desarrolladas por los productores familiares de este estudio consisten en: diversificación de cultivos y animales en el sistema, elevar el autoconsumo, aumentar y priorizar la mano de obra familiar, evitar gastos, buscar la libertad y la autonomía, transformar los productos generados en el sistema productivo, buscar nuevas formas de comercialización y aportar a conservar los recursos naturales disponibles.

Estas estrategias responden a un sentido común y práctico de los productores, mas no significa que sean simples y poco elaboradas. Por el contrario, están afianzadas en un cúmulo de conocimientos, trasmitidos de generación en generación, por su propia cosmovisión y por la práctica cotidiana. Además, estas estrategias son motivadas por la necesidad de persistir en una forma de vida que implica, además de la producción, la reproducción de la familia y su permanencia en el tiempo.

Las estrategias analizadas están interrelacionadas entre lo productivo, lo social, lo económico, lo ambiental y lo cultural, y como tal no se puede pensar su análisis de una forma individual. Además, son aprendizajes para la planificación del desarrollo rural en la zona e insumos para tratar problemáticas como la inseguridad alimentaria, los escasos ingresos, la pérdida de agro biodiversidad, la desertificación de conocimientos y el desempleo.

Por último, se concluye que efectivamente los productores campesinos no son sujetos pasivos ante los cambios globales que se expresan a nivel nacional y local, y que de una u otra forma les afecta. Contrario a ello, se encuentra que ante los contextos socioproductivos adversos, desarrollan una serie de estrategias prácticas, emitidas a partir de su identidad como campesinos y su acervo de conocimientos, que les permite ser agentes transformadores de esos contextos y constructores de nuevas realidades.

Agradecimientos

A los productores familiares de la Provincia Magdalena Centro por su acogida acompañamiento y colaboración. Al profesor Sebastián Restrepo Calle por su orientación en esta investigación. A la Maestría en Desarrollo Rural de la Pontifica Universidad Javeriana por su espacio y enseñanzas.

Referencias


1E-mail: uriel.rodriguez@unad.edu.co